La UD Almería busca hacerse fuerte en el Mediterráneo ante un Córdoba que quiere vencer como antídoto a su ‘impotencia’ lejos del Nuevo Arcángel
JUANJO AGUILERA | IDEAL ALMERÍA
Las permanencias se consiguen en casa y los grandes logros se solidifican fuera, pero teniendo en cuenta que lo de casa no debe dejarse escapar. Aunque todavía no hay motivos para la zozobra, el empate de la última comparecencia en casa, frente al Hércules, supuso un aviso que debe ser aceptado ahora como tal con la visita del Córdoba. Alicantinos y cordobeses tienen algo en común, sus malos resultados como visitantes esta temporada y un pasado que si no es glorioso huele a ‘nubes’ –si éstas desprenden olor–, ya que los dos se quedaron a las puertas de jugar la final por el ascenso de categoría y ya se sabe aquello de que ‘quien tuvo, retuvo’. Pero al margen del rival, está comprobado de forma fehaciente que el hecho de fortalecerse en casa, de no dejar escapar puntos en tu terreno, supone un aval que casi garantiza estar arriba al final de temporada.
El Dépor, el último campeón de Segunda División A y que, por tanto, ahora disfruta las glorias de aquel campeonato en la Liga de las Estrellas, basó su ascenso en ser fuerte en casa. Los deportivistas sólo dejaron escapar una derrota y dos empates de Riazor o, lo que es lo mismo, el balance como local del cuadro deportivista ofreció la pasada temporada una renta positiva de 56 puntos: permanencia asegurada. Lo demás hay que ganarlo fuera. Los siete puntos hasta ahora sumados lejos del Estadio de los Juegos Mediterráneos hacen que las cuentas salgan, pero la fortaleza en casa es esencial.
Ahora entra en escena el visitante. El Córdoba acude al Mediterráneo con el ‘antídoto’, que, aunque de momento no haya hecho efecto esta temporada –sólo dos empates–, en Almería, por lo que conlleva enfrentarse al segundo clasificado, a un equipo sólido y que da muestras cada día de un mayor engranaje, por ‘pedigree’, es el lugar idóneo, ni más ni menos que otro, sólo que sí es el primero en el tiempo y cuanto antes se ‘acaben’ las prisas más fácil será el arranque que persigue el cuadro que dirige Rafa Berges.
Un problema
El Córdoba gana en casa, pero no lo hace fuera y eso es un problema, porque siempre, en esto del fútbol, se ha dicho que las victorias en casa se corroboran fuera. Es como los ascensos a Primera División, que hay que certificarlos con la permanencia en la máxima categoría al año siguiente. Al Córdoba se le han escapado ya varias posibilidades de refrendo. Salvo el arranque, que más de uno quisiera haber logrado con cinco puntos de nueve posibles, la derrota en casa frente al Elche parece haberle roto los esquemas hasta el punto que muchos aficionados le quitan importancia a aquellas primeras citas ante Real Murcia (0-0) y Lugo (1-1), fuera, y a la victoria en casa frente al Rácing (2-0). De todas formas, el Córdoba ha reaccionado recientemente con su triunfo del pasado sábado frente al Barça B (2-1) y eso es un toque de atención, también por cómo consiguió la victoria.
El Almería debe pensar, sin embargo, que la ruptura que persigue el Córdoba no casa en fechas. Los rojiblancos, fuertes en casa, aunque no los que más –Elche, Villarreal y Recre han ganado sus cuatro citas y la UD falló en la última–, no pretenden bajarse ‘del burro’. Erre que erre, el equipo almeriense ha dado muestras de su solvencia como anfitrión, aunque también es cierto que el último estadio de su periplo como local dejó ‘secuelas’. También es verdad que lo de Las Palmas las borró y, además, rompió dudas para mostrar esa fortaleza que necesita instalar en el Mediterráneo de cara a conseguir su primer objetivo, el de la permanencia, que se fragua en casa, e ir apuntalando el ‘escondido’, según para quién, porque nadie duda que las exigencias del ascenso son casi una obligación para los rojiblancos.
Rafita, novedad
Para afrontar la importante cita de hoy, Javi Gracia lo hace con dos noticias buenas. De un lado, la recuperación de Rafita. El balear, que disputó las dos primeras jornadas, se cayó de la lista para el partido frente al Real Madrid-Castilla por unas molestias en el espolón calcáneo de la pierna izquierda que le obligaron a trabajar en ‘soledad’ durante muchas semanas hasta que al final de la pasada recibió el alta médica para convertirse en ‘ayuda’, por si fuese necesario, para el carril derecho, cara a la importante cita de esta tarde-noche.
