Vallecas, cita para la continuidad
Optimismo y ganas de cortar la racha foránea frente a un rival con problemas y envuelto en la polémica.
PABLO LAYNEZ 05 Febrero, 2017
¿será hoy el gran día en el que el Almería vuelva a reencontrarse con la victoria? En cualquier partido puede darse el milagro, eso está claro, pero lo cierto es que las circunstancias que rodean al partido llenan de optimismo la pesada mochila que arrastran los rojiblancos en las dos últimas temporadas. Sólo con el hecho de haber ganado un simple partido en casa y con la llegada de jugadores que deben de subir el bajo nivel que había en la plantilla, la moral parece haberse elevado y es el momento de tratar de subirse a la cresta de la ola para salir de la zona peligrosísima de la tabla.
El campo no parece el más idóneo para lograr la machada de lograr una victoria fuera de casa casi un año después. Vallecas es uno de esos campos de mucha presión, que da la sensación de ser más pequeño de lo que es realmente al no tener fondo y donde la afición juega un papel fundamental. Eso sí, los Bukaneros lo mismo pueden ser una muralla para el Almería, que pueden convertirse en una pesadísima losa para el Rayo Vallecano si las cosas no comienzan bien. Ahí tiene el equipo de Soriano un factor al que puede sacarle mucho partido y para ello es fundamental mantener la concentración desde el inicio, para evitar un tempranero tanto local que les dé alas, como tantas otras veces ha ocurrido.
El 3-0 logrado el pasado fin de semana en casa ha tranquilizado ciertamente las aguas, aunque no hay que dormirse puesto que la orilla todavía ni se divisa. El Almería fue práctico, se dejó de remilgos tácticos y se dedicó a defender con contudencia, aprovechar un balón parado y machacar en las contras. Eso es la Segunda División, parece haber comprendido la idea año y medio después. Para hacer bueno ese resultado, esta tarde todo lo que sea puntuar sería magnífico, puesto que los rivales directos suman a buen ritmo y las distancias poco a poco se van abriendo.
Ha sorprendido la ausencia de Sereno, uno de los últimos en llegar, aunque Soriano ya dijo en la rueda de prensa que todavía anda justo físicamente al haber estado parado. Yoda y Motta sí que viajaron, aunque en principio comenzarán en el banquillo de los suplentes, puesto que el maño dará continuidad a los jugadores del pasado fin de semana. Eso sí, volverán Morcillo y Nano tras sanción para ocupar la parcela zurda de la defensa, con lo que Ximo recuperará su sitio en el lateral derecho.
Por su parte, el partido le llega al Rayo en el peor momento de la temporada por varios factores que han envuelto en un clima de pesimismo todo lo que rodea al club. Uno es la crisis que el equipo vive a nivel deportivo, coqueteando con el descenso y las dudas sobre la continuidad de Rubén Baraja, el segundo técnico que se sienta en el banquillo este curso y que ha sumado diez puntos de treinta posibles.
El otro es a nivel institucional después del revuelo que se ha montado tras la cesión frustrada del delantero ucraniano Roman Zuzolya, al que la afición no quiere por Vallecas debido a su supuesta ideología neonazi. Además, el partido estará envuelto de un tono crítico por parte de la afición, que, según informó la plataforma de peñistas ADRV, realizará a los 13 minutos una tremenda pañolada y a los 24 las bufandas ondearán para acompañar los cánticos hacía el presidente Raúl Martín Presa en contra de su gestión.
Con todos estos factores, las posibilidades de éxito del Rayo pasan porque los jugadores se abstraigan de todo lo externo y sobre todo mejoren la imagen que han venido dando en los últimos choques, puesto que llevan seis jornadas sin ganar.
Con todos estos problemas sobrevolando las cabezas de los jugadores rayistas, lo normal sería que el Almería sacara ganancias. Pero alguien que lleva el sambenito de resucitador de muertos, por algo será. Los rojiblancos tienen que dejarse atrás los complejos, ser capaces de enfrentarse al miedo que les atenaza cuando ver a la hinchada rival jalear más de la cuenta a sus jugadores, algo que ocurrirá esta tarde durante buena parte del encuentro.
Sobre todo, será tarde de no perder balones en zonas de creación y mostrarse contundentes en el balón parado, algo en lo que se mejoró muy y mucho el pasado fin de semana, gracias también a la envergadura de los recientes fichajes invernales. El Rayo ya no es el equipo que iba a tumba abierta con Paco Jémez, pero con velocidad y si Pozo tiene su día entre líneas, se le debe de hacer mucho daño.
Vallecas, cita para la continuidad
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