La UD Almería, con el conocimiento de lo vivido en la primera Liga, quiere romper encuestas ante el Villarreal
JUANJO AGUILERA | IDEAL ALMERÍA
Dicen que alguien sin cicatrices no te puede dar un buen consejo. El Almería jugó su primer partido en Primera División con el conocimiento de los resultados de una encuesta demoledora. Un diario deportivo de tirada nacional dictaba la sentencia realizada entre técnicos y jugadores de la máxima categoría sobre un descenso cantado de la UD Almería, sin haber jugado un solo partido en la Liga de las Estrellas. Con el paso de las jornadas, Unai Emery y los suyos no solo cambiaron el resultado de las teorías, sino que las hicieron añicos y se quedaron a las puertas de Europa, en donde no entraron por ‘mal de altura’ y por sensatez, porque hoy se disfruta de fútbol en Almería por no haber intentado ampliar la ‘tourné’ de aquellos ‘charters’ por el viejo continente, que hubiese sido provocar la ‘banca rota’ de una entidad rojiblanca que ahora goza de buena salud.
Aquella encuesta fue, en el vestuario de la UD, como esas imágenes de santos que adornan las mesitas de las habitaciones de un hotel donde se hospeda un torero, un lugar al que dirigir las miradas, en unos casos –los segundos– para pedir protección divina, y en otros –los primeros– como ‘acicate’ para derrumbarlo.
Vida corta
Las encuestas, como los pronósticos, tienen vida corta. En este caso, lo que dura la competición, pero ni los vaticinios ni los pronósticos encarnan una verdad absoluta. Si así fuese, no habría ricos por un acierto en las quinielas, ni equipos humildes en presupuesto capaces de darle sustos a los ‘todopoderosos’.
Si los pronósticos y las ‘sinergias’ fuesen sentencias, hoy, tal vez, nadie iría al Estadio de los Juegos Mediterráneos a ver un partido de Primera División y sí de Segunda porque las sensaciones de aquel partido frente al Murcia, en La Nueva Condomina, parecieron una sentencia para un equipo que daba la sensación de estar ‘muerto’. El tiempo demostró que ‘estaba de parranda’. Hoy, el dinero genera corrientes de opinión que dictan no apostar al triunfo de la UD Almería frente al Villarreal, pero si el fútbol tiene algo bonito es que los partidos se juegan en el campo y no en la barra de los bares, que el feroz león huye cuando la manada se junta y que el dinero sirve para comprar jugadores, pero sobre el césped juegan, de inicio, once contra once.
Es la hora de comenzar a exponer el trabajo de una pretemporada marcada por el tardío inicio que conlleva ser el último en ascender, sin que eso sea o signifique falta de aptitud, de actitud o de ilusión. La UD Almería debuta hoy en Primera División en una nueva etapa, tras dos temporadas curtiéndose en Segunda, con una plantilla en la que más de la mitad no ha pisado la Liga de las Estrellas más que en sueños, pero que seguro desborda ilusión y hambre, como el que más, de demostrar que puede jugar entre los mejores.
El debut se produce ante un Villarreal que se ha reforzado para no pasar apuros, con un presupuesto que no es ni por asomo el de la UD Almería. El del equipo que preside Fernando Roig duplica la cantidad que tiene el equipo rojiblanco, que incluye en el presupuesto la construcción de la ciudad deportiva y que merma la partida para la plantilla. Sin embargo, que no se olvide que la temporada del descenso de los amarillos el presupuesto previsto en los del ‘submarino’ era de solo ocho millones menos que el de ahora, que es de medio centenar de millones de euros. Entonces, como en años anteriores en los que incluso llegó a jugar una semifinal de Champions y a perderla por un penalti fallado por Riquelme, nunca ganó en el Mediterráneo.
Siempre hay tiempo para romper las estadísticas, las malas o las agoreras. Por eso, hoy es día de ‘cicatrices y consejos’, de curar las unas o de recibir los otros para un equipo rojiblanco que ante el reto de la permanencia necesita la obligación de las conquistas, sobre todo en casa.
