P. G. | DIARIO DE ALMERÍA
Francisco Rodríguez tuvo que hacer referencia de forma inevitable a su futuro en la previa de la visita a Mestalla para dejar constancia de que una destitución nunca representaría un alivio: "Yo no pienso en lo que va a pensar Alfonso, ¿cómo voy a sentir un alivio por dejar de hacer lo que más me gusta? Lo único que me queda es trabajar más porque no llegan los resultados. Somos unos privilegiados y no me voy a quejar por nada".
El preparador almeriense ve con normalidad que se hable tanto de su complicada posición dada la mala racha del equipo: "Al final intentamos aislarnos de todo y solo pensar en trabajar. Que se hable de mi futuro es normal porque el equipo lleva diez jornadas sin ganar y hay que aceptarlo. Soy consciente de la situación y solo me importa sacarla adelante con un partido importante".
Lejos de apuntar al nivel de la plantilla y a posibles refuerzos, el zapillero mantiene un discurso coherente desde que se hizo cargo del banquillo: "Soy realista y si estoy aquí es porque el proyecto es humilde a nivel de entrenador y jugadores. Para mí los que tenemos son los mejores y con eso vamos a estar convencidos. Mientras ellos crean que vamos a lograr tres puntos lo vamos a intentar. Son los que han querido estar y nosotros quisimos que estuvieran".
Tras buscar el triunfo por todos los medios, solo queda persistir: "Hemos cambiado de jugadores, la verticalidad y aún no hemos encontrado el camino, seguiremos buscando alternativas con los jugadores que tenemos porque no podemos traer a otros".
Francisco: "Dejar de hacer lo que más me gusta no sería un alivio"
No escucha comentarios pero comprende que se hable de su futuro, muy obligado a ganar
ALMERÍA360 | PACO ALONSO
La rueda de prensa pre-Valencia comenzó más pendiente de lo que puede pasar con él que con respecto al próximo rival, que ya está a la vuelta de la esquina. Eso significa que sigue primando más lo extradeportivo a lo deportivo, que el Almería sigue en convulsión y que es más necesaria que nunca la primera victoria. Es de pura lógica que conforme van pasando las jornadas, y ya son diez las consumadas, se hace más y más obligado incluso por salud mental, pero se ha entrado en un círculo vicioso del que es muy complicado salir.
Francisco no ha eludido hablar sobre el tema, como no lo hace de ninguno, y en relación a lo que esta pasando ha admitido que se hable de él y de su situación, y ha insistido en que con el trabajo que se hace, incluso más todavía, metido en su despacho desde las ocho de la mañana, los resultados tienen que venir. Lo único que le importa es sacar adelante al equipo y lo siguiente es un partido importante que tienen que ganar y que además cree que van a ganar. El Valencia también está tocado, sumido en una mala racha, y encima con unos objetivos previos mucho más altos. A eso se une que Mestalla no gasta bromas con sus propios jugadores y que los nervios pueden jugar a favor de la UDA.
El choque se encara sin tiempo para prepararlo, pero con la ilusión de poder hacer las cosas bien, de poder cambiar la dinámica y con Suso en la partida. Tiene claro que marcar primero es importante frente a unos jugadores que el Almería no puede tener. Su secreto es llegar al final del partido con opciones, y más en concreto con opciones de ganar. Defendió, no obstante aseguró que para él su plantilla es la mejor, la que hay, con la que se tiene que jugar. Por ello, y porque no es viable, no pide refuerzos y prefiere no quejarse de su armamento.
Aislamiento de Francisco, centrado en el trabajo de levantar al Almería en Valencia
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