martes, 25 de diciembre de 2012

El consuelo de la Historia

La UD Almería mejora en puntuación a la del último ascenso a Primera División

JUANJO AGUILERA | IDEAL ALMERÍA
almería. Pese a las tres derrotas que de forma consecutiva ha encajado la UD Almería y que son motivo de análisis porque no toda la culpa de los ‘tres accidentes’ debe ser achacable a los árbitros, la UD Almería es mejor, en puntos, que la que lograra el ascenso a Primera División, en la temporada 2006/07, de la mano del inolvidable Unai Emery. Lo cierto es que el equipo que dirige ahora Javi Gracia supera en tres los 31 puntos que llevaba el equipo dirigido por el hondarribitarra y que al final de aquella campaña acabó segundo clasificado, por detrás del Real Valladolid, logrando derrumbar los muros de la historia.
Ésta ofrece consuelo para el actual equipo almeriense, aunque el consuelo tiene ‘asteriscos’ que son matices explicativos hacia las sensaciones, porque esta UD Almería está ahora ‘tocada’ por la zozobra de los resultados y del juego, aunque pueda haber también algo de resquemor por quienes provocan ‘los vientos’ que hacen que exista algo de inestabilidad. Los arbitrajes, está claro, no benefician últimamente a la UD Almería. El viernes, otra vez, una decisión de Medié Jiménez complicó la situación, pero también es cierto que siempre quedan cosas para arrancar esa manida ‘asidero’ a la que se enganchan los derrotados:el juego.
El fútbol y los números
La historia da motivos para estar felices. La más reciente, la que se refiere a la pasada temporada, tenía a los dos equipos ascensores, Deportivo de la Coruña y Celta de Vigo, con cifras muy similares a las que la UD Almería tiene esta temporada –36 y 33, con los rojiblancos con 34–, si bien el cuadro deportivista estaba en posición de ascenso directo, segundo a un punto del Elche, líder como ahora. Pero, el fútbol, como se dijo el pasado domingo tras la derrota ante los ilicitanos, premia al final a quien mejor juega y este ‘canon de belleza’ no está siendo común denominador del juego rojiblanco.
Desde que diciembre surgió, a la UD Almería le ha faltado una linea de regularidad en su fútbol. En este último mes del año, los rojiblancos han disputado cuatro partidos de Liga y en ninguno dio la sensación de superioridad, pese a que en El Sardinero se trajo los tres puntos. Hay aspectos que aparecen en los cuatro partidos. Ante el conjunto racinguista, un penalti inexistente sirvió para que el equipo cántabro se metiera en el partido por dos veces. Solo el primero sirvió para empatar y desató a una UD autoritaria en su propuesta, pero irregular y que pierde los ‘papales’ en algunas fases del choque. Se pidió la hora con 2-3 y el orgullo de Leo Ulloa, que dio un pase magistral, y el de Fernando ‘corazón de león’ Soriano, que hizo el gol, desterró fantasmas. Pero fue un aviso a ‘navegantes’.
Ante el Lugo no hubo capacidad de liderazgo en ningún momento del partido. Se puede hablar de un penalti no pitado a Leo Ulloa, pero otra vez de haberlo marcado solo se hubiese conseguido empatar. No hubo juego porque no hubo propuesta y esta situación se repitió el viernes.
Entre medias queda el partido de Elche. El único que tal vez tenga la excusa, expuesta con autoridad, de una nefasta actuación arbitral que influyó de forma clara en el resultado. El ‘neverazo’ para el colegiado Trujillo Suárez justifica su pésima actuación, aunque es como las ‘tiritas’, que se colocan después del corte y la pérdida de sangre ya es inevitable.
El problema es que quedan ‘resquicios’ de mal juego, como el primero y el último de las tres derrotas consecutivas, que aunque pueda tener justificación en la desazón que dejó la actuación arbitral en la primera parte son situaciones que no deberían aparecer nunca.
Tres semanas sin marcar
