Al ilicitano le ha cambiado la vida
Carlos Miralles [ La Voz de Almería ]
Aarón Ñíguez Esclápez ha recuperado la sonrisa. El ilicitano entra en los planes de Esteban Vigo y contra el Deportivo marcó su segundo gol de la temporada. Lo celebró señalando el escudo para mostrar la alegría que sintió cuando sentenció al líder de Segunda. El extremo, que mañana visitará al eterno rival del equipo de su tierra, el Hércules, reconoce que ahora está mucho más cómodo: “La entrada del míster ha cambiado un poco la situación. Me siento más valorado y querido y voy teniendo más minutos que intento aprovechar al máximo. Todos tenemos que remar en la misma dirección”.
Aarón quiere sumar tres puntos para ir asegurando el Play Off y, de paso, dejar tocado a un Hércules que goleó al Elche en el Martínez Valero. “Es un partido muy especial para mí y nos jugamos mucho. Espero vengarme de la derrota del Elche en el derbi, aunque la primera idea es ayudar al club al que me debo, el Almería”. Los rojiblancos pueden conseguir la segunda victoria seguida en un campo difícil pero no inexpugnable. El extremo advierte de que el vestuario rojiblanco está muy motivado: “Es un partido bonito entre dos equipos que quieren llegar al Play Off. Sobre todo gusta jugarlos y ganarlos”.
No fijarse tanto en el rival
Los números hablan por sí solos y el Hércules está siendo mejor que el cuadro dirigido por Esteban Vigo. Para Aarón, hay que respetar al adversario pero sabiendo que las posibilidades de ganar dependen del propio Almería: “La clave está en nosotros. Si nos sentimos cómodos muy pocos rivales se nos resistirán. Así los puntos vendrán para Almería”. Aleix y Juanma se han ganado la confianza del ‘Boquerón’ por las bandas y Aarón tendrá de nuevo la oportunidad de ser el revulsivo en la segunda mitad: “Eso hay que preguntárselo al míster. Lo que quiero es aportar ya sea como titular o suplente”.
Apellidos, origen, oficio y un sueño en común
Nico García :: Digitalsport.es.
Década de los 80. Boria Ñiguez hacía las delicias de los aficionados del Elche a base de goles. Años después, un 2 de abril del 85 nacía su hijo Jonathan. Cuatro años después volvía a ser padre. Otro varón. Nacía Aarón. Y hace 18 años venía a la tierra Saúl, el tercero de la familia. 'Tengo para un equipo de fútbol', pensaría Boria. Es difícil ser futbolista profesional; sin embargo, sus tres hijos lo han conseguido. El primero, tras pasar por las canteras del Valencia, Madrid o Villarreal ha acabado jugando en el Guadalajara de Segunda. Aarón jugó en el Valencia, Xerez, Rangers, Celta o Recre, aunque quiere asentarse en tierras almerienses. Por su parte, el más pequeño, Saúl, cambió Valdebebas por la cantera del Atlético de Madrid (se encuentra en el 'B').
Los Ñíguez Esclapez hablan para Digital Sport. "No es habitual ver a tres hermanos en el fútbol, como mucho son dos. Por eso, estoy muy orgulloso de la buena suerte que hemos tenido", comenta el '9' de la UD Almería, que se está sacándose el primer nivel de carné de entrenador. Jonathan, o más bien Jony como se le conoce en el mundo del fútbol, declara que "es una gran suerte de que estemos jugando; es un orgullo para la familia, estamos encantados, apoyándonos los unos a los otros". Mientras, Saúl, el que hace más travesuras según se chiva Jony, dice que "no es raro que los tres seamos futbolistas, porque mi padre lo fue, nos ha inculcado este deporte y hemos estado con la pelota liados, jugando".
Cuando se habla con ellos, aparece el tema de su padre, sin sacarlo. "Era delantero centro, muy peleón, muy rápido, muy goleador. Es un mito en Elche. Él nos ha enseñado al fútbol desde chico; hasta cierta edad que decides tú, pero toda la culpa de que seamos futbolistas la tiene él", nos cuenta un emocionado Aarón. Jony tira por el mismo camino ("hemos tenido la gran suerte de tener un padre futbolista y que viéramos lo que era eso; nos inculcaba los valores del fútbol, por eso somos unos privilegiados del fútbol"), mientras que el del Atlético de Madrid piensa que el fútbol se lleva en los genes: "Esto viene de genes, ya que me llevaba a verlos jugar. Quieras o no, cuando tu padre hace algo, tú lo imitas".
