JORDI FOLQUÉ | IDEAL ALMERÍA
Desde hace unos años es la referencia en el vestuario de la UD Almería. El estandarte del club de cara a los aficionados. Una vez retirado Francisco, todas las miradas se centraron en el '10'. Pero su aportación ha sido más en el 'santuario' que en el césped. Casi que ni los más viejos del lugar recordaban su última titularidad liguera. La grada lo pedía, pero los distintos entrenadores tenían otras preferencias. Hasta hace un par de semanas. Sea por el motivo que fuese, el icono tenía su oportunidad (como si fuese un juvenil) para demostrar lo que la grada intuía. Y lo hizo. Curiosidades o no, fue titular ante el Alcorcón y se ganó. Fue titular frente al Numancia y se ganó. Y fue titular contra el Guadalajara y se ganó. Tres victorias que permiten, junto a otros resultados, albergar esperanzas de que el equipo se meta en los play off de ascenso. Una situación que, hace tres partidos, nadie hubiese creído y que, a falta de 90 minutos para el término de la temporada regular, es una opción si ganan y Córdoba, Alcorcón o Hércules pierden sus partidos. Todo es posible.
Por lo que se juega el club en esa última jornada, Ortiz Bernal ejerce como capitán ante los medios de comunicación para que sean un transmisor de su mensaje hacia los aficionados. En las redes sociales se está preguntando si será el último partido como rojiblanco del almeriense. Él no quiere que el debate se centre en ese aspecto. «Lo importante el domingo es el partido y no mi futuro», dice para que nadie pueda desviar la atención aunque sea por un segundo. «Nos jugamos mucho», sentencia.
El club y el jugador, al menos de manera oficial, no se han sentado para hablar del futuro. Del que, de manera contractual, finaliza el 30 de junio. En caso de que, finalmente, renovase, Ortiz Bernal quiere hacerlo por méritos deportivos. «Yo me sigo sintiendo futbolista y creo que tengo fuerzas para seguir. Físicamente estoy bien y con ganas de aportar cosas», apunta tal y como ha quedado demostrado en las últimas citas ligueras. Lo que sí tiene claro es que no quiere ampliar su compromiso por lo que diga el DNI en el apartado de 'nació en'.
El almeriense se sincera. «No quiero ser un caso especial, quiero ser uno más», señalaba. La renovación debe producirse «deportivamente. No porque sea almeriense. Después de todo lo que he trabajado estos años, el carnet de identidad no tiene que influir. No debe ser así. Hay un trabajo detrás, un esfuerzo y nadie ha regalado nada a nadie. En el Almería se ha trabajado desde bien abajo la trayectoria y el nombre que se ha ido haciendo estos años en la Liga de Fútbol Profesional. Yo he ido de la mano porque he ido renovando cada dos años. Marcándome unos objetivos a la vez que se los ha marcado el Almería. Hemos estado de la mano todos estos años. Mi meta ha sido mejorar cada año. Ayudar en lo que he podido a los nuevos e ir creciendo. Ha costado mucho llegar al lugar que hemos llegado y no por ser de Almería he estado en el equipo», mandando un aviso.
Piel de gallina
Lo que sí tiene claro y nadie se lo podrá quitar es el sentimiento que le produce cuando salta al terreno de juego. Pese a que tenga 34 años y lo viva cada vez que tenga que entrar por otro compañero, a Ortiz Bernal se le sigue «poniendo la piel de gallina» cuando se dispone a jugar y está escuchando la ovación que le está dando la grada del Estadio de los Juegos Mediterráneos. No ha sido ni una ni dos veces. Ocurre siempre que el público grita «Ortiz, Ortiz». «Es un sentimiento de cariño mutuo. Es una emoción muy grande. Me acuerdo de muchos partidos cuando tocaba jugar unos minutos y tocaba remontar un resultado o ganar el partido porque íbamos empate. Ver la gente como vibra. Es difícil describirlo, pero los pelos se ponen de punta».
De esta manera quería acabar de hablar de sí mismo para centrarse en el objetivo grupal. El quemar la última opción que tiene la UD Almería de meterse en los play off. Sabe que no dependen de ellos y sí de que Celta de Vigo, Numancia o Huesca les echen una mano el próximo domingo. El almeriense tiene muy claro que en el que más confía es en el cuadro oscense. Pero lo hace por meras matemáticas. «Es el único al que nos vale con un simple empate. Los otros dos tienen que ganar para ayudarnos». Una ayuda de la que no tiene mucha confianza que llegue desde tierras gallegas. Allí se miden ante el Córdoba y un empate les sirve a los dos para cumplir el objetivo.
En los tres equipos que pueden echar una mano tiene viejos conocidos. Mario Bermejo y David Rodríguez en el Celta; Natalio, Julio Álvarez, Nieto y Larrea en el Numancia; y Sorribas y Omar en el Huesca. Preguntado por si les había mandado algún mensaje o había hablado con ellos durante estos días, Ortiz Bernal prefería sonreír y asegurar que, últimamente, «no utilizo yo mucho los mensajes. Ni twitter tampoco». Y lo dice uno de los jugadores de fútbol más activos en las redes sociales.
Durante los 90 minutos que durará el choque frente al Alcoyano, el capitán de la UD prefiere no saber el resultado de los otros tres partidos. El marcador electrónico estará tan solo con el marcador del encuentro del Almería. No podrán poner ni el tiempo que llevan ni, menos todavía, información sobre el desarrollo de los otros marcadores. «Si ya es difícil concentrarse en tu partido estando pendiente de un marcador, ahora que lo tenemos que estar de tres sería una locura», dice. Eso sí, no podrá impedir que al lado de su banquillo haya componentes de la UD que tengan el 'pinganillo' para ir escuchando la radio o tengan un móvil con internet para estar 'online' pendientes. Antes le tocaba a Esteban, pero ahora es el portero titular. «Si el partido se pone 3-0, entonces sí que podremos estar más pendientes de lo que ocurre en los otros encuentros», señalaba. Sea desde el banquillo o desde la grada, cuando oigan que se grita «gol» y no haya sido la UD, ya sabrán que ha sido alguno de los 'amigos'.
«Ahora mi futuro no importa» - Unión Deportiva Almería S.A.D.
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