viernes, 31 de enero de 2014

Veinticuatro horas y dos incógnitas

La llegada de un delantero y la cesión del lateral Raúl García se tornan muy complicadas
PABLO LAYNEZ |  DIARIO DE ALMERÍA

El mercado de fichajes se cerrará esta noche cuando las manecillas del reloj lleguen a su posición de origen, esto es, las doce de la noche. Hasta ese momento tendrá la secretaría técnica del Almería para enviar el correspondiente fax a la Federación de Española de Fútbol para anunciar una llegada o una salida, operaciones en las que trabaja el conjunto rojiblanco a marchas forzadas pese a que ha tenido todo un mes para evitar esta desesperación final.

La secretaría técnica, encabezada por Alberto Benito, tiene la difícil misión de completar hoy 31 de enero una cesión y un fichaje. Una salida y una entrada. Descargar peso para volver a cargar al camión rojiblanco. En tan poco tiempo, y tal y como están el mercado y la economía de los clubes, es muy complicado que el Almería cierre el mercado invernal plenamente satisfecho. Pero no le queda otra que intentarlo porque la salvación bien podría depender de algunos de estos aspectos.

En lo que se refiere a la llegada, quizás la operación más importante, el club se debate entre la necesidad o no de buscarle un sustituto a Rodri, cuyo tobillo ha hecho saltar la alarma en el seno del club. La reciente visita al doctor Ripoll dejó como resultado un parte médico de seis semanas más de baja, algo que nadie esperaba tras tanto tiempo en el dique seco por un simple esguince. Sin embargo, desde el club se espera que el sevillano se trate con los factores de crecimiento que le han propuesto y que los plazos se reduzcan a la mitad. Si así ocurriera, el ataque estaría bien cubierto con Jonathan, Óscar Díaz y el propio Rodri una vez que pierda el miedo a las molestias que siente en su articulación.

Sin embargo, si la recuperación del ex del Barcelona y Zaragoza no es la adecuada, sí que haría falta alguien para la delantera una vez que se ha visto la sequía que padece Óscar Díaz. Aunque la secretaría técnica tiene varios frentes abiertos, encontrar a estas alturas un delantero goleador es pedirle peras al olmo. El mercado español está prácticamente descartado y sólo puede esperarse algún futbolista foráneo, que necesitará su período de adaptación.

En la operación salida sólo hay un nombre: Raúl García. El gallego sabe que tiene muy difícil jugar en el equipo tras la llegada del tarifeño Mané en el pasado mes de diciembre. La situación está igual que en verano, cuando tenía por delante a Dubarbier y a Christian. Francisco y el club le han explicado que lo mejor para él sería una cesión para que tuviera minutos y pudiera seguir su progresión como jugador, ya que el Almería no quiere desprenderse de él. Sin embargo, la intención del gallego es la de no marcharse.
Veinticuatro horas y dos incógnitas

Retales y parches
Raúl Piñeiro / Sport Almería

Realmente uno no tiene más que asombrarse y dar gracias de que el Almería esté donde esté, porque, si nos paramos a pensarlo, parece un milagro. La masa social es escasa, el presupuesto es muy bajo, la plantilla un conjunto de retales y, por encima de todo, unos servicios médicos, en general, que parecen que más que sanar empeoran la salud de sus futbolistas. Y hablo del conjunto de los servicios médicos, y no me refiero sólo a esta campaña, aunque el penúltimo caso está más que candente. Rodri, que ya ni recuerdo ni cuando se lesionó, ni porqué, sigue de baja. Y lo peor es que no tiene fecha concreta para volver. Lo que en un principio parecían un par de semanas o tres, ahora se ha transformado en tiempo indefinido. Y su baja, por encima de cualquier otra, es más que sensible. Porque mucho se cuestionó al delantero soriano cuando se hizo su fichaje, pero a base de goles se encargó de salvar bocas y de conseguir puntos decisivos para el Almería. El conjunto almeriense, desde que no está Rodri, anda como perdido. Nostálgico. Además, la falta de tino de Oscar Díaz agrava el asunto y aunque Jonathan lograra un gol decisivo ante el Getafe, la sensación es que este Almería, a falta de Rodri, necesita un goleador para antes de ayer.

Y así estamos, con el mercado invernal viviendo sus últimas horas y con el Almería, dicen, peinando el mercado sudamericano. A saber que traen, si es que traen algo. Porque nada hace indicar que estemos muy interesados en reforzar el equipo, pese a las evidentes carencias que tenemos. Laterales, mediocentros, delantero… Parece que si cae algo, será esto último, y yo aún no lo tengo claro. Y en realidad es una pena, porque por enésima vez dejamos escapar una oportunidad de enmendar el entuerto y de no vivir al límite. Porque el Almería sigue jugando con fuego, invierte menos de lo justo y, a partir de ahí, que sea lo que dios quiera. El caso es que, del mismo modo que el año pasado, en el ascenso más barato que recuerdo, logró el premio, nadie puede decir que este año, con un descenso barato, tampoco vaya a lograr la permanencia. Pero yo me quedaría mucho más tranquilo si supiera que tenemos jugadores en condiciones, de garantía. Porque, por poner un ejemplo, Atlético de Madrid y Real Madrid han puesto en el mercado a dos jóvenes mediocentros, Guilavogui y Casemiro, que para los dos grandes de la liga aún están verdes, pero que en el Almería nos harían un apaño. En cuanto a delanteros, ahí está Thievy en el Español. Parece que acabará saliendo a otro equipo de la liga, pero el Almería ni siquiera se ha molestado en tantea

Y el problema es que otros equipos, rivales por la permanencia, no están quietos. El Betis, pese a que está más para allá que para acá, ha hecho ya tres fichajes, y los que le quedan. El Rayo Vallecano también anda reforzándose. Osasuna, Valladolid, Celta… Y nosotros a verlas venir, y lamentando nuestra mala suerte con la lesión de Rodri, con los puntos perdidos en los últimos minutos y qué sé yo… Ojalá el presidente nos dé alguna alegría en estas últimas horas, aunque mucho me temo que con Zongo y los parches de Hans Martínez y Mané tendremos que conformarnos…
Retales y parches

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