jueves, 23 de febrero de 2012
Un fado a Albox
Un fado a Albox
PABLO LAYNEZ / DIARIO DE ALMERÍA
El fado es el canto típico portugués con el que se expresan los malos momentos de la vida. Esa voz dulce, profunda y melancólica que tiene cualquier cantante luso llega a lo más profundo del alma, toca la fibra sensible de la persona más fría. Albox le canta un fado a su futbolista más internacional. No porque le vayan mal las cosas a Diego Capel, sino por todo lo contrario: la Liga Española ha perdido una de las zurdas más jóvenes y prestigiosas que en los últimos años había deslumbrado con los colores del Sevilla.
Atrás quedaron los duros campos de tierra en los que el albojense se había curtido en su Almería natal. Desde que dio sus primeras patadas a un balón sobre una superficie de mármol, sus técnicos vieron que aquel zagal iba a llegar lejos. Muy lejos. A Sevilla o más allá. Pues mucho más allá: a Lisboa. Después de coger desparpajo en la cantera nervionense, se codeó desde 2007 hasta 2011 con los futbolistas más grandes de la Liga Española. Capel jugó cuatro años en Primera División, poniéndosele los pelos de punta cada domingo que jugaba en el Sánchez Pizjuán por verse donde siempre había deseado y por ese himno centenario del Arrebato que todavía retumba en sus oídos.
En la ciudad donde coincidió con otro emigrante almeriense, Salva Sevilla, degustó las mieles del triunfo: no sólo levantó la Copa del Rey y de la UEFA en 2007, sino que fue convocado por Vicente del Bosque en 2008 para debutar con la Selección Española. Su momento estelar llegó en la final de la Copa del Rey de 2010, torneo que consiguió el Sevilla gracias a un gol suyo ante el Atlético de Madrid, equipo frente al que había debutado, todavía con mucho por aprender, en el 2004.
Pero esta vida siempre te somete a duras pruebras y mantenerse siempre es lo más complicado. Capel, cuyas carreras por la banda del Pizjuán eran lo más parecido a un bólido en una recta, empezó a escuchar los fados portugueses ante la falta de minutos que tenía en el Sevilla. Fue un día especial, pero antes de levantar el Campeonato de Europa sub'21 este verano, se embarcó en su nueva aventura en el Sporting Clube de Portugal.
Y en Lisboa es un ídolo. Al futbolista albojense apenas le hizo falta un mes para copar las portadas de los diarios A Bola y O Jogo comparándolo con Paolo Futre, una institución en nuestro país vecino. El Sporting ha tenido problemas en el comienzo de 2012, lo que provocó la llegada al banquillo de Ricardo Sá Pinto. Pero lo mejor está por llegar: los lisboetas se han metido en la final de la Copa de Portugal. Y esa Taça tendrá un sabor especial: un almeriense sueña con hacerse con el trono portugués.
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