UD ALMERÍA | LA CRÓNICA
Leo Baptistao adelantó a los rojiblancos en los primeros minutos y la victoria no se le escapó al equipo de Rubi
El Almería recibe al Mirandés en un duelo de ascenso directo
Leo Baptistao fue el autor del único gol del encuentro. / Javier Alonso
Aarón Martínez
13 de diciembre 2024
Había que ganar para asaltar la segunda posición y el Almería, cumpliendo en las citas importantes, volvió a dar el do de pecho para sumar los tres puntos ante el Mirandés. En el sexto partido consecutivo logrando el triunfo como local y décima jornada sin conocer la derrota, Leo Baptistao fue el autor del solitario gol que abrió un marcador que, desde entonces, no se movió.
Sin grandes sorpresas en el once de Rubi para este importante duelo liguero, con la entrada en el once de Gonzalo Melero y Leo Baptistao en detrimento de Gui Guedes y Nico Melamed, los rojiblancos saltaron al terreno de juego con la misión de asaltar la segunda plaza de la clasificación liguera y volver a los puestos de ascenso directo. En el comienzo del choque, ambos púgiles de peso pesado se tantearon durante algunos minutos en los que los visitantes se atrevieron con una presión adelantada prácticamente de hombre a hombre en la marca.
El Almería construyó durante las primeras acciones con el balón en largo, con Fernando buscando a Luis Suárez como boya para distribuir desde el eje central. Los dos delanteros del conjunto burgalés, encima de los centrales unionistas, trataron de encontrar el fallo en la defensa rival, pero los de Rubi se mostraron invulnerables en esta faceta. Poco a poco, el cuadro local logró pisar más campo contrario. En el sector derecho, Arnau Puigmal, Marc Pubill y Sergio Arribas unieron fuerzas para protagonizar las primeras internadas del encuentro.
El madrileño, con un golpeo desde fuera del área en una jugada que lleva su firma, con el recorte hacia su zurda y el chut seco, obligó a Raúl Fernández a intervenir por primera vez en el choque. En el córner, la defensa repelió el centro y Bruno Langa, con su buen disparo desde la frontal, conectó con el esférico sin dejarla botar. En un mar de piernas, Leo Baptistao fue el más listo de la clase para hacerse con el rechace y, con un remate cruzado, batir a al guardameta jabato para poner por delante al conjunto rojiblanco.
El brasileño celebra el tempranero gol de los rojiblancos. / Javier Alonso
Cambio de guion en un contratiempo que no modificó la estrategia de los de Miranda del Ebro, que continuaron apretando. Sin embargo, la importancia del partido les hizo dejar varios errores en la salida de juego. En una de ellas, Arnau Puigmal aprovechó un pase cruzado, aunque defectuoso, de la zaga del Mirandés y casi logró asistir a Luis Suárez, que se relamía en el segundo palo, aunque la defensa estuvo acertada en este caso.
Con el resultado a favor, el contragolpe se convirtió, una jornada más, en el mejor recurso de un equipo que vuela en las transiciones ofensivas. En una gran acción, Leo Baptistao filtró un pase en el costado izquierdo a Bruno Langa, que colgó el cuero al balcón del área para que Sergio Arribas, con un remate acrobático, obligase a Raúl Fernández a meter una mano dura.
En la línea defensiva unionista, la peor noticia del primer tiempo fue la cartulina de Chumi, quinta de la temporada, por lo que se perderá el próximo encuentro liguero ante el Racing de Ferrol. La tranquilidad que transmitió el plantel almeriense fue lo opuesto de lo que pasaba en el lado visitante. La tropa de Alessio Lisci dio facilidades a la UDA en forma de imprecisiones que trató de aprovechar un killer como Luis Suárez.
El colombiano, en otra pérdida de los rojinegros, fue encontrado al espacio por Sergio Arribas. El central Unai Egiluz no pudo frenar la carrera del nueve que, con un cambio de ritmo en una bicicleta de genio, se libró de su par y regateó a Raúl Fernández, aunque su disparo mordido no acabó en el fondo de las mallas por la dificultad que ya generaba esa jugada. La siguiente de los rojiblancos fue con los mismos protagonistas, pero con los papeles cambiados: Suárez asistió y Arribas atacó la espalda de la defensa, pero acabó siendo frenado en el último segundo.
Suárez, referencia ofensiva
En la recta final del primer tiempo, Luis Suárez se encargó de dejar varios detalles para deleite de la grada local. En una de las salidas de balón, sus compañeros encontraron al colombiano con todo en contra: de espaldas, con un central encima y en campo propio. No obstante, el delantero se giró, dejó con el molde a su marca y le metió un pase en profundidad a Arnau Puigmal. Buen encuentro del extremo, pero sin el acierto necesario en los metros finales, algo que lamentó Rubi desde el área técnica.
Tras el paso por los vestuarios, el colombiano siguió regalando oportunidades a los futbolistas indálicos. Baptistao conectó con Suárez, que se marchó del contrario y dejó en bandeja de plata el segundo a Sergio Arribas, pero Jon Gorrotxategi salvó en el área pequeña para limpiarle el esférico al madrileño. Antes, en el primer minuto del segundo acto, Joel Roca disparó a la meta de Fernando Martínez.