La otra novedad es la recuperación del meta Diego García, que ha estado pasándolo mal con la muñeca de la mano derecha esta semana y no entrenó con el grupo durante varios días. Recuperado, continúa en una lista que sólo ofrece la presencia de Jonathan, del filial, mientras Raúl García –presente en las últimas tres semanas– se queda fuera junto con el ‘sancionado’ Pellerano y el ‘apartado’ Abel Molinero, que ha tenido escasísimas oportunidades y no ‘coge’ el sitio.
Pero se antoja que ni Rafita ni Diego García serán titulares en la tarde-noche de hoy. Esteban, que salvó a la UDAlmería en la primera parte de Las Palmas, y Gunino, que viene haciéndolo bien desde su entrada frente al Real Madrid-Castilla, no van a dejar vacantes en un once con escasas variaciones, por no decir ninguna, en relación con el que jugó de inicio en el Estadio de Gran Canaria.
Ambos partidos, el de Las Palmas y el celebrado frente al Castilla, son el ‘catecismo’ al que acude el equipo para la cita de hoy. Ante el filial merengue, la UDbordeó la línea del buen rendimiento, tanto en defensa como en ataque –un gol y la victoria–. En Las Palmas lo que hubo fue reacción y demostración de poderío;de saber estar, sufriendo en la primera parte aunque sin dejarse sorprender, y aprovechando las escasas llegadas para certificar la victoria.
Quizás hoy toque lo mismo porque el Córdoba viene a disputarle el balón a la UDAlmería, si bien el campo no está para demasiadas florituras. Tal vez por las intenciones de los de Berges, puedan existir dudas, en el exterior, por saber si el cuadro rojiblanco se parecerá al de la primera parte en terreno insular o será el del segundo periodo. Soriano es, en ese sentido, sobre el que pueden girar todas las ‘cuestiones’.
Observando las conversaciones que el viernes mantuvo Javi Gracia, especialmente, con Aarón y Carlos Calvo, está claro que ambos son casi intocables en el once. Eso conduce a pensar que si el maño está en el campo podría ser en detrimento de uno de los de arriba, Charles –motivado por jugar ante su equipo– o Leo Ulloa. No perder en número en el centro del campo es dar un paso en firme hacia ese control que se pretende tener frente a un rival que no pretende ceder terreno y que viene dispuesto a ofrecer una imagen convicente.
Golpe en la mesa
Es obvio que el cuadro cordobesista llega a Almería dispuesto a conseguir lo que hasta el momento no ha hecho en la Liga, que es ganar como visitante. Para ello, Rafa Berges no va a hacer más cambios que los precisos, teniendo como referencia el partido de la pasada semana ganando al Barça B en el Nuevo Arcángel. Por ejemplo, en el centro de la zaga volverá Gaspar, cuya plaza fue cubierta entonces por Kiko Olivas, que no se ha acercado al listón del capitán blanquiverde, ausente en las últimas cuatro jornadas por lesión y que ahora volverá para formar una defensa con Fuentes y Cristian –ex del Poli Ejido–, en las bandas, y Alberto Aguilar de compañero, por el centro.
Los otros cambios, que se antojan pueden ser dos, suponen la presencia del exgranadinista Abel Gómez, un jugador fijo, si bien en los cuatro últimos partidos no llegó a jugar los 90 minutos, porque en dos fue cambiado y en otros dos entró de refresco. Importante que en el del pasado sábado estuvo en el campo casi la segunda parte completa. Ahora, en Almería, actuaría como pivote ofensivo cerca de posiciones de mediapunta, donde le gusta ubicarse, como consecuencia de los problemas que afectan a Carlos Caballero, que no ha entrado en la lista. El sevillano estaría escoltado por López Garai, como pivote defensivo, con la colaboración en las bandas de Pedro y Dubarbier.
El otro cambio supone la salida de Pepe Díaz, lesionado, para dar entrada a Joselu, el ex del Villarreal B, que las tuvo con Leo Ulloa, el pasado año, en la primera vuelta del campeonato liguero para conseguir el máximo goleador de la División de Plata. En esta ocasión, como componente de una dupla de atacantes en la que la otra parte sería el argentino Dubarbier.
Todo con la intención de romper una mala racha fuera del Nuevo Arcángel, que es justo lo que no quiere la UDAlmería en la que es su quinta comparecencia en el Estadio de los Juegos Mediterráneos, un recinto que los rojiblancos quieren convertir en fortaleza, primero por la permanencia y, después, por ‘si los puntos hacen falta para ascender’.
UD Almería-Córdoba: La fortaleza - Unión Deportiva Almería S.A.D.
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