Suso se juega el indulto del público. Los buenos minutos del gaditano en El Madrigal avalan su regreso al once frente al Getafe
Soriano también apunta a la partida de inicio
PACO GREGORIO | DIARIO DE ALMERÍA
Ahora que Del Nido ha puesto de moda el término en el ámbito deportivo, Suso intentará buscar el indulto de su afición este mediodía frente al Getafe aprovechando que sus buenos minutos en El Madrigal pueden provocar que Francisco lo devuelva al once titular. El delito por el que al talentoso jugador gaditano se le juzga en el Mediterráneo cada vez que toca el balón tiene que ver con su famosa ausencia a un entrenamiento en el mes de noviembre, algo que le ha pasado factura entre unos seguidores rojiblancos que hoy pueden dictar sentencia.
Para bien o mal dependerá exclusivamente de la magia que Suso sea capaz de extraer de sus botas, porque el mejor remedio contra la crítica siempre ha sido una actuación sobresaliente. El acto de indisciplina le ha costado a Suso varios partidos en el banquillo, tiempo en el que Barbosa le comió terreno, pero hoy ante el conjunto azulón se vislumbra un buen momento para poder redimirse ante su público.
A priori no será la única novedad que presente el técnico almeriense con respecto al duelo en Villarreal. Soriano también gana enteros para retornar a la alineación inicial ocupando el hueco de Tébar. Como todas las semanas, Francisco no ha dado pistas sobre la disposición táctica que empleará, pero tanto si repite el 1-4-3-3 de la semana pasada como si retorna al 1-4-2-3-1 más habitual cuando actúa como local, parece claro que apostará por futbolistas más ofensivos.
La otra incógnita a despejar se centra en si repetirá con Jonathan en punta de ataque o volverá a apostar por Óscar Díaz ante la ausencia una jornada más del pichichi rojiblanco, Rodri, quien ya ha advertido que no va a forzar su recuperación para evitar culaquier recaída que le haga perderse la temporada.
En sus apariciones, tanto el burkinés como el gallego han demostrado un trabajo infatigable con las defensas rivales inversamente proporcional a su acierto rematador ante el arco contrario, algo de lo que al fin y al cabo vive un delantero y circunstancia que provoca que se anime el debate acerca del fichaje de otro ariete antes de que el viernes expire el plazo invernal.
Sin una referencia clara en la vanguardia, la retaguardia también viene mostrando síntomas preocupantes en las últimas jornadas. Con 40 goles encajados en 20 partidos (a una media de dos por encuentro), el Almería es el tercer equipo más goleado de Primera, solo superado por el colista Betis y el Rayo, ambos con 47.
Y todo ello pese a poseer bajo palos a Esteban, uno de los arqueros más en forma de la competición liguera. La respuesta puede encontrarse en los despistes defensivos y las lagunas de concentración, que si en un principio se producían en el tramo final de los enfrentamientos, ese síndrome se ha trasladado ahora a los comienzos.
Tampoco ayuda en demasía que los laterales tengan mayor vocación ofensiva que de guarnecer su posición. Al menos 16 de los goles encajados vienen directamente por errores o fallos de los jugadores que ocupan ambos carriles.
El centro del campo es, quizá, la línea más consistente del plantel unionista, con la dupla formada por Verza y Azeez, que cada vez se complementa mejor, y la más que probable compañía de Soriano para acrecentar la presencia en el área contraria.
En las filas del Getafe, Luis García (que esta semana ha elogiado la dirección de Francisco) no podrá contar con Alexis, Gavilán y Juan Rodríguez por lesión y tampoco estará Borja Fernández por acumulación de tarjetas, mientras que recupera a Juan Valera.
El argelino Lacen y Míchel se disputan un puesto en las labores de organización. El resto del equipo, salvo la duda en ataque de Ciprian Maricao o Adrián Colunga, será el mismo que empató frente a la Real Sociedad. El aperitivo de hoy está servido.
Suso se juega el indulto del público
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