Encajar, prácticamente supone no ganar
Miguel del Pino [ La Voz de Almería ]
Jonathan celebra el gol ante el Getafe. El choque acabó 1-0. [ Fran Muñoz ]
El balance numérico del Almería en esta campaña que marca su retorno a la élite del fútbol nacional, pone de manifiesto que el once rojiblanco no anda por la senda correcta. Ser un equipo con mentalidad fundamentalmente ofensiva, que en cada jornada presenta un once con muchos más jugadores con tendencia a atacar que a defender y haber logrado 27 tantos en los 28 jornadas que han disputado, es un dato asumible para un equipo modesto. El problema viene porque al jugar con este esquema, se corren demasiados riesgos en defensa, lo que genera que el equipo se encuentra actualmente que ha recibido 52 goles, es decir, casi el doble de los que ha conseguido y sea el tercer peor equipo de la Liga en este apartado que, al fin y a la postre, es el que quita y pone rey en Primera. Rayo, Betis y Almería, los más goleados, eran hasta la jornada pasada los tres últimos.
Un dato más que significativo y que pone de manifiesto la trascendencia que para la clasificación tiene para el Almería el salvaguardar su portería, es que de los siete triunfos que ha logrado a lo largo del curso actual, seis de ellos, el 86 por ciento, han sido conseguidos manteniendo la portería a cero.
Únicamente en Valencia el equipo de Francisco fue capaz de sumar los tres puntos habiendo encajado un gol. Fue su primer triunfo de la temporada por 1-2 en Mestalla.
A partir de ahí, en los otros seis encuentros en los que el Almería ha conseguido el máximo botín, ha sido, fundamentalmente, como premio al buen trabajo defensivo del equipo, ya que en ninguno de ellos vio batida su portería.
Dos triunfos fuera de casa , ante Osasuna y Betis, ambos por 0-1. Y cuatro victorias en el Estadio Mediterráneo. Dos por 1-0, ante Valladolid y Getafe, otra por 2-0 ante el Atlético, y la más brillante, tanto por el marcador, como por el juego del equipo, la conseguida ante el Granada por 3-0.
Miedo a perder
Se puede observar que sólo hay un triunfo encajando un gol y cero victorias cuando el número de goles ha sido superior a uno. Estos datos los tienen en su mente los jugadores rojiblancos y explican la razón por la que para ellos recibir un gol es equivalente a ser alcanzados por un torpedo en su línea de flotación, ya que saben que la misión de remontarlo es prácticamente imposible, tanto en casa, como fuera.
Si el Almería es hoy penúltimo en la clasificación, es como consecuencia del abismo que existe entre los goles marcados y los recibidos y que ponen de manifiesto que el equipo técnico no ha sido capaz de dotar al Almería del equilibrio necesario para ser más competitivo en la lucha por la salvación en Primera.
El 86 % de los triunfos, con la meta a cero
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