Mal sabor de boca por un empate visto como "justo"

Francisco manda hacia el campo rival a sus jugadores

Francisco vio a su equipo presionado por la obligación de ganar y agradar · Destaca el gran repliegue celeste
PABLO LAYNEZ / DIARIO DE ALMERÍA

Francisco se desgañitaba en el banquillo viendo cómo su equipo era incapaz de meterle mano al Poli Ejido. Los minutos pasaban y los rojiblancos se estrellaban una y otra vez con la muralla que había montado en el centro del campo Héctor Berenguer. A diferencia de Lucas Alcaraz, el exjugador rojiblanco agotó pronto los cambios para darles tiempo, pero las piernas de sus jugadores pesaban como barras de plomo.

Como todos los que había en el bando almeriense en el Mediterráneo, Francisco se quedó con un "mal sabor de boca". "Teníamos la obligación de ganar por haber jugado en casa y por la clasificación, pero nos ha pesado mucho. El equipo ha estado atascado sobre todo en la segunda parte, porque el Poli se ha replegado muy bien. Han tenido las líneas muy juntas y sin apenas fallos", valoró el rojiblanco sobre el trabajo de los celestes.

Los almerienses habían cogido carrerilla en las últimas jornadas, pero han vuelto a darse de bruces en el Mediterráneo ante un rival de la zona baja de la tabla. Francisco resalta las ganas con las que sus muchachos se tomaron el partido, pero la presión provocó que las ideas se evaporaran cada vez que llegaban a las inmediaciones del área. "Nos ha podido la ansiedad, la obligación de hacernos con los tres puntos. Sabíamos que iba a ser muy difícil pese a sus problemas, porque iban a plantear un partido con poco juego y un nivel defensivo muy alto".

Ante la falta de oportunidades y viendo que el Poli vivía metido en su campo, Francisco decidió arriesgar y cambiar de táctica. Su apuesta, valiente, a punto estuvo de costarle muy cara. "Veía que el Poli se conformaba con el empate y al final hemos arriesgado y dejado tres defensas para ganar velocidad arriba. Ellos han sabido montar varios contraataques peligrososos", que no supieron finalizar con eficacia pero que hicieron que el Mediterráneo temblara de miedo. "Al final el 0-0 ha sido justo. La iniciativa la hemos llevado nosotros en las dos partes, pero hemos tenido muy pocas ocasiones de haber conseguido marcar", sentenció.
Mal sabor de boca por un empate visto como "justo"