Equipo del Almería en la primera vuelta (Foto: JL Matarín. elalmeria.es)
JUANJO AGUILERA | IDEAL ALMERÍA
Dicen que la vida siempre da una segunda oportunidad y que más tarde o más temprano esta llega. ¿Siete meses es suficiente tiempo para que la historia, que dicen es cíclica, devuelva a la UD Almería la alegría que le quitó hace ese tiempo? Puede que sí. ¿Y cinco meses? Por qué no. Lo cierto es que el Villarreal le debe un par de esas alegrías que, pasado el tiempo, suelen echarse de menos. La primera alegría se escapó el 9 de junio de 2013 en un partido que dio al Villarreal tiempo para trabajar el retorno a Primera con 15 días de antelación -no hubieran cambiado muchas cosas de haber ascendido antes porque el Almería tenía el proyecto hecho de antemano y quince días más tal vez no hubieran dado para una cosa diferente, eso sí más descanso para una planificación más justa-. La segunda fue la de haber comenzado como los dos primeros años en Primera, con una victoria.
El caso es que las cosas son como son y la victoria de hoy, si se consigue, concederá una gran alegría, pero no es la misma que entonces. Eso sí, servirá para 'volver a empezar' de una forma distinta la segunda parte de un campeonato en el que el objetivo es hacer las cosas mejor de como se hicieron en la primera parte. Aquel inicio de temporada, que parece tan lejano pero puede que por el intento de olvidarlo que no por la distancia, dejó buenas sensaciones y malos resultados. Hoy tal vez lo de las sensaciones sobre, porque lo realmente importante son los puntos.
Francisco apostará por un equipo que se arrope. No tiene nada que ver el frío, sí la sensación de contención necesaria, como si con mayor número fuese más difícil dormirse como pasó en Bilbao. La convocatoria es la misma que entonces. Raúl García, con posibilidades de salir cedido, es la única baja por decisión técnica, mientras Nelson, Hans Martínez y Rodri no están recuperados del todo.
Las malas sensaciones
Puede que la cita llegue en mal momento, sobre todo para los rojiblancos. Aunque la Liga y la Copa sean competiciones independientes y que, incluso, no sean los mismos jugadores los que diputan una u otra, sí es verdad que los de Francisco comenzarán la travesía con unas sensaciones que se contradicen con las del inicio de campaña.
Los rojiblancos, con los titulares o con los supuestos suplentes, han desequilibrado la balanza del gusto futbolístico hacia el lado 'del mal' por culpa de una falta de intensidad impropia de quien debe ser intenso porque la calidad, a veces, no es suficiente para según qué equipos.
Hoy ocurre en El Madrigal como hace ocho días en Bilbao y el equipo que luchará por el triunfo con la UD Almería atesora calidad suficiente para ganar. En esa parcela, los rojiblancos tienen las de perder y será un fútbol intenso, sobre todo en defensa, lo que deba dar un plus que equilibre las probables carencias.
No dar facilidades es una de las claves ante un rival que exprime sus virtudes y esconde sus posibles defectos, que los tiene. Equipos como Getafe, Málaga, Valladolid o Sevilla le han sacado los puntos, aunque que no los colores. Pero su última victoria en casa, hasta golear a la Real el pasado lunes, databa de finales de octubre. Claro que el Almería ha sido equipo especialista en resucitar rivales -entiéndase como rival aquel al que debe enfrentarse, más allá de que los objetivos no sean los mismos-.
El Almería, por ejemplo, no es inferior o por lo menos juega por idénticos objetivos que Málaga o Valladolid, por lo que también puede hacer valer sus armas para superar a un rival con problemas como local y, pese a ello, es un equipo que ocupa la sexta plaza entre los que más puntúan en casa. Eso sí, hasta cinco equipos han puntuado en El Madrigal y no es descabellado que el Almería pueda ser el sexto.
Más compacto
Para ello habrá que aplicar idéntica fórmula a la que utilizó frente al Granada. Lo de tener el balón no es una máxima. Ante el equipo nazarí no lo tuvo, pero sí supo aplicar la posesión de que dispuso para hacer daño, mucho daño. Y de eso se trata hoy, de herir a los de Marcelino García Toral.
