lunes, 30 de enero de 2012

Cambian las tornas

Los jugadores del Almería celebran el primer gol de Verza / udalmeriasad.com

La UD Almería, que perdió puntos en los últimos minutos, saca un triunfo en el 89
JUANJO AGUILERA | IDEAL

El fútbol, como la vida, tiene esas cosas. Lo que unas veces pierdes cuando no lo esperabas se gana también cuando las creencias en el triunfo eran escasas. La UD Almería, que realizó un partido un tanto espeso en cuanto a fútbol, más espeso en la segunda parte que en la primera, consiguió una victoria importantísima para seguir entre los puestos de arriba. Un refuerzo para las intenciones rojiblancas, que superan así el obstáculo que le había planteado el destino, con tres bajas importantes, sobre todo la de Leo Ulloa. Sin embargo, el equipo almeriense se repuso. En la primera parte, el partido no tuvo un dominador claro. Aún así, las mejores ocasiones fueron de la UD y en una de ellas, a balón parado, Verza sacó brillo y adelantó a la UD. Sin embargo, en el arranque de la segunda parte, Powel convirtió en penalti unas manos dudosas de Carlos García. No fue mejor la segunda parte, pero ambos equipos, con su propuesta, buscaron el gol que les diera el triunfo. El Nástic lo intentó colgando el balón desde las bandas, la UD con otras formas. La de la insistencia, la de creer en el triunfo. Y llegó. Aleix Vidal dio el triunfo a la UD, en su casa.

La necesidad
El fútbol brilló por su ausencia en un primer tiempo en el que el peligro no apareció en ninguna de las dos porterías, si bien es cierto que el balón estuvo más cerca del área defendida por Esteban que por la parcela de Rubén Pérez. Fue un partido de pulso entre ambos equipos por dominar los espacios con orden, pero desacierto en los metros finales, imponiéndose las defensas a las delanteras. De todas formas, el balón estuvo más cerca del área almeriense que de la tarraconense.
Los de Jorge D'Alessandro buscaron el gol, aunque sus intenciones por desnivelar el encuentro se encontraron con la falta acierto en los metros finales. Powel, el hombre más adelantado del conjunto granota, estuvo cerca en un par de ocasiones, pero las acciones de que dispuso se caracterizaron por esa máxima que habla de los problemas que tienen los equipos de abajo, la falta de acierto. Ni en posición antirreglamentaria marcó el jugador del Nástic. El Almería, todavía no lo había intentado ante el marco local, salvo una de Aleix Vidal a la salida de un córner cuando sólo se habían disputado ocho minutos.
Respondió el Nástic, dos minutos después, con un remate de Longás que Esteban se encargó de detener, también porque el remate no fue demasiado peligroso. Lo típico, la falta de mordiente de la que adolecen los equipos de mitad de la tabla hacia abajo. Aún así, el Nástic estuvo siempre cerca del gol. En el minuto 12, un centro desde la derecha de Dani Abalo se le escapó por muy poco a Powel.
El balón, dividido, lo tenía un poquito más el conjunto tarraconense, que lo movía con algo más de sentido frente a un Almería que cuando la tenía no sabía llevarla a la meta defendida por Rubén Pérez. Así, en el 17, llegó la primera intervención de Esteban. Un remate de cabeza de Powel y el portero del Almería voló para sacar una mano increíble, aunque la jugada estaba invalidada por fuera de juego. Fallaron entonces los metros, los que separaban los centros de los que debían rematar. Soriano no llegó, en el 20, y Goitom, en el 25, estaba adelantado un poco cuando Aarón le puso el balón. Poco antes, la tuvo el Nástic, pero Powel no acertó a cabecear el centro de Longás y los minutos pasaban sin que ninguno de los dos equipos plasmara sus intenciones sobre el césped del Nou Estadi.
En los últimos 20 minutos de juego el Almería comenzó a quitarse la presión, a tener algo más el balón y a empezar complicarle el partido a un Nástic enchufado, con juego por bandas, para sumar la segunda victoria consecutiva que le diera algo más de vida para salir de la zona de descenso. Así, en el 29, el disparo de Álvaro Rey lo despejó Esteban a córner.
Había avisado Jorge D'Alessandro del peligro de la UD Almería a balón parado y estaba en lo cierto. En el 32, una falta botada por Verza estuvo a punto de sorprender a Rubén Pérez, pero en el 40 no pudo hacer nada ante la maquiavélica actuación de Corona y Verza. El talaverano sacó una falta en el lateral del área de Nástic y se la puso atrás para el oriholano que sacó un zapatazo perfecto a la escuadra de la meta del Nástic. Y con cinco minutos más de juego, poco quiso hacer más la UD y poco pudo hacer más el Nástic.

