Carlos García: "Si el club quiere hablar, sabe mi número de teléfono móvil"

El central cumple contrato en junio de 2012 y prefiere aparcar su futuro hasta ver si se asciende
P. GREGORIO / DIARIO DE ALMERÍA

Carlos García está en el mismo paquete que jugadores históricos como Ortiz Bernal, Acasiete o Corona. En junio de 2012 vence su relación contractual con la UD Almería y a partir de enero tienen libertad para negociar con cualquier equipo sin necesidad de que la entidad presidida por Alfonso García dé su plácet.

El central cumple media docena de temporadas en el conjunto unionista (dejando al margen el año de cesión al Real Betis) y, fiel a sus principios, prefiere centrarse en el objetivo prioritario de ascender a Primera pese a ser consciente de que los rumores en torno a su futuro deportivo irán in crescendo.

"Lo que tengo previsto es ascender con el equipo. Si ahora todos empezamos a pensar en uno mismo, nuestro rendimiento va a empezar a decaer y se va a ver perjudicado el equipo. Lo mejor es empezar a mirarlo todo cuando el equipo haya ascendido o no tenga posibilidades matemáticas de subir. Si el club quiere hablar conmigo sabe dónde estoy, mi número no ha cambiado desde que compré un teléfono móvil", comentaba el jugador a este diario antes de tomarse las vacaciones navideñas.

De sus manifestaciones se desprende que estaría dispuesto a sentarse con Alfonso García para negociar su renovación pese a que el pasado verano su nombre estuvo vinculado a la agenda de varios clubes, saliendo finalmente Hernán Pellerano.

Tener el futuro en el alero no es plato de gusto para ningún profesional porque una lesión podría truncar sus perspectivas, pero prefiere centrarse en el día a día: "Mi deseo es subir a Primera con el Almería y luego ya veremos lo que pasará. No es ni por quedar bien ni evitar el tema, es que si empiezo a pensar en otras cosas mi rendimiento decaerá. Es lo peor que puede pasarnos, puesto que hay algunos compañeros más que están en la misma situación. Hay incertidumbre por el tema de una posible lesión, Dios no lo quiera, de esas largas, pero hay que estar centrado porque si así vamos quintos y alguno empieza a pensar en otras cosas, quizá no nos sirva ni para estar entre los seis primeros".

A la hora de valorar el primer tramo liguero, se muestra autocrítico: "Es complicado, pondría un suspenso y un bien. El equipo estaría entre bien y notable, pero como hay que ser ambiciosos nos quedamos con el bien en Segunda porque se nos han escapado partidos con los que podríamos estar arriba. No hay que relajarse".