En vísperas de un gran dilema
09/01/17. Manuel Serrano
Si gran parte de la afición de la UD Almería se ha echado las manos a la cabeza al ver como se han sucedido los acontecimientos en cuanto a planificación deportiva, fichajes y carruseles de técnicos que han ido pasando por el banquillo rojiblanco en las últimas temporadas, podríamos estar muy cerca de vivir otra situación caótica con la posibilidad de que Soriano sea destituido en las próximas jornadas, ante la falta de resultados que avalen su labor al frente de la UDA.
Alfonso García parece haber puesto fecha límite a su paciencia con el técnico, que ha estado haciendo los roces en esto de los banquillos mientras el presidente, sabedor de ello, le ha concedido un margen de duda infinitamente superior al de sus homólogos anteriores en el cargo, todo ello paralelamente a la defensa a ultranza que ha mostrado siempre que ha hablado sobre el trabajo del maño durante estos meses.
Sin entrar a analizar ahora si Fernando se ha estado más o menos acertado en sus tareas, lo que puede ocurrir después de los dos próximos desplazamientos del Almería huele a evidente destitución salvo milagro, basándonos en los números y la imagen del Almería a domicilio, donde solo ha sumado tres puntos en toda la temporada. La reunión del presidente con Soriano tras la derrota ante el Getafe fue un claro ultimátum que solo salvará con puntos ante el Reus y el Cádiz, árdua tarea si nos ceñimos a los precedentes del equipo lejos de casa.
La llegada de un nuevo técnico, si Soriano y su equipo no salvan los muebles, se produciría mediado el mes de enero si la UDA cae ante el Reus, o en el peor de los casos la semana siguiente en Cádiz, justo coincidiendo con la última semana de mercado invernal. Quien esté dispuesto a coger al Almería, por tanto, lo haría con los mimbres que el actual equipo técnico hubiera elegido para salvar la categoría, osea, con los descartes y los refuerzos que quiera Soriano.
Si el actual entrenador no ha dado con la tecla es porque no ha podido o no ha sabido explotar los mimbres que tiene, o simplemente porque lo que tiene no da más de sí, motivo por el que, por ejemplo, Chuli o Iago tienen órdenes del club de buscarse equipo para liberar fichas y montante económico suficiente que permita la llegada de refuerzos con la que salvar la temporada. Ante esta tesitura, los elegidos por tanto para reforzar al equipo en enero serían los escogidos por un técnico que curiosamente podría estar apunto de ser destituido.
Quien llegue entonces no tendrá margen alguno de maniobra, se tendrá que comer entonces el plato que otro ha querido sin tener por qué ser de su gusto. ¿Quién estaría dispuesto a coger así un equipo? Claro ejemplo de ello, es que toda la segunda división quiere a Chuli y desea entrar en la puja por el delantero, ¿por qué no lo iba a querer el nuevo técnico que cogiera al Almería?, sería entonces de locos cederlo ahora a un rival, cuando quizá el nuevo técnico lo desea en sus filas. Se trata de una rocambolesca situación que obligaría a traer a un entrenador que pasara por ese aro, y eso, además de no ser lo que necesita este Almería, limitaría mucho el número de candidatos dispuestos a venir.
La bomba está en el tejado de Alfonso, apunto de explotar, y debe de tomar una decisión urgente para revertir la situación del equipo. El parón invernal hubiera sido un buen momento para haber apostado por otro técnico, pero el presidente no quiso precipitarse tomando una decisión que ahora le tiene en vilo. Si Soriano no salva los muebles en las dos próximas semanas, el dilema que se atisba en el horizonte rojiblanco será de los de campeonato.
En vísperas de un gran dilema | Diario UDA
No hay comentarios:
Publicar un comentario