Lo de siempre
Pero pasó lo que casi siempre. El Almería 'se dejó' empatar el partido o más bien le obligaron a que llegara el empate. En el 49, una mano dudosa de Carlos García, dentro del área, le dio la opción a Powel para que éste batiera, desde los once metros, a Esteban. El partido cambió. El Almería acusó el golpe, el enésimo golpe que sufre cada vez que marca, pues a rengló seguido le empatan. Ayer sucedió lo mismo y empezaron las espesuras, a la par que el Nástic no se conformaba y buscaba la meta rojiblanca. Aparecieron entonces los que tenían que tirar del carro lo hicieron. Corona apareció primero con un gran disparo desde fuera del área al que Rubén Pérez respondió con una felina estirada para enviar el balón a córner. La jugada 'siguió' porque el talaverano puso el balón en movimiento, tocó de cabeza Goitom y Aleix Vidal no acertó en el remate.
A partir de la hora de partido, éste pasó a ser del Nástic, que era el que proponía más peligro, aunque con acciones generadas por centros que el Almería, con un buen trabajo defensivo, solventó continuamente. En el área contraria, el Almería quería traicionar a 'su destino'. En el 65 pudo cambiar el partido. Fue una acción doble, primero con un un cabezazo de Goitom y luego con un disparo de Aleix Vidal que sacó Rodri bajo palos.
El balón fue más de la UD en los últimos veinte minutos y eso 'afectó' al Nástic, que cuando salía lo hacía sin la convicción necesaria para cambiar el destino del encuentro. El partido debía cambiar porque también se sucedían las ocasiones en ambas áreas. El francés Bargas, que entró de refresco, pudo hacer el gol en el 73, pero Goitom, en el 76, disparó a la media vuelta y puso en aprietos a Rubén Pérez. Parecía que el partido se esfumaría con el empate. Alcaraz refrescó arriba, dando entrada a dos del filial, Jonathan y Pallarés. Pero no fue ninguno de los dos, destacados en la pelea. Al Nástic le mató la 'cuña de su misma madera'. Aleix Vidal, de Vals y exjugador del Nástic que no le dio oportunidades, la enganchó en el 89. El balón le llegó en el área y lo empujó a las mallas de Rubén Pérez. Luego se besó el escudo, el del equipo que le llevó para el filial y le dio una oportunidad que permite a la UD estar entre los mejores de Segunda.
Nástic de Tarragona: Rubén, Sergio Juste, Arzu (Seoane, m. 68), Alex Ortiz, Mingo; Rodri, Longás; Álvaro Rey (Tuni, m. 62), Dani Abalo, Morán (Bargas, m. 52) y Powel.
UD Almería: Esteban, Rafita, Carlos García, Acasiete, Jakobsen; Verza, Corona; Aleix Vidal, Soriano (Pallarés, m. 81), Aarón (Jonathan, m. 79), y Goitom.
Goles: 0-1, m. 40: Verza. 1-1, m. 49: Powel, de penalti. 1-2, m. 89: Aleix Vidal.
Árbitro: Gil Manzano, del colegio extremeño. Mostró tarjeta amarilla a Ábalo y Mingo, por parte local, y a Rafita, Carlos García y Acasiete, por parte visitante.
Incidencias: Encuentro de la vigesimosegunda jornada de la Segunda División, disputado en el Nou Estadi de Tarragona ante 4.250 espectadores.

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