El valor de los puntos
Si bien es cierto que los puntos valen lo mismo fuera que dentro, no es menos cierto que arrancar con triunfo cuando la ‘tempestad’ es ‘caldo de cultivo’, cuando se trabaja periódicamente con el ‘viento en contra’ –que le pregunten a Emery, al Javi Gracia o al propio Francisco las críticas de las que fue objeto por ciertos sectores, incluso de aquellos que hoy le dan ‘palmaditas’ en las espalda– es un paso en firme para ir certificando propósitos.
Habrá que hacerlo con un estilo que ‘casa’ con el fútbol realizado por los equipos del técnico almeriense en una etapa reciente –no es mucha la experiencia en los banquillos–. La intención es querer tener el balón, aunque el objetivo, en posteriores partidos y hoy también, será complicado. Su cabeza dicta ‘sentencia’ y se sabe el cómo pero no el con quiénes. Apunta, por lo extraído de la pretemporada, a un once tipo y pocas variaciones si no es el que los muchos entrenadores que existen en proponen.
La pretemporada, las sesiones de entrenamiento, han dejado entrever que hay jugadores que tienen su sitio fijo y tres puestos que pueden variar dependiendo de cómo se pretenda sea el camino. La primera duda está en el lateral zurdo. Dubarbier ha hecho una gran pretemporada, pero Christian tiene la experiencia de ya haber jugado en Primera División y de saber, por tanto, los trucos de la Liga de las Estrellas.
Si se quiere un centro del campo más aguerrido habrá que hilar fino. Verza parece fijo, pero su acompañante está entre Corona y Marcos Tébar. El talaverno está de ‘dulce’, como si no hubiese habido ‘descanso’ vacacional y uno de los hombres claves del ascenso es ‘garante’ del mejor juego hecho por los rojiblancos en la pretemporada. Su presencia arrastra a mirar de otra forma el segundo punta porque su presencia puede desembocar en la de Soriano.
Bien es verdad que Rubén Suárez ha sido uno de los hombres destacados en el periodo de ‘puesta a punto’ que, por otra parte, todavía no ha concluido, como también lo ha sido el coreano Kiu, convertido en novedad porque está entre los 18 convocados. Se antoja un equipo con Esteban; Rafita, Trujillo, Pellerano, Christian; Verza, Corona; Aleix Vidal, Soriano o Rubén Suárez, Suso, y Rodri.
Metas distintas
Enfrente un ‘rey Midas’, con dinero para gastar y para conquistar metas bastante más atrevidas que la de la permanencia para quien vuelve de un año en el purgatorio de la Segunda División. Pero ese año es una pesadilla, que ha tardado un año en aparcarse. Ha gastado el dinero que le permite una economía saneada, con el aval de la buena gestión de Fernando Roig, y será un equipo a tener en cuenta, con jugadores como Giovani dos Santos, Tomás Pina o de Gabriel Paulista, pero no es tanto lo que ha llegado como lo que no ha salido, especialmente Musacchio y Bruno Soriano, llamados por equipos grandes, dispuestos a llevarse a dos piezas claves para el equipo de Marcelino García Toral. El asturiano tiene en sus manos una plantilla joven, con un banquillo suficiente y con un bloque que en la pretemporada ha demostrado confianza en sus posibilidades.
El técnico solo tiene la duda de si Musacchio, que inició la semana con problemas de rodilla, puede estar en el once y parece que sí. Quienes no estarán son los lesionados Javier Farinós y Bojan Jokic, al igual que el recién llegado Paulista y Moi Gómez, que no entró por decisión técnica.
Así, el once sería Asenjo;Mario Gaspar, Musacchio, Pablo Íñiguez, Jaume Costa;Cani, Bruno Soriano, Pina, Hernán Pérez;Uche y Giovani dos Santos.
Las cicatrices y los consejos - Unión Deportiva Almería S.A.D.
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