Una punta de la bota salvadora

· Estuvo acertado al corte · No pudo sacar el balón jugado
PABLO LAYNEZ / DIARIO DE ALMERÍA

Trujillo, en el momento de cortar una internada de Pere
  
A Trujillo le sienta bien el traje de titular. No es un defensa muy técnico ni un corpulento jugador que sea tan contundente en el área rival como en la sua propia. Pero conforme ha ido teniendo minutos va demostrando que tiene un puesto ganado a pulso en este Almería sea como tercer defensor o como primer cambio atrás. La ausencia de Pelle y Marcelo Silva, que por nombre están por delante, le han otorgado unos minutos que está sabien aprovechar.

Aunque todo el mundo pensaba que ayer sería el Almería el que llevara la batuta, el Hércules se hizo con el balón y empezó a aprovechar los muchos huecos que estaban dejando los rojiblancos. El juego almeriense era como cuando es visitante, pero la defensa y sobre todo Esteban, estuvieron mucho más seguros. El central madrileño fue minando poco a poco a un Sardinero al que siempre le ganaba la partida tanto por alto como por bajo. Trujillo estaba seguro al corte, pero le costaba sacar demasiado el balón ante dos arietes herculinos.

Al poco de empezar la segunda mitad, tuvo una acción clave: Pere se marchó como un rayo por la derecha y cuando entró en el área, la pierna del central evitó un uno contra uno ante Esteban. Diez minutos después, corta primero una pared visitante en el área propia y acto seguido un balón que buscaba a Bedía. Eran momentos de mucha concentración defensiva. A la inversa que otras tardes, cumplió su trabajo de dejar la puerta a cero, pero los delanteros no ayudaron con un tanto para vencer.
Una punta de la bota salvadora