Sergio Arribas se lamenta de una ocasión fallada en el choque. / Javier Alonso
La versión del Mirandés fue creciendo, especialmente con mayor presencia con pelota en el campo del Almería. El carrilero derecho Hugo Rincón se asomó por las inmediaciones del área local y puso un centro que Gonzalo Melero despejó con el hombro. Sin embargo, de forma incomprensible, el árbitro Ais Reig señaló el punto de penalti para indignación del centrocampista y de todo el estadio. Gálvez Rascón tuvo que echarle un capote a su colega para salvarlo del ridículo que hubiese cometido sin VAR. Evidentemente, tras el paso por la pantalla, cambió su decisión inicial.
El cuadro de Alessio Lisci, a solo un tanto de puntuar en el Estadio de los Juegos Mediterráneos, metió una marcha más. Joaquín Panichelli cabeceó un centro lateral, aunque el esférico no encontró portería. El arquitecto de Vilassar de Mar dio entrada a perfiles cada vez más defensivos. Aunque los visitantes no acabaron muchas jugadas, el temor del preparador rojiblanco de encajar un gol sobre la bocina empujó a los almerienses a acabar el partido en su propia área.
En el descuento, un preciso centro de los jabatos fue rematado con la testa por Joaquín Panichelli. El capitán Fernando blocó entre palos para alivio de la parroquia local. Sin tiempo para más, la afición gritó al unísono el final de un encuentro que supuso el sexto triunfo consecutivo en casa para los almerienses y la confirmación de que esté equipo está para pelear por cosas muy importantes este curso.
Ficha técnica
UD Almería: Fernando Martínez; Marc Pubill, Chumi, Édgar González, Bruno Langa (Aleksandar Radovanovic, 89'); Dion Lopy, Gonzalo Melero (c) (Rubén Quintanilla, 89'), Sergio Arribas (Álex Centelles, 74'), Arnau Puigmal (Alejandro Pozo, 64'); Leo Baptistao (Nico Melamed, 74') y Luis Suárez.
CD Mirandés: Raúl Fernández; Hugo Rincón (Julio Alonso, 76'), Juan Gutiérrez, Pablo Tomeo (Ander Martín, 85'), Unai Egiluz, Víctor Parada; Jon Gorrotxategi, Alberto Reina (c), Santiago Homenchenko (Urko Izeta, 69'); Joel Roca y Joaquín Panichelli.
Goles: 1-0 (7'): Leo Baptistao aprovecha un rechace y fusila a Raúl Fernández.
Áribtro: Ais Reig (valenciano). Asistido en el VAR por Gálvez Rascón. Amonestó a Chumi (13'), Marc Pubill (25'), Hugo Rincón (29'), Dion Lopy (50'), Sergio Arribas (67'), Gonzalo Melero (71'), Alberto Reina (72') y Luis Suárez (94').
Incidencias: Encuentro correspondiente a la decimonovena jornada de la Liga Hypermotion disputada en el Estadio de los Juegos Mediterráneos ante 11.500 espectadores.
Almería 1 - Mirandés 0
El equipo de Rubi doblega al Mirandés gracias a un gol del delantero brasileño y recupera la segunda plaza. Los andaluces acumulan diez jornadas consecutivas sin perder.
Antonio Gallardo
13 de diciembre de 2024
El Almería se reafirma como serio candidato a subir directo a Primera División. Rubi no quería prestar mucha atención a su anterior récord de diez jornadas invicto pero lo ha vuelto a alcanzar esta temporada ante un Mirandés que desprende mérito por los cuatro costados pero al que no le alcanzó para competir en el UD Almería Stadium.
El segundo puesto, por méritos propios y gracias al gol de Leo Baptistao, es propiedad del Almería. Su candidatura es indiscutible. Posee la mejor plantilla de Segunda División y ha dejado atrás ese puñado de dudas que le relegaron en el arranque del campeonato. Hay entrenador, hay plan y hay futbolistas.
El Mirandés, que cuando arrancó la competición era un mar de dudas y un proyecto en pañales y falto de futbolistas, confirmó sus prestaciones y su potencial. Y se marcha de Almería con la cabeza alta y con la certeza de que todo lo que ha conseguido hasta el momento es más que merecido. No hay recompensa fortuita. Todo lo contrario. El cuadro de Alessio Lisci dio problemas a los andaluces de principio a fin, pero no le alcanzó para comprometer la diferencia de potencial. El Almería fue capaz de contener sus embestidas y de controlar un partido que a priori estaba plagado de trampas.
La prueba del gran trabajo indálico fueron sus números defensivos. Contra lo que ha sido norma desde que arrancó la temporada, el Almería ganó el partido gracias a su buen hacer del centro del campo hacia atrás. Concedió cero opciones a su rival. Si Rubi es capaz de consolidar la mejoría defensiva de su equipo, con el potencial que maneja en ataque, el ascenso será una opción muy factible. Al Mirandés, lejos de exigirle, hay que aplaudirle. Si mantiene el nivel mostrado hasta ahora, será otro firme candidato a pelear por la máxima categoría. Ese es el reto de Lisci. Convertir en normalidad la excepcionalidad de su equipo. En Almería, a pesar de la derrota, confirmó su condición de aspirante.
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