El central sabrá entre hoy y mañana si puede jugar ya con la UDA o debe irse hasta enero
Hernán Darío Pellerano no sabe si podrá jugar :: MULLOR
JORDI FOLQUÉ | IDEAL ALMERÍA
Hernán Darío Pellerano está a la espera de una comunicación. De que alguien le diga que su futuro más próximo sigue siendo rojiblanco o que, por el contrario, deberá estar hasta el mes de enero sin vestir la elástica rojiblanca en partido oficial. Todo está en manos de la FIFA. El organismo internacional decidirá entre hoy y mañana si el central puede estar disponible para medirse al Hércules este próximo domingo o debe decir un ‘hasta luego’ a Javi Gracia y al resto de sus compañeros. El llamado ‘caso Pellerano’ está a pocas horas de solucionarse. Para bien o para mal de los intereses del propio jugador y del club presidido por Alfonso García. Ayer atendió a los medios de comunicación el ex Newell’s Old Boys. De sus palabras se puede desprender que no lo está pasando nada bien desde que le comunicación que FIFA no le permitía jugar. No quiere hacerse ilusiones. Más bien, toma el pensamiento del pesimista por si suena la flauta y desde Suiza le dicen que sí puede actuar en la UDA. Por si las noticias fuesen contrarias, sus representantes ya están viendo diversas opciones. Todo pasaría por una cesión hasta el 31 de diciembre en un equipo donde el mercado esté abierto. No hay muchas posibilidades.
Por mucho que se le insistiera en querer ser optimista de cara a la resolución de FIFA; Hernán Pellerano no cambió el semblante serio durante toda su comparecencia ante los medios. Viendo el número de periodistas que estaban en la zona mixta, el argentino soltó su única broma antes de contestar a las preguntas. «Parece que es noticia cuando un futbolista se pone triste. Parezco a Cristiano», dijo entre risas. Luego ya todo volvió a la seriedad que requiere un asunto que lo puede dejar fuera del Estadio de los Juegos Mediterráneos hasta el 1 de enero. Sin ser el responsable de este problema, sí que va a ser el máximo perjudicado pase lo que pase finalmente. La diferencia está en si se pierde tres partidos o tres meses.
Pellerano entiende que no puede hacer nada. «No está en mis manos», decía ayer. Así que estará pendiente de lo que ocurra hoy en la sede de la FIFA. Lo que sabe es que no hay término medio. «Todos los miércoles (hoy) se reúnen. Si este miércoles no se resuelve, hay que buscar una alternativa. Seguimos confiando en que la Federación (Española) está trabajando y se pueda solucionar. Si ahora no se soluciona, hasta enero no podría jugar. Tres meses y medio sin jugar, más el mes que llevo, es complicado. En mi cabeza y en la del club está que se va a resolver. Aunque siempre hay que tener una segunda opción», declaraba.
Bajo estado de ánimo
En los últimos días se está limitando a entrenar. No puede hacer otra cosa. Aunque la cabeza no la tiene puesta en todos sus sentidos en el Almería y en el terreno de juego. Así lo admitió. «Es complicado. Estoy indeciso. Hay que entrenar pero después de hacerlo, como me pasó en su momento (grave lesión), no sabía si iba a seguir en el club o me tenía que ir. Parece que estás entrenando al 100% y no lo estás. Yo puedo pensar que estoy entrenando muy bien y, después, se ve que estoy en una nube. Es difícil pensar que hasta enero no pueda jugar. En mi cabeza no lo contemplo. En el fútbol todo puede pasar. Una equivocación te puede costar caro», apuntaba lamentándose de que un error ajeno le pueda costar cuatro meses sin estar ayudando en el terreno de juego a sus compañeros en la UDA.
No quería aventurar nada de lo que pudiera pasar, aunque sí admitía que no iba a estar todo este tiempo, si la resolución es en contra, completamente parado. No le convenía ni a él ni al propio Almería. «Podría seguir entrenando tres meses y medio acá (Almería) sin poder jugar o irme cedido a un país que tenga abierto todavía el mercado. No estar parado este tiempo sería lo mejor para las dos partes (jugador y UDA)», señalaba. Un aspecto que ya están estudiando sus representantes. Quieren adelantarse a cualquier resolución negativa. Tener la mente fría en un momento tan complicado. «Mi representante está trabajando en eso. Si el miércoles o jueves sale el fallo de que no puedo jugar, ya tendría que estar valorando algo. No puedo esperar más tiempo. Creo que tres o cuatro países son los que están habilitados para poder fichar. Es complicado». Se nota que llevan ya días buscando una posible solución a un fallo en contra.
Tiene claro que si la FIFA dictamina que no puede jugar con la UD hasta el 1 de enero, el único camino es una salida durante este tiempo. Lo dijo por activa y por pasiva. Una y otra vez para no dejar ninguna duda en el ambiente. Espera que todo esto «sea una anécdota y pueda jugar». En caso contrario, «hay un abanico de situaciones que resolver. Me debo sentar con el club y ver la situación. Yo soy un jugador del Almería y me están pagando. Tanto el club como yo vamos a llegar a un acuerdo que sea lo mejor. Como mucho en enero yo estoy otra vez acá para tener seis meses en los que luchar por el ascenso. Lo mejor no sería estar cuatro meses parados», dijo pensando que el único objetivo de este año a nivel personal es el de lograr el ascenso con la UDA.
Este tiempo está siendo muy complicado para Hernán Pellerano. Se le nota en los entrenamientos. Como sucedió ayer con un par de lances que demostraron que tiene la agresividad que pide Javi Gracia, aunque quizás demasiada para un entreno. Esperaba que la pasada semana se resolviera todo. No pudo ser y la incertidumbre le está superando. «Ya van dos semanas y se complicó un poquito el tema. Pensé que la pasada semana se iba a solucionar y se complicó. Así que, si soy sincero, no soy optimista porque el otro partido (Ponferradina) no lo pude jugar. Cuando no puedes jugar se te hace complicado. Ojalá que se resuelva para el bien mío y el del club. Yo no puedo hacer nada», recalcaba.
Su generosidad, al menos por lo manifestado, hace que no quiera buscar o encontrar culpables por la situación que está viviendo. «Cuando hay un error, ya está. Por mucho que me digan que sea del club (UDA) o de la Federación, yo voy a estar sin jugar. Lo que me hubiera gustado es que no pase. Una vez que ha pasado, buscar un culpable particularmente no me sirve de nada», apuntaba. Ahora toca que la FIFA reciba la documentación que ha pedido y entienda que no ha habido mala fe por parte de UDA. «La FIFA está pidiendo una serie de papeles que es el TMS. Esperando a que se resuelva entre el club y la Federación. Yo, por lo pronto, seguir entrenando porque tengo fe de que, en estos días, se pueda solventar y estar a disposición del míster para el próximo partido», sentenciaba el jugador argentino.
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