J.L. Bretones | Diario de Almería
Este domingo no hace falte meterles cuatro goles, como hace 34 años; bastará con un empate para mantener la categoría. Pero quienes peinamos canas recordamos que el día de Nochevieja de 1979 (por entonces la Liga no paraba en Navidad) la AD Almería jugó su mejor partido en Primera División y goleó al Athletic Club por 4-2. Unos 20.000 espectadores fueron testigos de ello pocas horas antes de despedir el año y la década.
José María Maguregui alineó a: César; Paniagua, Piñero (Lobato, 54'), Óscar López, Arias; Garay, Contreras, Martínez (Camacho 80'); Serrán, Rolón y Murúa. El austríaco Senekowistch opuso a: Aguirreoa; Urquiaga, Goicoechea, Guisasola, Escalza; De Andrés, Villar, Tirapu (Churruca 61'); Dani, Argote y Rojo. Curiosamente, el portero suplente era el mítico Iríbar, ya en el declive de su carrera. Pitó el mejor árbitro de la época, Soriano Aladrén. El partido fue apoteósico y el Almería bordó el fútbol ante un rival que un par de años más tarde se iba a proclamar campeón de Liga dos campañas consecutivas con muchos de estos jugadores. La primera parte finalizó con 3-0 para los rojiblancos. Fueron los goleadores: Paniagua de fuerte disparo (23'), Murúa en jugada individual (30'), Rolón a pase de Murúa (32').
Tras la reanudación, Dani (49') de cabeza, y Argote tras rebote en Arias (74'), pusieron el nudo en la garganta de los espectadores. Pero dos minutos más tarde, de nuevo Murúa llevó la tranquilidad a las gradas. Era el 4-2 definitivo; y pudieron ser más, ya que el omnipresente Murúa (que a raíz de este partido fue llamado por el seleccionado español Kubala) falló un penalti (52') que podía haber supuesto la manita.
No hacen falta tantos goles mañana. Bastará con no perder y la UD Almería conservará la categoría. Pero si se gana, mejor.
La AD enseñó el camino
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