Soriano resta importancia a sus goles, pero es el actual pichichi de un Almería con Ulloa y Charles

Soriano conduce el balón con Gunino y Aarón apretándole

Se ve en la misma línea de la temporada pasada en cuanto a llegada pero con algo más de efectividad
   ALMERÍA360 | PACO ALONSO

El hombre que viene ejerciendo de capitán en las filas de la UD Almería en los últimos partidos está demostrando ser un valor seguro ahora y siempre para el club. Su veteranía en la entidad almeriense se ha debido a algo, y el año de su ausencia se pagó tan caro como con un descenso del que ahora se quiere resarcir, porque aunque él no fue protagonista, le dolió como al que más. Regresó la pasada temporada y se quedó con la espina clavada por el fallido play off, así que desde el minuto 1 de la 2012/2013 anda como un tiro. Máximo goleador del equipo, para él “lo importante es el grupo; vamos terceros con 13 puntos de 18 posibles y es un buen comienzo”. Y la atención, mejor depositada en lo menos bueno: “sin despreocupar factores y aspectos que tenemos que seguir mejorando”. Por eso tiene claro que “lo personal es secundario”.
Con todo, Fernando Soriano habla como el actual pichichi del Almería, algo con lo que bromea abiertamente: “que no sea por mucho tiempo porque si no mal iremos; creo que es algo anecdótico, circunstancial, momento en el que encadenas dos partidos y marcas goles, pero creo que la realidad no es ésta”. La artillería rojiblanca está bien cargada, y parte del arsenal es él mismo, pero en una línea parecida a la de la temporada pasada: “creo que en ese sentido hemos cambiado poco; es cierto que tal vez estoy teniendo más acierto, más efectividad, otros años tenía más ocasiones y las fallaba y este año pues llevo dos partidos en los que he rematado dos veces a puerta y he marcado dos goles”.
Sobre el debate de lo que falta fuera del Mediterráneo ha echado mano de una máxima siempre cumplida, como la de que todos los equipos consiguen más puntos en su campo que fuera. Eso sí, no escurre el bulto al afirmar que “qué duda cabe que en nosotros eso se acentúa un poquito más”. Pero ya había dicho antes lo de mejorar algunos aspectos, y precisamente “eso es algo que debemos corregir, algo que está ahí, que muchas veces no tiene explicación, jugar en tu campo ante tu gente, tus dimensiones, tu césped, tu clima, hacen que te sientas más a gusto, más arropado, que los comienzos te cuesten menos y cuando vas fuera esas circunstancias cambia”.
En ese sentido, encima al Almería le falla uno de esos factores en casa, como es el césped: “está bastante mal; es un handicap peligroso porque intentamos jugar siempre por abajo y, en ese sentido, dificulta bastante, pero va a ser para los dos equipos”. Así, y en su pensamiento aplicado de siempre, no caben excusas: “nos encantaría que estuviera bien para hacer mejor nuestro trabajo, pero es lo que nos toca y que nos sirva para tener más atención y estar más atentos a lo que sucede”. Y es que el rival es de mucha entidad, por mal que lo pinten los números: “creo que jugadores de mucha calidad, mucho prestigio, mucho nombre que en cualquier momento pueden reaccionar y cuando hay alguien herido se hace más peligroso”.
Con el dato de que en casa únicamente se ha encajado un tanto, los goles no pueden ser causa de problema estructural: “debemos estar atentos e intentar corregirlo, que en eso sí que estamos muy atentos, y espero que sea algo circunstancial que ha sucedido ahora, porque hay momentos en los que el equipo no se ha encontrado bien y defensivamente hemos cometido unos errores; a veces cometes errores y no te suponen goles, y en este caso gran parte de los acercamientos que hemos tenido nos han costado gol”. Esto es algo aplicable sobre todo a los partidos a domicilio, y quizá sea motivado por una supuesta suficiencia del equipo o exceso de confianza: “fuera de casa bajamos nuestro rendimiento y qué duda cabe que muchas cosas de éstas en algo tendrá que ver eso; tenemos que ser conscientes de que cualquier equipo nos puede hacer mal, que no somos superiores a nadie y, en ese sentido, mejorar y aprender de las experiencias pasadas”. La palabra clave es humildad: “esperemos que aprendamos todos, que no nos creamos más de lo que somos porque esto está muy igualado y no hay equipos mejores que otros”.
Soriano resta importancia, pero es el pichichi de un Almería con Ulloa y Charles