Sin mirar a nadie, sube empatando ante el Girona y ganando en Villarreal
Puede hacerlo este domingo
PABLO LAYNEZ | DIARIO DE ALMERÍA
Si algo no van a tener entre sus manos los jugadores rojiblancos estos días es una calculadora. Nadie quiere hacer cuenta, todos piensan única y excluvisamente en el encuentro ante el Girona. Y es lo mejor porque teniendo el objetivo en su mano, lo mejor es estar centrado en el trabajo diario y que la cuestión madure y caiga por su propio peso.
Sin embargo, los que no son profesionales y sí viven de la emoción que les produce el fútbol, los aficionados, sí que están interesados en saber qué debe de hacer su equipo. Ganando los dos, sumando seis de seis [o dieciocho de dieciocho, que tiene más mérito], la Primera División está en la mano. No hay quien rechiste a esa operación, ni Villarreal ni Girona, los dos único que también tienen opciones de alcanzar la segunda plaza. Pero como sumar seis victorias consecutivas se antoja muy complicado, hay otra manera de subir sin depender de terceros resultados: empatar con el Girona en casa y vencer en El Madrigal. Con estos cuatro puntos, el equipo de Gracia también alcanzaría la gloria, aunque está claro que tendría que jugárselo todo a una carta en el estadio castellonense.
Como todo son matemáticas, opciones y cuentas hay muchas más. Pero entonces ya el Almería no dependería de sí mismo, sino que tendría que estar pendiente de lo que hicieran tanto villarrealenses como gerundenses. Puestos a quebrarse la cabeza, el equipo rojiblanco puede cantar el alirón incluso el próximo domingo en el Estadio de los Juegos Mediterráneos. Para eso, el Villarreal debería de pinchar [dos empates serían suficientes] en sus encuentros ante el Xerez [esta noche] y el Barcelona B, y los almerienses ganar al Girona.
Pero Gracia y sus jugadores son conscientes de que van a tener que ganar los dos partidos para ser de Primera. De hecho, sería la mejor manera de regresar a la máxima categoría. Del partido de El Madrigal ya se hablará, por ahora hay que tener los cinco sentidos en el Girona.
Nadie echa cuentas, pero ya están claras
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