Que se vaya y venga quien quiera
Alejandro Asensio. 05/01/17
No me importan los nombres. No me importan las caras. No me importa el lugar de nacimiento. No me importa el equipo de formación. No me importa si ha ascendido con otro equipo. No me importa si lo quiere media España. Me da igual. Que se vaya o venga quien quiera. Yo solo quiero un fichaje; la identidad.
El que sí que se ha ido es el año 2016, y adiós muy buenas. El peor año de la historia de la Unión Deportiva Almería, que se dice pronto. No hay otra lectura. se coqueteó con el descenso a la categoría de bronce como nunca antes se había hecho. Se avergonzó a la afición de forma sistemática. Se maltrató a la grada en un momento en el que el rojiblanco parecía querer hacerse dueño de la ciudad. Se dejó escapar la solidificación del proyecto común de cantera almeriense sin frenar la huída de un club como el Pavía a una provincia vecina.
Ahora ha venido 2017. A ver qué sorpresas nos trae. Si seguimos la línea decadente de los años precedentes, lo normal sería que el presente ejercicio se culmine el trabajo iniciado; el naufragio anunciado. No hay estilo. No hay conexión con el entorno ni parece haber solución a la vista.
Me da igual si viene un jugador o se va otro, yo solo quiero que vuelve el estilo. Que regrese aquel Almería vertical de desdoble en banda. Que volvamos a tener una referencia arriba capaz de aguantar una pelota en el área o de nutrir de balones a la segunda línea. Que recuperemos la confianza en la portería. Quiero que vuelva la UDA, la que nos hacía soñar. Esa que, en ocasiones, nos regalaba victorias a domicilio y nos dibujaba una sonrisa a la salida del Juegos Mediterráneos.
En una tarde de Reyes con una hora tan dañina que solo podría haber sido decidida por una mente malvada y enemiga, existe una nueva oportunidad de reencontrarse con el pasado, con el equipo que dejó de ser. Ya se ha logrado en casa con victorias ante conjuntos como Gimnástic, Córdoba Elche o Mallorca, donde el Almería demostró recuperar el poderío en casa. El problema está en que el aficionado sale con la seguridad de que el buen trabajo será tirado por tierra en la próxima salida. Ahora le toca el turno a Getafe, uno de los gallitos de la competición. ¡Qué vuelva el estilo, qué vuelva! Los nombres no importan.
Que se vaya y venga quien quiera | Diario UDA
No hay comentarios:
Publicar un comentario