Antes de seguir hablando de la familia, Aarón hace un parón. Ahora entrará en escena la madre, la única mujer de a familia. Así que el '9' habla del encuentro del pasado sábado: "La victoria fue importante ya que llevábamos nueve jornadas sin conseguir ningún triunfo, era un rival muy fuerte, el líder de la categoría. Fue el partido de la inflexión, esperemos que consigamos más victorias y que cumplamos el objetivo. Fue un partido muy completo, a gran nivel. En otros partidos hemos jugado bien, pero no hemos llegado a los tres puntos". Aarón, que volverá el sábado a su tierra ("vendrán todos los que puedan y estén disponible van a acercarse seguramente"), cree que el encuentro en el Rico Pérez es una final, como lo serán los siete partidos restantes: "Ya todo lo que quedan son finales, sobre todo para nosotros que nos estamos jugando el playoff con el Córdoba detrás. Cualquier punto que nos dejemos va a ser difícil de recoger luego".
Volvemos a la madre. Jony cree que ya se ha acostumbrado "porque ya son muchos años". Eso sí, los tres son de la opinión de que tanto fútbol le empacha: "Sí que es cierto que hay veces en las que se cansa del fútbol, como vemos tantos partidos en casa y eso... También quiere ver sus programas. A veces se harta y nos dice '¿se puede hablar de otras cosas?'", nos cuenta Jony entre risas. Aarón pone un poco de cordialidad: "Hablamos también de otras cosas que no sea el fútbol". Saúl opina como Jony: "Cuando estamos los cinco frente a la tele... 'Ya estamos, ya estamos', nos dice. Siempre estamos viendo fútbol, aunque va a muchos entrenamientos y partidos de los tres. Ya está acostumbrada, ha visto mucho fútbol la mamá. Se tiene que cambiar de habitación si quiere ver otra cosa, je, je!". ¡Pobre mamá!
Los dos mayores están en Segunda. Aarón se está jugando un ascenso y Jony una permanencia. El 27 de este mes puede ser un día duro para la familia puesto que en el Pedro Escartín se enfrentan ambos. "Ya lo hemos hablado. Esperemos que el Guadalajara esté salvado y nosotros en una buena posición, que no sea nada definitivo, que no se esté jugando el descenso o el play-off. Ojalá lleguemos tranquilos en la zona de playoffs. Habría que ver con quién irían, pero Dios quiera que ninguno de los dos se esté jugando la vida", dice un Aarón que confía en que no tengan que jugarse la vida ninguno de los dos. Jonathan se moja menos: "Los sentimientos estarán divididos. En esos partidos se espera que no nos pase a ninguno nada de lesiones, que sea un partido limpio y que gane el mejor". Saúl no iba a ser menos: "Yo no voy con nadie, que los dos jueguen y que los dos cumplan sus objetivos".
El lector se preguntará que quién es el más bueno. Mejor que respondan ellos. "Somos muy diferentes. El mayor es más de corte defensivo, va bien de cabeza, Saúl va bien al gol. Cada uno tiene sus características", responde Aarón. "Cada uno somos diferentes, tenemos unas características distintas. El pequeño Saúl tiene unas condiciones físicas para llegar a lo más alto. También es positivo ver que ha podido aprender de sus dos hermanos mayores. Nosotros siempre le hemos ayudado y aportarle cosas positivas. En ese sentido, ha tenido el apoyo nuestro. Aarón también es un jugador magnífico, con unas cualidades tremendas", comenta un Jony que esta vez se moja más. Saúl no opina apenas, aunque agrega algo entre risas: "No puedo mojarme. Son buenos y no nos parecemos, cada uno tiene sus cosas, que son increíbles".
Llegados a este punto, tanto Jony como Aarón y Saúl han demostrado que la simpatía también la llevan en los genes. Pero, ¿son parecidos o no?, ¿los hermanos se quieren o se pelean? "Somos muy parecidos. ¡Qué voy a decir si son mis hermanos! Son muy simpáticos, hay que conocerlos. Son tímidos al principio, con vergüenza, aunque los coges y son cercanos. La primera impresión es que somos cortados, pero luego te sientes a gusto", comenta el mediano. Jonathan mete en un lío a Saúl ("Mi hermano pequeño es el más bromista, siempre ha sido el más pillo. La verdad es que tenemos el carácter de mi padre, uno fuerte, competitivo. Somos personas normales y humildes"), que sale con un "Aarón es muy gracioso también. Siempre que nos hacemos una foto, se pone en algún escalón o algo para que no parezca que es el más bajo. Mi hermano es el otro". Tal para cual. Tales, más bien.
El sueño de Boria no se va a poder cumplir, puesto que son sólo tres y no once. Eso sí, Saúl y compañía lo tienen en sus pensamientos: "Siempre que estamos los tres juntos decimos 'a ver si podemos jugar en un equipo grande los tres juntos'. Como cada uno jugamos en una posición diferente, hacemos un equipito con nuestros amigos también". Volviendo a la realidad, Saúl argumenta que su sueño es "jugar los tres juntos. ¡Y en Primera! Quién sabe si el destino no los junta alguna vez. Mientras tanto, los Ñíguez Esclapez trabajan en busca de un mismo objetivo: jugar en Primera División.
Apellidos, origen, oficio y un sueño en común
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