domingo, 19 de marzo de 2017

Ante un desafío de tronío

Ante un desafío de tronío

Ante un desafío de tronío

Luis Miguel Ramis, en uno de los entrenamientos de esta semana en el anexo del Mediterráneo con sus nuevos jugadores.
Ramis, en uno de los entrenamientos de esta semana en el anexo. 
 JAVIER ALONSO

El equipo unionista, en el estreno de Luis Miguel Ramis en el banquillo, visita el Ciudad de Valencia, un estadio donde aún no ha ganado ninguno de los rivales que lo ha visitado
JESÚS Mª NOGUERA   19 Marzo, 2017

Esta mañana a las doce horas arranca de forma oficial el segundo proyecto de la UD Almería dentro de la temporada 2017/2018. Luis Miguel Ramis es el nuevo capitán de la nave y tiene ante sí un reto de tronío: salvar al equipo de la quema en trece jornadas. Después ya veremos. Trece fechas en las que debe sacar a un plantel de una zona que está empezando, por desgracia, a ser habitual. Una situación muy compleja en la que las matemáticas dicen que es posible. El otro ingrediente lo tiene que poner el catalán en una plantilla que por calidad no debería estar luchando por estos objetivos. Sea como fuere, las urgencias se han vuelto a apoderar de todos los estamentos rojiblancos.

Casualidades del destino, el ex técnico de "La Fábrica" tendrá que hacer su debut particular ante el rival más difícil y en el peor escenario posible. El todopodesoro Levante pondrá desde el mediodía a prueba lo que han dado de sí estos días de trabajo con sus futbolistas. Él no dudó en reconocer que el balance de estas menos de cinco sesiones ha sido extraordinario, pero el verdadero examen lo tendrá en el choque matinal. Más allá del resultado, que viene a ser lo más importante por la posición en la tabla clasificatoria, se esperán ver las primeras pinceladas de lo que quiere impregnar el tarraconense en esta plantilla. De los matices que considera necesarios para no caer en el abismo. Por lo que se ha visto en el anexo en estos últimos días, su intención es que el equipo corra menos pero mejor, lo que hará directamente que no se hagan esfuerzos en balde dada la discutible forma física en general; que el mayor peligro se cree por las bandas, aprovechando el desborde de jugadores desequilibrantes como Puertas o Fidel, que deben marcar diferencias en favor del resto de sus compañeros; que el equipo saque el balón jugado en pro de favorecer la circulación que sus jugadores quieran; y último y no menos importante, que el equipo muerda al rival. Una presión que funcionó con Fran Fernández en Lugo y que de gestionarla bien puede dar buenos frutos de aquí en el futuro. Aprovechar algún despiste local, que se dan en muy pocas ocasiones, puede ser la primera piedra para conseguir el desafío más difícil. Tan complejo que en treinta jornadas nadie lo ha logrado. Por eso, más vale dejar las estadísticas a un lado y jugar al fútbol.

A tenor de las palabras de Ramis, y sin tener mucho en cuenta las probaturas de su segundo entrenamiento, se esperan pocos cambios en el once inicial. Convendría, por la premura resultadista que posee la entidad, no tocar lo que venía funcionando en jornadas anteriores. Es decir, Joaquín y Ximo se han consolidado como una pareja de centrales más que fiables. Por sensaciones y por números, y es que la UD Almería solo ha encajado un gol, y de rebote, en las dos últimas fechas. Dadas las facilidades que ha mostrado el equipo atrás en la mayoría de encuentros, esta cifra es más que positiva. Otra de las novedades de Fran Fernández, nuevamente a los mandos del filial unionista, fue la inclusión en la medular de Ramón Azeez. El nigeriano ha demostrado que ni el ostracismo en el que lo sumió Fernando Soriano le ha quitado un ápice de sus características y su músculo parece clave para ejercer una presión adelantada en campo rival. También de su capacidad de llegada al área contraria puede obtener buenos réditos Ramis. Con mucha probabilidad volverá Fran Vélez que después de una semana fuera cumpliendo ciclo de tarjetas formará en el pivote con Borja para frenar las peligrosas y rápidas acometidas granotas.

En el Ciudad de Valencia espera el rival de los rivales. Uno de los equipos más superiores que se recuerda en esta categoría desde hace décadas y que a tenor de lo expuesto tiene el ascenso, con lo complejo que resulta después de volver de Primera División, a la vuelta de la esquina. El buen trabajo en los despachos en el periodo estival se está traduciendo en unos resultados envidiables a poco más de cuatrocientos kilómetros. Un equipo de leyenda que ha hecho de su estadio un fortín que aún no ha conseguido conquistar ninguno de los equipos que lo han visitado. En catorce encuentros en su casa, doce victorias y dos empates. Solo Getafe y Cádiz, dos equipos en la parte alta de la clasificación, han conseguido salir vivos con un valioso punto. Lo positivo, dentro de este arduo reto, es que a los de Muñiz les está costando vencer de forma cómoda en el Ciudad de Valencia, su dulce hogar.

A priori, se trata del choque más complejo que le resta a la UD Almería de aquí a final de curso. Tras quitarse ese peso de encima de vencer lejos del Mediterráneo, el equipo rojiblanco debe volver a dar el do de pecho fuera de casa. Consciente de la dificultad del reto, pero sabiendo que todo lo que no sea perder será positivo. Y bueno sería ver a ese equipo alegre que quiere Ramis porque parece que sería el mejor camino para que en la jornada cuarenta y dos todo sean sonrisas.
Ante un desafío de tronío

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