El Almería, que no sabe aún lo que es ganar a domicilio este curso, afronta dos salidas consecutivas a Reus el domingo y luego a Cádiz
PACO GREGORIO Almería, 11 Enero, 2017
Ximo, Fran Vélez e Iván Sánchez departen durante la sesión preparatoria.
RAFAEL GONZÁLEZ
Se avecina doble ración de pesadilla. Es lo que le va a ocurrir a la UD Almería en las dos próximas jornadas, ya que le tocan dos salidas consecutivas (Reus y Cádiz) al coincidir el cierre de la primera vuelta con el arranque de la segunda, con el lastre de que a estas alturas todavía no ha sido capaz de ganar a domicilio.
A fuerza de repetirlo, son ya muchos los aficionados conocedores de que el equipo no gana como visitante desde que lo hiciera en El Toralín en tiempos de Néstor Gorosito, un 17 de abril de 2016, imponiéndose por 1-3 a la Ponferradina (tanto de Juan Ramírez y doblete de Quique).
Este año incluso puede aseverarse que desde entonces ha llovido bastante (lo hizo de forma torrencial en diciembre), pero la sequía perdura con cada desplazamiento. Desde ese hito en la capital del Bierzo, el Almería acumula catorce salidas consecutivas sin sumar de una tacada los tres puntos, conformándose con cinco pírricos empates, los dos que el curso pasado sirvieron para abrochar la permanencia en Llagostera y Córdoba, y los tres de esta campaña en Gerona, Alcorcón y Valladolid. Si el campo estadístico se amplía a la temporada del descenso desde Primera, el dato resulta estremecedor, ya que los rojiblancos solo habrían sumado una victoria de los últimos 38 partidos (equivale a todo un torneo en Primera) disputados lejos del Estadio de los Juegos Mediterráneos, datando el anterior triunfo del 8 de febrero de 2015, cuando con JIM se doblegó al Córdoba (1-2).
Si no quieres sopa...
No hay comentarios:
Publicar un comentario