La madera se cruza en su camino

El catalán, el mejor, se ofrece por todos lados y es el único que chutó con peligro. Costa le hizo una entrada terrorífica al tobillo. Echa de menos un rematador para sus internadas
PABLO LAYNEZ / VILLARREAL / DIARIO DE ALMERÍA

Aleix Vidal intenta zafarse de Bruno, capitán del Villarreal

Pudo ser ayer el partido más completo de Aleix Vidal desde que viste de rojiblanco, una lección de madurez, un demostración de que el catalán no se achanta en las grandes ocasiones. Javi Gracia le dio un papel importante en El Madrigal. No iba a dedicarse sólo a romper por banda, tenía que pedir también mucho balón entre líneas para provocar el desconcierto en la zaga amarilla. Y lo hizo, vaya si lo hizo. Atacó, defendió y asistió. Lástima que no hubiera ni un solo hueco para Charles y que nadie aprovechara los espacios que él creaba.

En los primeros compases del encuentro pudo verse al Aleix Vidal más desequilibrante. Costa no sabía cómo frenar al tarraconense. Bueno, con el paso de los minutos sí que aprendió: le hizo una entrada terrorífica, con el pie apoyado y justo al tobillo, que no le costó ni una tarjeta amarilla. Pero si no era con violencia, Aleix se iba una vez sí y otra también. Así llegaron las primeras ocasiones de gol. No se habían cumplido ni dos minutos cuando un centro del diestro al corazón del área se pasea sin que nadie la empuje.

Poco después, llegó la ocasión que pudo cambiar el devenir del ascenso. Combinación entre Corona y Soriano, el maño cede de primeras para su internada y, aunque escorado, entre Aleix y el gol sólo se interpone Juan Carlos. El tarraconense chuta bien, raso y fuerte, pero la mano del meta amarillo desvía el esférico que termina estrellándose en el palo y saliendo por fuera. ¿Qué hubiese pasado si entra? Nadie puede saberlo, pero no hubiese sido nada injusto. Veinte minutos después, todavía en la vorágine ofensiva rojiblanca de la primera parte, esta vez fue Charles el que vio su desmarque y el catalán el que chutó con fuerza, pero su disparo salió a la izquierda de la meta. La defensa amarilla estaba sufriendo de lo lindo.

En la segunda parte, tras el 1-0, Aleix volvió a tomar protagonismo en busca de la remontada. La entrada de Jonathan lo desplazó a la izquierda y volvió a crear mucho peligro en sus apoyos en el centro. Juan Carlos volvió a sacarle una clara tras recorte dentro del área a Musacchio y disparo un poco centrado. Pero la ocasión de que la remontada hubiese sido posible llegó a falta de diez minutos. Jonathan lo hace todo bien por la derecha, pero falla al ceder el balón a Aleix que estaba solo en el punto de penalti. Da el balón demasiado flojo, mordido, y el tarraconense conecta el disparo a duras penas y fácil para Juan Carlos. El Almería necesita a este Aleix Vidal, al más motivado, para afrontar con garantias la promoción.
La madera se cruza en su camino