lunes, 28 de abril de 2014

Si no lo ve, no se lo cree

RCD Espanyol | UD Almería
Tras una primera parte para olvidar el Almería reacciona en la segunda espoleado por la expulsión de Stuani y remonta en 2 minutos
Paco Gregorio | | Diario de Almería

El Almería dio en Cornellá el primer paso hacia el milagro. Y lo hizo de la forma más inopinada, levantando un marcador adverso con fe inquebrantable después de una primera mitad para olvidar y rompiendo los malos augurios de no haber sumado ni un solo punto a domicilio en toda la segunda vuelta. Tres de una tacada, un precioso botín en la pugna por salir del limbo entre categorías en el que se halla sumido.

La victoria se fraguó desde la valentía. La que tuvo Francisco al alinear a un debutante como Fran Vélez con lo que había en juego, sabedor de que era la hora del todo o nada, y cuyo concurso iba a resultar provindencial para el marcador final. Había que suplir a Verza y el experimento salió a pedir de boca (no quiero ni imaginar la de palos que le habrían llovido al técnico en caso contrario).

Pero no todo fue un camino de rosas. El Espanyol, salvado ya virtualmente, quería ponerle la vitola matemática a la cuestión y se aplicó a ello desde el primer minuto. Los compases iniciales resultaron tremendamente equilibrados, sin ocasiones que echarse a la boca.

Hasta la media hora de juego no ocurrió nada digno de reseña. En la misma acción el árbitro pudo señalar penalti de Dubarbier por arrollar en el árera a Stuani y roja al uruguayo por lanzarle una coz al argentino desde el suelo con todo el marchamo de agresión. Hernández Hernández hizo la vista gorda a una y otra.

Sin apenas incidencias ofensivas en el juego, al Almería iba a costarle caro un nuevo despiste defensivo, de esos que la zaga rojiblanca parece tener ya interiorizados. La pelea por el balón del colombiano Córdoba, choque incluido contra Rafita del que el balear salió despedido, iba a facilitar que le llegara a Sergio García, quien cayendo a la banda izquierda sacó un centro medido para la entrada al segundo palo de Stuani. El charrúa aprovechó la candidez de Azeez en la marca para anticiparse y cabecear a la red el 1-0.

Golpe psicológico a cinco minutos para el descanso y el tufillo a Segunda se hacía cada vez más nauseabundo. Pero el Almería no estaba dispuesto a rendirse entregando las armas y dio una muestra de estar vivo antes de marcharse a vestuarios con un cabezazo de Trujillo tras falta lateral de Corona que se iba fuera por poco.

La primera mitad había sido igual de mala para ambos equipos, pero el cuadro perico lograba el inmerecido premio del gol y tocaba remontada. No ha trascendido, pero en el vestuario Francisco bien pudo recurrir al recuerdo de Mestalla en la primera vuelta cuando también todo parecía perdido y se le dio la vuelta a la tortilla.

Porque en el segundo acto los unionistas dieron una lección de coraje, tesón e inteligencia, que pusieron en práctica buscándole las cosquillas a Stuani para que viera la segunda amarilla.

Lo hizo Fran Vélez y el charrúa sacó los codos a paseo justo tras la reanudación, por lo que el Espanyol se quedaba con uno menos con 45 largos minutos aún por delante.

Francisco reaccionó rápido ante la nueva situación dando entrada a Suso y Soriano por unos grises Aleix y Azeez. La remontada estaba en ciernes e iba a cimentarse en apenas dos minutos. Primero gracias a un córner botado por Corona que Fran Vélez cabeceaba libre de marca y sin solución de continuidad con una falta desde la frontal magistralmente ejecutada por Suso al ángulo donde no llegaba Kiko Casilla.

Del infierno al cielo en dos minutos sin abandonar el purgatorio, sabiendo jugar en superioridad sin pasar apuros. El primer paso está dado, falta refrendarlo ante Betis, Granada y Athletic.
Si no lo ve, no se lo cree

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