El Almería llega a su ahora o nunca ante el Espanyol. A los rojiblancos solo les vale la victoria para seguir enganchados a la permanencia
Paco Gregorio | Diario de Almería
Al Almería solo le vale ganar y el problema es que no lo ha hecho a domicilio en toda la segunda vuelta. Ni tan siquiera ha puntuado. Cero puntos es el calamitoso balance lejos del Mediterráneo desde el mes de enero, circunstancia que ha sesgado las ya de por sí complicadas opciones de salvación para los rojiblancos.
Es un ahora o nunca porque todos coinciden en vaticinar que una nueva derrota acercaría peligrosamente el descenso virtual por mucho que las matemáticas y los rivales (el Elche no pasó del empate y cayeron Granada y Osasuna pese al triunfo del Getafe) se empeñen en proporcionarle respiración asistida a los unionistas.
No puede quejarse el plantel de Francisco del respaldo de su afición, mostrado a lo largo de la semana en redes sociales y con pancartas en los entrenamientos, así como de la cúpula directiva, que el jueves presenciaba la sesión preparatoria para lanzar luego Alfonso García la petición -tal vez tardía- de un último esfuerzo.
Si mientras hay vida, hay esperanza, el Almería intentará esta mañana quemar sus naves, disparar su penúltimo cartucho, en un estadio de Cornellá-El Prat donde tampoco conoce la victoria (solo con Emery ganó a los pericos y fue en Montjuic).
Demasiadas urgencias para tan malas sensaciones en las cinco últimas jornadas, donde el equipo apenas ha sido capaz de sumar un punto de los quince en liza, pero todavía una misión posible porque así lo dictan los números.
Al 'match-ball' el Almería llega con más bajas que altas. Recupera al central argentino Torsiglieri y pierde al lesionado Verza y al sancionado Tébar, mientras que Hans Martínez continúa en su estado natural desde su llegada (lesionado).
Por suerte Francisco ha podido recuperar a tiempo a Fernando Soriano, que ante el Celta se retiró en la primera mitad aquejado de una supuesta contractura, por lo que podrá contar con la veteranía del maño.
Se auguran cambios en el once inicial de los almerienses, unos obligados y otros por prescripción técnica. Esteban sigue incombustible bajo palos, pero a Trujillo se le une Torsiglieri en el eje de la zaga y puede que Rafita sustituya a Nelson en el lateral diestro en busca de mayor solvencia defensiva, mientras que en el carril zurdo Dubarbier está a punto, si bien parece que Mané mantendrá la titularidad.
La sensible pérdida de Verza será paliada con un doble pivote formado por el nigeriano Azeez y Corona, que vuelve a la alineación inicial tras su no explicada ausencia en el decisivo duelo frente al Celta de Vigo.
Con Aleix Vidal y Suso repartiéndose las bandas en tareas ofensivas, está por ver si Francisco opta por un ataque con pegada dando entrada a Óscar Díaz junto a Rodri o por el contrario apuesta por un Soriano que no acaba de encontrarse a sí mismo en las últimas jornadas.
Enfrente habrá un Espanyol que busca certificar la permanencia y que en la ida arrancó un empate con el recuerdo del silbido de Javier Aguirre que provocó la expulsión de Francisco. Buen día para devolverle la gracia.
El penúltimo cartucho
No hay comentarios:
Publicar un comentario