lunes, 23 de junio de 2014

Transición tranquila


Alberto Benito dejó de pertenecer al club el 30 de mayo, pero ha seguido en junio para ayudar a Andrés Fernández en la confección del nuevo plantel
PACO GREGORIO |  DIARIO DE ALMERÍA

La UD Almería y Alberto Benito pusieron fin a su relación laboral el pasado 30 de mayo, fecha en la que realmente expiraba el contrato del director deportivo, si bien el gaditano -en armonía con el club- optaba por permanecer durante el mes de junio para facilitarle el relevo a Andrés Fernández, que toma las riendas de la secretaría técnica en solitario a partir del 1 de julio, y ayudarle así en la confección del plantel para el curso 2014-2015.

Benito, que desembarcó en la entidad unionista el 29 de junio de 2007 de la mano de su buen amigo Unai Emery (ambos coincidieron en el Toledo en su etapa como futbolistas), fue el encargado desde entonces de construir siete equipos distintos, los de las cuatro temporadas en la máxima categoría, otros dos en la división de plata y el más reciente de la vuelta a la élite.

En su bagaje como encargado de los fichajes, o más bien de peinar el mercado para ofrecerle a Alfonso García las mejores alternativas disponibles en función del presupuesto que el presidente marcaba, ha habido una mezcla de luces y sombras. La primera etapa puede considerarse de esplendor, pues tras sustituir a Roberto Olabe el equipo debutó con buen pie en Primera.

En su primer año llegaron al club jugadores como Negredo, Felipe Melo o Kalu Uche (alguna operación ya estaba avanzada por Olabe) que ofrecieron un gran rendimiento deportivo y económico. El vallecano sería recomprado por el Real Madrid en 5 millones y revendido al Sevilla por 14, mientras que por el brasileño pagó un gran traspaso la Fiorentina (costó 1 millón y se fue por 13, con parte de las ganancias para su empresa de representación) y el nigeriano acabó yéndose al Neuchatel suizo, que no afrontó el montante total de la operación al desaparecer.

En el debe habría que incluir fichajes pufo que no llegaron ni a debutar en Liga como los de Vidangossy y Dos Santos. Si bien ambos fueron imputados a Antonio Fernández, agente de confianza del presidente y enamorado del mercado sudamericano, era Benito quien estaba al frente de la secretaría técnica como director deportivo de la misma.

En la 2008-2009, época de expansión, llegaron Diego Alves, Piatti (vendidos al Valencia), Iriney, Chico (al Genoa), Esteban o Pellerano en el aspecto positivo, mientras que no cuajaron otros refuerzos como Julio Álvarez, Guilherme o Solari. Un curso después, tercero en Primera, firmaron Vargas y Bernardello, al igual que Goitom o Quillo.

El año del descenso integraron el equipo Jakobsen, M'bami, Ulloa, Valeri o Marcelo Silva. La campaña del regreso a Segunda permitió descubrir a Verza, Aleix Vidal o Jonathan Zongo, mientras la del segundo ascenso irrumpieron Trujillo y Charles.

En el retorno a la élite primaron las cesiones, con Torsiglieri, Suso, Rodri y compañía junto a otros que no calaron como Tébar, Hans o Barbosa. Benito quiere aprender del modelo inglés y Andrés Fernández toma ahora las riendas. Él fue quien trajo para el filial a valores como Azeez, Zongo o Trujillo. La transición ha sido tranquila y la sucesión está garantizada.
Transición tranquila

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