
Bajo la presidencia de Rubí, el club roquetero ha crecido.
JAVIER NAVARRO | Ideal.es
La semana que ayer empezó es muy importante en el universo del CD Roquetas, ya que en ella puede quedar visto para sentencia, tanto la elección de la persona que será la encargada de llevar las riendas del club, como el resto de componentes de la futura junta directiva.
Hasta ayer era cuando el plazo que se da para la presentación de candidaturas a la presidencia de la entidad rojilla permanecía abierto y así será durante los próximos cuatro días, quedando el viernes como el día en que el plazo se cierre y quizás, no sería necesario que el 21 -el martes de la semana que viene-, se celebraran elecciones.
Ello se produciría si tan sólo se presenta una única candidatura, puesto que ésta se daría como vencedora y, por tanto, no habría comicios en un Roquetas cuyo futuro a corto y medio plazo puede suponer un antes y un después en lo que ha habido casi en la última década en el club rojillo.
Todavía no se sabe qué es lo que va a suceder, ni si solamente habrá una candidatura o serán varias las que se presenten, hasta existiendo la posibilidad de que no concurra candidatura alguna, lo cual sería altamente negativo y lo más probable es que, si se diera tal situación, alguien terminara por 'agarrar el toro por los cuernos' para salvaguardar la nave.
Cambios habidos
Dentro de lo poco que está claro -al menos, a priori- es que quien ha sido el presidente del Roquetas, José Juan Rubí, no será el encargado de dirigir al club, después de los nueve años que ha estado ostentando el cargo presidencial rojillo, que decidió abandonar en esta misma temporada a mediados de noviembre y en su lugar debió entrar un José Miguel Sánchez que ha estado como presidente en los meses posteriores, hasta la asamblea para la convocatoria de las elecciones.
Echando la vista atrás y llegando a la actualidad, el crecimiento como equipo y como club del Roquetas ha sido notable, ganando profesionalidad en muchos aspectos como el del acceso de los espectadores, la creación de un departamento de prensa y marketing, entre otras secciones varias que han puesto a la entidad rojilla entre las más avanzadas del fútbol modesto nacional.
Sean quiénes sean aquellos que entren a formar parte de la historia del Roquetas, los nuevos directivos han de trabajar duro por conseguir mantener este estatus y, del mismo modo, la afición roquetera debe mostrar su fidelidad como lo han venido haciendo, aunque nunca está de más pedir que se incremente el número de seguidores que pueblen las gradas cada domingo que toque partido en casa.
Época prodigiosa
Qué duda cabe sobre que el listón se ha puesto demasiado alto, de cara a la dirección del club, teniendo en cuenta que en estos nueve años que han transcurrido es imprescindible ligarlos a los éxitos deportivos que ha alcanzado, como son la disputa de varias fases de ascenso a Segunda B, ascender y mantenerse en ella, más haber jugado -y poder jugar- la Copa del Rey.
Se hace complicado imaginar la ilusión y satisfacción que inundarían a la parroquia rojilla en aquella temporada 2004/2005 en la que por primera vez el salto a Segunda B no era un imposible. Acabando tercero en el Grupo IX de Tercera, el Roquetas eliminó al Albacete B y en la final de aquel play off no pudo superar al Mérida, heredero de aquél que compitió en Primera División.
Fue el primer paso serio para un ascenso que tampoco se logró en 2007 -el San Fernando de Henares lo impidió- y al año siguiente llegó el éxtasis, ganando primero al Catarroja -en unos 'angustiosos' penaltis- y luego al Teruel.
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