Los rojiblancos lo harán, posiblemente, con un once parecido al que jugó en San Mamés en la anterior jornada. Francisco sigue sin poder utilizar a Rodri y Nelson, habituales titulares, por lo que Rafita y puede que Óscar Díaz sean los ocupantes del lateral diestro y de la posición de hombre en punta. De todas formas, parece más que probable que el Almería actúe con tres centrales como método para estar 'arropado' e impedir el osado sistema del 'submarino'. En ese caso, debería haber un 'damnificado'. En la primera aplicación del sistema, en Valencia, Soriano y Aleix Vidal no aparecieron y sí Suso y Barbosa. Ahora no están ni Rodri, lesionado, ni Suso, que parece haber perdido el sitio, y podría entrar esa 'fórmula' tan en moda del falso 9, con Óscar Díaz, entonces, como 'elegido' para la suplencia.
La ida no es referencia, como tampoco el partido de Copa del pasado jueves en el que los castellonenses cayeron eliminados a manos de la Real, a la que el lunes le había metido cinco. Sí parece probado que con cinco defensas o con cuatro, son fijos en el once Esteban, que estará bajo palos; Rafita y Dubarbier, en las bandas, con Ángel Trujillo y Marco Torsiglieri, como centrales. Marcelo Silva entraría entre ambos, apostando así por un sistema de más contención.
El centro del campo parece tener inquilinos fijos en el 'centenario' Verza y el joven Ramón Azeez. Lo que puede cambiar es la del ataque 'en segunda oleada', en la que estarían Aleix Vidal y Hélder Barbosa, con Soriano o Marcos Tébar en esa posición de jugador adelantado del 'trivote' en el centro del campo, siendo Óscar Díaz, como queda dicho, el que quede fuera del once.
Un rival complicado
El Villarreal, por mucho que haya quien se lleve a engaños, no es rival de la Liga del Almería. Es cierto que, a comienzos de temporada, los rojiblancos perdieron la ocasión de haberle hincado el diente, pero el acierto en los cambios de Marcelino y los descuidos de la UDA le 'obligaron' a mirar para otro lado cuando pudo dirigir la vista hacia la victoria.
Fue el primero de una serie de partidos en los que el lamento por un resultado que pudo llegar y no lo hizo ganó a las sensaciones. Fue época, casi, de ver que el efecto 'gaseosa' pasaba. Pero este Almería ha crecido y sus conquistas en la segunda parte de la primera vuelta -cinco victorias en nueve partidos- le han dado la madurez necesaria para 'tratar' ante rivales de la 'calaña' que tiene el equipo amarillo.
El Villarreal fue el primero en aprovecharse de la bisoñez rojiblanca, claro que con una plantilla para luchar por Champions, como ha quedado demostrado con el paso de las jornadas. Sexto mejor equipo en casa, cuarto mejor como forastero, son datos que hablan a las claras de la calidad de una plantilla que tiene gente válida en el campo, por supuesto, y también en el banquillo.
Una escuadra, la de Marcelino, que no podrá disponer de Pantic, con una lesión muscular sufrida el pasado jueves, así como tampoco con Cani, Íñiguez o Farinós, pero que sí podrá disponer de Giovani dos Santos, que no estuvo en Copa por una gastroenteritis de la que parece estar recuperado. Quien sí estuvo en esa cita y vuelve al equipo en Liga es el paraguayo Hernán Pérez, tras tres semanas fuera de un equipo que seguramente actuará con Sergio Asenjo, bajo palos; Mario, Musacchio, Chechu Dorado y Jaume Costa, en defensa; Trigueros -el hombre clave en la ida- y Bruno Soriano, en el centro del campo, con Aquino y Moi Gómez, en las bandas, por detrás de Uche y Giovani dos Santos, en punta.
El Villarreal no es un rival fácil, pero El Madrigal 'nos' debe una alegría (o dos).
El Madrigal nos debe una alegría (o dos) - Unión Deportiva Almería S.A.D.

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