PABLO LAYNEZ | DIARIO DE ALMERÍA
No han pasado ni cinco días desde que leyeron la previa del partido ante el Villarreal. Prácticamente sin haber asimilado que la Liga ha arrancado, ya tienen ante ustedes la segunda jornada de la competición que, cómo no, abre un Almería que cerró la pasada. La Liga de Fútbol Profesional lleva tiempo haciendo barbaridades con los horarios y echando a la afición a marchas forzadas de los estadios. Parece difícil superar barbaridades pasadas, pero si se ponen lo consiguen.
Y una de ellas, por fuerte que suene, es la adulteración que supone que un equipo se enfrente a otro no ya con tan poco tiempo de recuperación, sino con dos días más de descanso. El Getafe jugó el sábado por la tarde ante la Real Sociedad y el Almería lo hizo el lunes por la noche. Cuarenta y ocho horas más para reponer fuerzas ha tenido el conjunto de Luis García sobre el de Francisco, que no anda tampoco muy boyante de efectivos como para hacer rotaciones y que éstas no se noten. Hace tiempo que la mejor liga del mundo no es la española por detalles como éste.
Cuerpo técnico y plantilla han tratado de poner al mal tiempo buena cara y nada al dicho al respecto. Desde el principio han apelado a la profesionalidad y a la buena intención de quienes mandan, pero en los minutos finales de partido sí puede notarse el cansancio. Sobre todo en estas fechas tan calurosas.
Para minimizar el efecto cansancio, los rojiblancos saben que tienen que pulir los defectos que mostraron ante el Villarreal. El equipo jugó bien, gustó y se gustó. Pero pagó la inocentada del debut en Primera al no echarle el formol que necesitaba el encuentro en los minutos finales. Con la lección aprendida y con la misma convocatoria, Francisco confía en sumar los primeros puntos en el Coliseum Alfonso Pérez, estadio en el que se consumó matemáticamente el descenso a Segunda en la temporada 2010-11.
Aquello ya está más que superado y lo de esta noche es harina de otro costal. De hecho, como son las cosas, el portero de aquel Getafe está ahora en el Almería, Óscar Ustari. Quizás la única duda que tenga esta noche el míster almeriense sea la de Dubarbier o Christian. El excordobesista acusó defensivamente su vocación ofensiva y aunque en la primera parte sí que cerró su banda, en la segunda hubo una autopista por la que entraron los tres goles amarillos. Para jugar fuera, y más con un hombre tan peligroso y experimentado como es Pedro León, quizás Christian tenga más papeletas.
La sorpresa está en la convocatoria, en la que vuelve a entrar Kiu, que el lunes demostró que su velocidad y técnica pueden serle muy útiles al equipo rojiblanco. Nelson y Torsiglieri, que el pasado miércoles recibió el alta médica, no han viajado a Madrid. Los dos últimos en llegar todavía no se han estrenado y si esta tarde Francisco alinea a Christian, la defensa será la misma que la que la temporada pasada jugó muchos partidos en Segunda.
En lo referente al Getafe, Luis García tendrá que tener en cuenta la bajas por lesión de Jaime Gavilán. Es el único que se perderá la jornada por ese motivo, ya que Álvaro Vázquez, ausente en el estreno liguero del equipo azulón por una contusión en la rodilla derecha, se ha recuperado a tiempo. Sólo Juan Rodríguez, Alberto Lopo y Angel Arroyo se quedaron fuera de la lista por motivos técnicos. La venta de algunos jugadores como Abdel Barrada, Miguel Torres y Xavi Torres ha creado una nebulosa de pesimismo en la afición, lo que ha llevado a muchos futbolistas getafenses a pedir tranquilidad. Esto puede ser una buena baza a favor del Almería si es capaz de saber jugarla.
Quitarse las penas
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