El Almería, a mantener bloque o los principios que le llevaron a Primera

Un montón de jugadores se han colocado, a través de sus representantes, en la puerta de salida


Negredo y Piatti justifican una forma de trabajar.

JAVIER GÓMEZ GRANADOS | Ideal.es
La UD Almería se está encontrando algunos obstáculos de cara a planificar la plantilla de la próxima campaña. Comenzando por su técnico, el joven sudamericano Luis Zubeldía, de cuya preparación Argentina se siente convencida, pero que en España aún no está muy claro si pasa el control de calidad, al menos por una mera y pequeña cuestión burocrática o, más bien, legal o reglamentaria.
Pero ese es el menor de los problemas porque él es la apuesta de Alfonso García y, de una manera u otra, es el elegido para dirigir el nuevo proyecto rojiblanco. Otra cosa diferente son los jugadores. Con la plantilla ya hecha, según manifestaciones del director deportivo, Alberto Benito, y del propio presidente, parecía que sólo unos flecos separaban a los directivos de cerrar su nómina de futbolistas. Sin embargo, por motivos diversos, bien de proyección profesional, de orgullo incluso y hasta por cuestiones dinerarias, el caso es que un montón de jugadores se han colocado, a través de sus representantes, en la puerta de salida.
Lo que dice el presidente
El presidente García aseguró hace unos días que no se marcharían muchos pero, visto lo visto, el Almería se encuentra en una situación nueva y comprometida, ya que se están enfrentando dos ideas muy distintas de planteamiento y hay que elegir una. Lo de acertar ya es otra cuestión pero, de momento, se trata de optar entre mantener el bloque que no funcionó la pasada campaña en Primera y que se considera que sí puede hacerlo en Segunda, o volver a la idea de convertir el club en un punto de partida de grandes jugadores nacidos de la nada. Esta segunda opción, la mantenida hasta ahora, ha dado frutos magníficos y ahí están Bruno, Mané, Melo, Negredo, Alves, Piatti, Emery, etc. para dar fe. El problema es que desmantelar, en mayor o menor medida, lo que ya hay para apostar a lo grande con futbolistas desconocidos es arriesgado, complicado y hasta puede que no salgan las cuentas.
Tiempo hay porque, aunque la pretemporada comienza en julio, el verano es largo y los jugadores que quisieran emular a los antes citados son muchos. Otra cosa, queda dicho, es acertar.