El ‘baby boom’ del Almería y su generación de plata
Los estrenos con la primera plantilla de Bruno Iribarne y Loren elevan a siete el número de futbolistas del filial que han participado con el equipo mayor en los últimos 2 años. La hornada de juveniles que fue subcampeón de España está dando sus frutos.
Juan Antonio Manzano
Actualizado a 1 de noviembre de 2024
Once del Almería en San Sebastián de los Reyes. En la portería Bruno Iribarne.
UD Almeria
La cantera de la UD Almería se ha surtido, históricamente, de jugadores jóvenes que llegaban al club al amparo de su continuidad en la liga profesional, buscando ser un trampolín hacia un nivel levemente superior, pero sin demasiadas expectativas. En la etapa de la propiedad de Alfonso García Gabarrón se llegó a comprar una plaza en Segunda División B (700.000 € costó la adquisición al Atlético Ciudad), para acercar las diferencias entre el primer y el segundo equipo, poder fichar jugadores que dieran un mayor soporte al conjunto de Primera División (por entonces), y confiar en la fortuna de que algún jugador pudiera hacerse un hueco en el mercado. El resultado fue un ‘Frankenstein’ que tuvo más continuidad de la esperada en la categoría, pero que estaba confeccionado a golpe de talonario constante.
Valen, en un entrenamiento del Almería. Carlos Barba
Algunos jugadores de aquella época, como Ángel Trujillo o Joaquín Fernández sí que dieron el salto merecido y honorifico al primer equipo, pero la gran mayoría se fueron perdiendo en el olvido de la afición. Unos seguidores que acuñaron frases como “hay más calidad en el aparcamiento que en el campo”. El problema de la identificación y del compromiso que es bastante común en clubes que quieren ser pero que, de momento, solo están.
De izquierda a derecha René, Marcos Peña y Valen. Carlos Barba
La llegada de Turki Al Sheikh al Mediterráneo planteó el mismo concepto de crecimiento y evolución en las bases, pero sin demasiados mimbres estructurales. Las relaciones con los demás clubes de la ciudad no eran excesivamente fluidos, y la llamada a valores y talento almeriense ‘expatriado’ estaba pendiente.
El punto culminante a esa evolución llego en la temporada 22-23. Con Alberto Lasarte en el banquillo, el equipo juvenil se configuró alrededor de Bruno Iribarne, un portero formado en Roquetas, que pasó por la cantera del Almería para dar el salto a las bases del Real Madrid; de Marcos Peña, un chico que comenzó a jugar en el Pavía, para viajar a la cantera del Málaga, hasta regresar como cadete a la UDA.
Bruno Iribarne en el partido de Copa contra el Sanse. UD Almería
También Rachad, un joven de Torre Pacheco (Murcia) que firmó en el Almería siendo cadete. En esa hornada estaban también Valentín Gómez “Valen”, que fue ‘cazado’ en un torneo regional procedente del Talavera cadete; y una amplia lista de jóvenes que procedían del equipo cadete de la entidad, como Joan, David García, Edu Plá, Eric Soria… Este equipo se proclamó, brillantemente, subcampeón de la Copa del Rey juvenil, tras perder en la final por 2-1 ante el Real Madrid.
Muchos de esos chavales seguían siendo juveniles al año siguiente (23-24), pero los pasos y la evolución no se podía cortar. El bloque completo, entrenador incluido, dieron el salto al equipo ‘B’ y allí, con un rendimiento espectacular en la promoción de ascenso, lograron su pase a la Segunda RFEF. Pero aún quedaban pasos por dar… el ‘salto mortal’ de llegar a la primera plantilla.
Rachad celebra su gol al Eibar. Carlos Barba Diario AS
Algunos entraron por la puerta grande, ¡y en Primera División! Las circunstancias de un curso desastroso, abrió las puertas a que Marcos Peña, no solo debutara en la máxima categoría, sino que se convirtiera en indiscutible en la parte final del curso pasado. Marciano Sanca, Paco Sanz y Rachad también tuvieron sus minutos.
Loren en su debut contra el San Sebastián de los Reyes. UD Almería
Y esta temporada, la evolución continúa. Mientras Marcos Peña sigue haciéndose futbolista con una cesión en Marbella, jugadores como Rachad o Gui Guedes forman parte, a todos los efectos, del primer equipo, mientras que Valen (que debutó en Tenerife), Bruno Iribarne y Loren alternan la primera plantilla con el filial de Segunda RFEF.
“La clave es hacer buen partido y que no nos afecte la Copa”
Precisamente, estos dos últimos, tuvieron su bautismo de fuego en el encuentro de Copa en San Sebastián de los Reyes. El guardameta fue titular, mientras que el delantero ingreso al campo en el minuto 73, para elevar a siete el número de canteranos que han cumplido el trayecto desde el equipo juvenil hasta la primera plantilla. Todo un ejemplo para el resto de las estructuras básicas de la entidad.
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