sábado, 31 de agosto de 2013

Brujas de medianoche

Cuando ya habían pasado los cuatro minutos añadidos por Álvarez Izquierdo, Boakye empató en fuera de juego 
La expulsión de Dubarbier ató de pies y manos a los rojiblancos
PABLO LAYNEZ |  DIARIO DE ALMERÍA

Verza, Rodri y Tébar celebran el segundo tanto, obra del oriolano de penalti

Una noche cerrada y cálida recibió al Almería en su estreno en el horario más disparatado de la Liga de Fútbol Profesional. Gracias a ésta, la afición acudió en los prolegómenos en un número inferior al que hubiese ido a las repudiadas cinco de la tarde, las gradas volvieron a verse con huecos vacíos. Sí, gracias a la LFP muchos socios rojiblancos que pagaron su abono hace unos meses ya se han perdido su primer partido. Seguro que fueron miles los asiáticos que ayer se daban tortas para ver cómo el Almería buscaba su primera victoria.

Pese a la hora y los cambios alimenticios que ello supuso para los jugadores, Francisco repitió por tercera jornada consecutiva el once titular. De hecho, el único cambio significativo es que la marcha de Rubén Suárez del equipo supuso la entrada en la convocatoria de Azeez y fue Torsiglieri el descarte. Tal y como se esperaba, la principal batalla se presentaba en el centro del campo. El Elche puso músculo para frenar la velocidad de toque local, por lo que el primer golpe vino desde la banda.

Apenas se habían cumplido diez minutos cuando Soriano, que ya había efectuado un tremendo chut desde unos quince metros que obligó a lucirse a Herrera, adelantó al Almería. Jugada larga y vertical conducida por Verza y Suso, balón que cae en Rafita y su centro al área acaba con un gran cabezazo del maño a las mallas. Como ante Villarreal y Getafe, la alegría inicial de los de Francisco daba sus frutos.

Por cómo se habían solventado los dos choques anteriores, se había hablado de brujas y de posible psicosis en el equipo. Pero lo cierto es que los rojiblancos están plenos de confianza y su juego vistoso y vertical, engancha. Sin embargo, defensivamente el nivel no es el mismo. El Elche estaba perdido, no había dado dos pases seguidos hasta que terminó empatando en su primera llegada al área de Esteban. Fidel cambia de ritmo en la derecha para romper a su par y su centro, bombeado al segundo palo, no encuentra rematador sino la mano de Dubarbier. Penalti claro e innecesario. Sin méritos suficientes para ello, como tampoco lo hicieron Villarreal o Getafe, los ilicitanos empataban demasiado pronto a través de Albácar.

El 1-1 volvió totalmente loco el partido y hasta en la locura, el Almería se desenvolvió mejor. Rodri pudo haber dado nuevamente ventaja a los rojiblancos, pero el línier señaló fuera de juego. Acto seguido, Esteban hizo un paradón imposible a remate a bocajarro de Coro. Y cuando los aficionados ya hacían cola para ir al servicio, un chut de Aleix Vidal se estrella en la mano de Sapunaru. Verza coge el balón y, haciendo caso al meta visitante Manu Herrera, que le había dicho que se lo tirase raso y a la izquierda, pone de nuevo a los rojiblancos en franquicia sobre la bocina. El 2-1 era justo, pero faltaba toda la segunda parte. Mucho para sufrir.

El Elche dio un claro paso al frente tras la reanudación. A los de Francisco no les sorprendió, estaban bien posicionados y esperando una contra. Lo que no entraba en el guión fue la expulsión de Dubarbier a los 66 minutos, tocaba aplicarse defensivamente al doscientos por cien. La presión ilicitana fue un auténtico agobio y la muralla franjirroja se defendió como buenamente pudo con Esteban torreta de vigia infranqueable. Pero en la última jugada del partido, cuando el cronómetro superaba los cuatro minutos que había dado Álvarez Izquierdo, Boakye, que se encontraba en fuera de juego posicional, terminó empatando y provocando otra nueva decepción.
Brujas de medianoche

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