Además, lo preocupante es que el buen juego es el camino que conduce al gol y éste se ha visto resentido en los tres últimos partidos disputados en los que en los tres partidos el equipo de Javi Gracia se ha quedado sin ver portería, encajado tres goles que derivaron en la pérdida de nueve puntos.
Son consecuencias de situaciones en ‘inferioridad’. El viernes, por ejemplo, al equipo rojiblanco le falló ese orden necesario como recurso para tapar las vías de fuga. El Alcorcón creó muchos problemas por la falta de ayuda a la hora de tapar las bandas, lo que provocó ese desequilibrio. Además, faltó creación, de nuevo y, seguramente, la pegada de ocasiones anteriores.
Sensaciones que sirven para debilitar el consuelo histórico que conceden los números, que, al fin y al cabo, son solo números y que no permiten estar tranquilo, porque las estadísticas están para romperse.
Comparativa
Si hay que ver cómo han sucedido las cosas en las tres últimas temporadas de militancia del equipo en Segunda División A, es decir, la campaña 2006/07, la 2011/12 y la actual, por puntos, el actual Almería es el mejor de los tres. Curiosamente, la primera y la última tienen aspectos parecidos. El de los goles es un calco, pues tanto el de Emery como el de Javi Gracia tienen una diferencia a favor de +9 goles, como consecuencia de los 30 que ambos marcaron por los 21 que encajaron en su portería y la antítesis está en los puntos.
Si se observan los números, es curioso que el ‘peor’ de los tres en cuanto a puntuación sea el que logró el ascenso a la máxima categoría de la mano de Unai Emery. Éste, en 19 jornadas, había ganado 9 partidos, empatado 4 y perdido 6 –el que más partidos había perdido–. Fundamental su trabajo en casa, donde había sumado 22 puntos, por solo 9 lejos del Estadio de los Juegos Mediterráneos, en una temporada en la que también se miró a los árbitros, más concretamente al ‘paradigma’ del buen árbitro, según Mourinho, el valenciano Mateu Lahoz.
Está claro que el mejor Almería es el actual, por números. Con Javi Gracia, el equipo almeriense tiene algo más de equilibrio. Es el que más partidos ha ganado e iguala en partidos empatados con el del ascenso. El actual equipo rojiblanco suma 34 puntos, es el que más ha conquistado, con 20 puntos como local y 14 como visitante, tratando de asegurar esa máxima de que las permanencias se consiguen en casa y los ascensos en los desplazamientos. Equilibrado en gol a favor y en contra –casi un gol encajado por cada tres marcados (14-5)–, es fuera donde tiene más dificultades –16 a favor y el mismo número en contra–.
Sin embargo, todos esos números dan solo para ser cuarto clasificado y, de momento, en ‘caída libre’. Los números, en comparación con los que le sirvieron a Deportivo de La Coruña y Celta para ascender, en la pasada temporada, no son excesivamente mejores si se refiere al primero de ellos.
El equipo de José Luis Oltra, en la pasada Liga, había ganado 11 partidos, empató 3 y perdido 5. En casa solamente había cedido un empate y fue derrotado en una ocasión. Sumaba 25 sobre 30 posibles. A domicilio era menos ‘pudiente’ que los rojiblancos, con once puntos de 27 puestos en juego.
El Celta de Vigo sumaba 33 puntos y estaba en quinta posición. Peor que la UDAlmería de esta campaña, siendo más fuerte como visitante que como local. De hecho, en Balaídos había sumado 16 puntos, con cinco victorias, un empate y tres derrotas. Fuera acumulaba 17 puntos, que surgían de los cinco triunfos y dos empates, con dos derrotas encajadas solamente.
Ese año, el Almería, dirigido por Lucas Alcaraz, era el más seguro y el peor clasificado de los tres ‘Almerías’. Solo había perdido tres partidos, pero acumulaba hasta ocho empates, que fueron una rémora que pesó mucho. Tantos que, de haber ganado la mitad, hubiese sido líder en la 19ª jornada. De todas formas, lo dicho es historia que sirve de consuelo, pero no mejora las sensaciones.
El consuelo de la Historia - Unión Deportiva Almería S.A.D.

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