Por Pablo Blanco, director del Sevilla
Capel era un futbolista distinto a todos. En el Sevilla no teníamos este tipo de jugador. Era zurdo nato, encaraba una y mil veces al contrario y se deshacía de él. Tenia gol, hacía muchos goles en las categorías de base, distinto a todos los que teníamos nosotros. Cuando se vino de Barcelona al Oriente no lo dudé un instante y le eché el guante. Hablamos con el padre, le planteamos el tema y se vino a Sevilla. Después hubo una fase, siendo cadete, en la que el Barcelona lo quiso comprar al Sevilla y puso un dinero importante sobre la mesa, pero en ningún momento me planteé su venta porque el niño estaba perfectamente adaptado al Sevilla. Uno de los grandes aciertos de nuestro club fue traer a la familia con él y explotó como futbolista, ganó títulos con el Sevilla, fue internacional en todas las categorías de base, y le llamó Vicente del Bosque para jugar con la absoluta. Los futbolistas que son distintos y no tienen continuidad lo notan. Por ello, ahora en Portugal va a tener esa continuidad que le hace falta para seguir creciendo y deseo que sea ese niño cadete capaz de montar un lío en cualquier campo. Tengo tanta fe en Diego Capel que va a triunfar seguro y volverá a nuestra Liga. El Capel que viene será mejor que el que hemos disfrutado todos los sevillistas porque tiene la cabeza llena de fútbol.
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