El desborde de Fidel y la irrupción de Diamanka y Azeez, lo más destacado
PACO GREGORIO | ALMERÍA 12.08.2016
Chuli parece haber recuperado la vena goleadora tras la sequía del curso pasado.
Pozo sigue siendo, de largo,el más desequilibrante del plantel rojiblanco.
Un mes después de que la UD Almería arrancase su pretemporada, allá por el 13 de julio, y habiendo disputado siete partidos amistosos, pueden extraerse las primeras conclusiones de cara al debut liguero del próximo viernes 19 ante el Cádiz en el Mediterráneo (22:00 horas). En el plano individual dos jugadores han sido quienes han brillado con luz propia: Pozo y Chuli.
El malagueño puede confirmarse este curso como lo el jugador desequilibrante y decisivo que ya apuntó en buena parte de la campaña pasada. Con la regularidad y confianza necesarias por parte del banquillo, Pozo está llamado a dar un paso adelante en su crecimiento como jugador profesional. De momento, en pretemporada ha dejado destellos de su calidad, siendo autor de tres dianas.
El primer gol se lo endosó al filial y luego hizo el tanto del triunfo ante el UCAM Murcia con un disparo marca de la casa desde la frontal, además de culminar la obra de arte colectiva que suponía el 1-2 frente al Levante.
El onubense Chuli no se ha quedado a la zaga y también vio portería en tres ocasiones y parece recuperar el olfato perdido. En su caso mojó igualmente ante el filial, en la visita a Águilas y ante el Sevilla Atlético.
A ellos dos podría unírseles como gratas apariciones el desborde por banda de Fidel, llamado a dar muchas tardes de gloria a la parroquia rojiblanca, la imponente llegada al área rival del senegalés Diamanka y la madurez de Azeez a la hora de interpretar el juego.
Los siete amistosos disputados frente a rivales de Tercera, Segunda B, Segunda y Primera, arrojan un balance de 15 goles a favor, lo que supone una media de 2'14 por partido y 7 en contra (0'46 encajados). El Málaga (4-0), único oponente de superior categoría, demostró estar a un nivel inalcanzable hoy por hoy para los pupilos de Soriano, que sin embargo sí dieron la cara ante un recién descendido como el Levante (2-2) y ganaron por la mínima a dos recién ascendidos: UCAM Murcia (0-1) y Sevilla Atlético (1-2).
En el aspecto negativo cabe reseñar la inoportuna lesión de Jonathan Zongo en el bolo disputado en Santo Domingo a causa de unas molestias en el abductor de su pierna izquierda que le impedirán arrancar la Liga en plenas facultades e incluso perderse alguna jornada.
Eso, unido a la desconexión del equipo evidenciada por Quique González, pichichi unionista el curso pasado, siendo uno de los máximos exponentes de la agónica salvación con sus 15 goles. Los cantos de sirena llegados desde Pamplona con el supuesto interés de Osasuna (que ayer firmó para su ataque a Oriol Riera) y la negativa del club a dejarlo marchar si no abonaban su cláusula, parecen tener descentrado al ariete vallisoletano, que no ha visto puerta en toda la pretemporada, si bien se perdió por lesión los choques en Águilas y El Ejido.
En el aspecto físico el equipo parece responder bien a las exigencias planteadas por Roberto Cabellud y Sergio Pardo, obviando la catastrófica primera mitad frente al Málaga, en la que no hubo agresividad ni presión alguna, corregida un día después contra el filial hispalense.
A nivel táctico los jugadores parecen ir asumiendo poco a poco los conceptos de Soriano, cuyo esquema dependerá bastante de lo que disponga el rival de turno y que opta por desarrollar un fútbol de transiciones rápidas o segunda jugada sin incidir especialmente en la elaboración, más adaptado a los rigores de la Segunda División.
Pozo y Chuli brillan en pretemporada
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