Cuentan las lenguas antiguas
Vuelta al Pizjuán, donde se firmó el mejor partido de la historia de la UDA y se jugó el último foráneo en Primera
PABLO LAYNEZ 12 Noviembre, 2016
Cuentas las lenguas antiguas, que el 19 de abril de 2008 la Unión Deportiva Almería escribió la página más bonita de su historia. Las lenguas más modernas aseguran, por contra, que en el mismo escenario los rojiblancos vivieron uno de sus días más tristes, al dejar sellado su último descenso a Segunda ante un Sevilla que, entrenado por el siempre querido Unai Emery, no fue a por la victoria. Pero aquel Almería era tan incapaz que, aún así no fue capaz de llevarse los puntos que le habrían valido una salvación. Desde entonces, palos de ciego y síntomas preocupantes que mantienen al club muy cerca del abismo.
Volver al Ramón Sánchez Pizjuán, donde está jugando sus encuentros el Sevilla Atlético, siempre es muy especial para el equipo de Alfonso García. Lo primero porque es un estadio espectacular, en el que se puede practicar buen fútbol si los rojiblancos están tan inspirados como el pasado domingo ante el Córdoba, lo mínimo que se le debe de pedir a esta plantilla. Lo segundo porque recuerda a temporadas pasadas, que fueron mucho mejores que la actual. Todavía quedan caras de aquellos tiempos, aunque con cambios. Por ejemplo, Soriano vivió el 1-4 del año del debut en Primera como jugador; Corona y Ximo Navarro se lesionaron en el último 2-1, el granadino de mucha gravedad ya que se rompió el ligamento cruzado anterior que le tuvo siete meses de baja; y Trujillo vio perplejo cómo se le colaba un balón entre las piernas en un fallo infantil de Mauro dos Santos, que propiciaba la remontada con los goles de Iborra esa trágica tarde de la primavera de 2015.
Además, los encuentros que se han disputado en la capital sevillista han dejado muchas anécdotas para la postreridad. Por ejemplo, aquel charco que le jugó una mala pasada a Acasiete. Como al Barcelona de Guardiola, al Almería le dio por jugar en corto y le salió una pifia. El central peruano quiso devolver el balón a Diego Alves ante la presión de Jesús Navas, el cuero se quedó frenado por la tromba de agua que estaba cayendo en aquel enero de 2010 (qué envidia, ahora no cae una gota) y el extremo le regaló el gol a Negredo, en su primer temporada como exrojiblanco.
Precisamente el vallecano se ganó el fichaje por el Sevilla después de marcarle tres goles en el Ramón Sánchez Pizjuán en dos temporadas. En el inolvidable 1-4, Negredo firmó un doblete que completaron los goles en propia puerta de Dani Alves y de Juanma Ortiz. Al año siguiente, el delantero volvió a ver puerta, aunque Kanouté y Renato habían puesto en ventaja a los locales y el resultado final fue de 2-1. El ariete madrileño es el máximo goleador de los Sevilla-Almería (en Nervión), con cuatro goles en total con ambas camisetas.
En el primer partido entre sevillistas y almerienses también iba a comenzar a forjarse la leyenda de Diego Alves como parapenaltis. El Sevilla se había puesto 1-4 y a falta de 20 minutos para el final, el árbitro señaló un penalti a favor de los locales. La ventaja era suficiente como para que el Almería la conservara, pero para despejar dudas, el portero brasileño le detuvo una pena máxima a Kanouté, al que le tuvo la moral comida también en su estapa en el Valencia. Como a Yeste, como a Messi, como a Cristiano Ronaldo.
Mañana domingo será el séptimo choque entre ambos, con la curiosidad de que ha habido cuatro victorias locales y dos visitantes, nunca un empate. Pero en este caso, no será frente al primer equipo sevillista, sino ante el segundo. El Almería necesita de manera imperiosa cambiar su mala racha a domicilio en el Pizjuán.
Dos visitas y dos derrotas de la Agrupación en Primera en Nervión
Dos veces jugó la Agrupación Deportiva Almería en el Ramón Sánchez Pizjuán, ambas a poco de comenzar la temporada, y en ambas perdió en Primera División. La primera fue el 25 de noviembre de 1979. Maguregui alineó a: César; Paniagua, Piñero, Óscar López, Arias; Garay, Camacho (Rojas), Martínez; Serrán (Pavón), Rolón y Murúa. Ganó el Sevilla 3-1, que se adelantó con gol de Bertoni; empató el almeriense Camacho y, ya en la recta final, resolvieron Scotta de penalty y Varela. El 5 de octubre de 1980, la Agrupación Deportiva rindió su segunda y última visita al Pizjuán y de nuevo salió derrotado, esta vez por 1-0. Arsenio Iglesias jugó con: César; Paniagua, Piñero, Tanco, Maxi; Tarrés, Guzmán, Cabral, Martínez; Rolón y Charles (Alvarito). Yiyi marcó el gol sevillista.
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