El filial deja atrás a un rival directo que podía enviarlo a la plaza de colista
FRANCISCO G. LUQUE | DIARIO DE ALMERÍA
La llegada de Rivera parece haber actuado como revulsivo en el filial
El nuevo técnico de la Unión Deportiva Almería B, Miguel Rivera, ha llegado al banquillo rojiblanco con tres puntos importantísimos para el equipo bajo el brazo. Dulce debut el del malagueño ante el Atlético Sanluqueño, donde también había una nueva cara, cumpliéndose el dicho de entrenador nuevo, vida nueva. No era un comienzo nada fácil para el ex del Écija Balompié, pero preparó a conciencia su primera final con el filial almeriense y supo transmitir a sus nuevos jugadores a lo largo de su primera semana de trabajo la fuerza que debía desprender el equipo y lo exigente que sería hasta final de temporada. Aunque es pronto para decirlo tajantemente, ya que puede ser casualidad y quedarse en un espejismo, lo que está claro es que el cambio de aires en el filial del Almería ha traído tres importantísimos puntos.
El Almería B no solamente debe celebrar que rompe una mala racha y que suma un triunfo que necesitaba como el comer, también debe sentirse orgulloso de haberlo hecho ante un rival directo al que ahora deja a cuatro puntos por detrás, algo clave teniendo en cuenta que los gaditanos le tenían el golaverage ganado a los almerienses por su victoria en el Mediterráneo, el 15 de septiembre en la 4ª jornada de la competición liguera, tras ganar 1-4. Y lo siguen teniendo a favor los de Sanlúcar de Barrameda a pesar de su tropiezo ante los rojiblancos por 0-1 esta última jornada. El panorama para el filial hubiese sido muy distinto de no haber logrado sacar fruto en El Palmar. Una derrota les habría condenado a compartir el farolillo rojo con el Écija, al único rival directo de la zona baja al que le tiene ganado el golaverage, y ver como el Atlético Sanluqueño les hubiese pasado en la tabla. Pero se hicieron bien los deberes, y gracias al gol de Michel Zabaco, los almerienses se quitan de encima momentáneamente bastante presión, aunque no deben dormirse nada en los laureles, porque el resto de equipos tampoco dan tregua y los puestos de permanencia siguen a dos puntos. Esta semana, ante el Granada B, se verá si el efecto Rivera sigue su curso positivo y continúa dando vida a la esperanza rojiblanca.
Una victoria de valor doble
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