sábado, 1 de junio de 2013

El tapado de la temporada, al descubierto

Pocos contaban con ellos para el ascenso pero se han ganado, con buen fútbol y muchos goles, su derecho a pelear con los mejores
JAVIER GÓMEZ GRANADOS | IDEAL ALMERÍA

El conjunto gerundense es un equipo con un estilo de fútbol definido

El Girona es un equipo en fase creciente, preparado de inicio para luchar por la permanencia y sin embargo, llamado a pelear por el ascenso a Primera División. Sin grandes recursos económicos, los catalanes han hecho de la filosofía de juego de su técnico, conocido como Rubí, basado en el toque de balón, en las circulaciones fluidas y la capacidad goleadora de sus delanteros, una clave de éxito.
Su estilo de juego sigue el dibujo más utilizado por la mayoría de los equipos de liga profesional que buscan llevar la iniciativa en cada partido. El dibujo 4-2-3-1 lo han explotado con maestría a lo largo de toda la temporada, sobre todo en su propio estadio, hasta el punto de convertirse, a falta de dos jornadas, en el mejor anfitrión de la categoría, por encima incluso del Elche, al que superan por su mejor diferencia de goles en este apartado.
Iniciativa
Un detalle que no debe pasar desapercibido es que al Girona le gusta mandar. Confiados en sus posibilidades y con una carga de ilusión que les hace extremadamente peligrosos, los gerundenses gustan de tener el balón más que el rival, de decidir cómo se juega y sobre todo, dónde. Así, los hombres de Rubí pasan la mayor parte de cada choque en el campo del rival, apretando, templando, mandando y llegado el momento, matando. Al margen de los filiales, merengue y culé, son los más goleadores de la categoría, por encima incluso de la UD Almería.
Tienen hombres de gran fortaleza, técnica y experiencia en todas las parcelas del campo. Dani Mallo es el portero con mayúsculas, veterano y ágil en sus reacciones y en sus decisiones, al estilo del asturiano Esteban. Cuatro temporadas en Gerona le contemplan aunque antes ha jugado en Elche y Deportivo.
En defensa cuentan con jugadores sin mucho nombre pero con tantos minutos acumulados de forma conjunta que convierten sus defectos en virtud. Así, las carencias de unos las tapan las cualidades de otros, siempre gracias a su extraordinaria coordinación y complicidad. Migue y Richy son la pareja de centrales, con características muy distintas pero compatibles al cien por cien. Tal vez la salida con el balón sea su mayor problema. En las bandas, José y David García son los habituales. Ambos tienen tablas en el fútbol nacional y largo recorrido en su forma de jugar. Son complementos perfectos para el juego ofensivo que practica el Girona y puntales en su labor defensiva.
Otro lateral derecho, Luso, juega con asiduidad en la parcela derecha en el centro del campo, gracias a sus cualidades técnicas y a su gran velocidad. Tiene gol y es un peligro constante para cualquier rival. Junto con Jandro, en la media punta, y Jofre en la banda izquierda, conforman una línea de tres, por detrás del delantero, absolutamente letal. De hecho, Jandro, ex del Elche, es el cerebro del equipo, el que más ideas tiene y mejor las ejecuta y el que decide la velocidad con la que los suyos deben jugar. Por el pasan todos los balones y si algo le caracteriza es su gran criterio a la hora de tomar decisiones. También en la banda derecha, a veces en el doble pivote, tiene su hábitat otro de los mejores de este equipo. Juanlu Hens, capaz de desequilibrar en el uno contra uno, con gran velocidad y una facilidad para centrar balones más que llamativa.
Todos aportan
Hay más hombres importantes en la zona ancha, que dotan de diferentes opciones a Rubí. Así, Toni Moral es un baluarte de gran calidad y experiencia capaz de templar los nervios cuando más falta hace. Tébar es otra pieza importante en el doble pivote, capaz de recuperar innumerables balones en cada partido.
Jóvenes como Eloi Amagat y la incorporación de Moisés Hurtado, ex del Granada, completan un centro del campo que está rindiendo muy por encima de lo que se esperaba.
En ataque también hay madera. De hecho, el Girona es uno de los equipos más goleadores de Segunda División. Gerard Bordas, jugador de banda y otra alternativa para la entrada por los costados, muy del gusto del técnico, tiene ficha de delantero aunque suele jugar en la línea de tres posterior al hombre de área. Sanchón, media punta de gran calidad y capacidad para asociarse con los goleadores, es otro nombre importante.
Ion Vélez, ex del Athlétic y Numancia, es uno de los hombres llamados a hacer goles. También Benja, auténtico descubrimiento goleador esta temporada. Pero en ese apartado, el mejor de sus delanteros, el más peligroso es Javi Acuña, hombre potente y polivalente que hace trabajar a destajo a las defensas rivales en cada jugada de ataque.
Punto débil
La posesión del balón, la iniciativa y el paso al frente en cada partido, son las señas de identidad de este equipo. Todo ello, aderezado con un dosis alta de ilusión, ha convertido al Girona en serio candidato al ascenso. En el Mediterráneo quieren dar su penúltimo golpe y para ello saldrán decididos a mandar en terreno rival.
Sin embargo, si no son capaces de llevar la iniciativa o incurren en pérdidas que generen contragolpes de los hombres rápidos de la UD Almería, el guión se les puede venir abajo. Porque su línea más potente no es, precisamente, la defensa. Atacan con orden pero no repliegan igual de bien y por ahí reciben muchos goles. En cualquier caso, el Girona CF es un equipo con más virtudes que defectos.
El tapado de la temporada, al descubierto - Unión Deportiva Almería S.A.D.

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