jueves, 31 de enero de 2013

Aquella meta que soñaba defender

Ricardo se forjó en el filial y formó parte del plantel del ascenso a Primera. El sábado a las 16:30 vuelve a un Mediterráneo donde debutó ante el Vecindario
PABLO LAYNEZ |  DIARIO DE ALMERÍA

Ricardo atrapa un balón hace unas semanas en el partido ante el Cádiz

Hace no tantas temporadas, el Almería dejó escapar a futbolistas de la tierra que bien podían estar hoy defendiendo la elástica rojiblanca. Uno de ellos es Ricardo Molina, un meta formado en la siempre fructífera cantera de Los Molinos y que terminó de hacerse en el filial almeriense. En los dinámicos y álbumes aún figura su nombre, junto a los de Westerveld y Valerio, como uno de los integrantes de aquella histórica plantilla que lograron el ascenso a Primera. Aunque formaba parte del Almería B, era el tercer portero del primer equipo y llegó a debutar ante el Vecindario en el último partido.

Pero maldito último partido. Con el Almería ascendido y el Vecindario descendido, los nervios le jugaron una mala pasada y a los diez minutos fue expulsado. Entre que cumplía la edad para seguir en el filial y que eran tiempos de bonanza económica como para mirar a la cantera, Ricardo tuvo que hacer las maletas para seguir disfrutando de su profesión. Y ahí se fue fraguando un gran portero que ascendió con el Alicante a Segunda y llegó a jugar en el Bernabéu ante el Madrid en Copa, y que ha desarrollado toda su carrera en Segunda B en Orihuela, Badalona hasta que esta temporada ha llegado al UCAM Murcia.

Seis años después de abandonar su tierra, se enfrentará por primera vez a su exequipo y estará en la portería con la que soñaba con hacerse defendiendo los colores rojiblancos. "Volver a casa y jugar ante el equipo en el que tan buen años he pasado siempre es especial. Tengo una espina clavada desde aquel partido ante el Vecindario porque yo quería triunfar allí", asegura por teléfono móvil desde Murcia un Ricardo que verá muchas caras conocidas en su vuelta este sábado a las 16:30 al Estadio de los Juegos Mediterráneos: "Soy de la tierra y mi familia y mi gente estarán. Tengo que afrontarlo como algo natural, sin ninguna presión".

En aquella plantilla del ascenso también había otro nombre propio: Francisco. El míster del filial compartió vestuario con Ricardo aquella temporada, además de en Alicante y Orihuela. "Con Fran tengo una gran relación. Es una gran persona dentro y fuera de los terrenos de juego. Él conoce la casa, lee muy bien los partidos y por eso el filial está ahí arriba en un grupo tan complicado como el cuarto", indica el meta almeriense cuyo deseo sigue siendo volver más pronto que tarde a su tierra. Y es que aún con 28 años tiene muchos partidos por delante para disfrutar de su profesión: "Yo me formé en Los Molinos y la Unión Deportiva y ellos me lo dieron todo. El trato fue excelente y me abrieron las puertas de este deporte. En otra situación y con los clubes más desahogados, sí que me hubiera gustado triunfar en un club de Almería o de la provincia. Pero aún no descarto volver y hacerlo", finaliza el portero del UCAM Murcia que aparcará durante dos horas su amor por el Almería por temas profesionales
Aquella meta que soñaba defender

No hay comentarios:

Publicar un comentario