En Los Pajaritos los rojiblancos pueden dejar atada media salvación si son capaces de hacer la machada. Cambio pieza por pieza en defensa
PABLO LAYNEZ | ACTUALIZADO 30.04.2016
A los jugadores se les vio muy motivados durante el partidillo de esta semana.
Seis de seis en los últimos partidos y una gran racha sin conocer la derrota, que a la larga no significa nada si el Almería no es capaz de continuar con esta magnífica trayectoria. Por eso, el partido de esta tarde en Los Pajaritos es mucho más importante de lo que parece. Después de salir de los puestos de descenso y conseguir una mínima distancia con respecto a ellos, lograr un triunfo, el tercero de la serie, ante el Numancia sería volar hacia la zona de salvación.
A falta de siete partidos para acabar la competición y sobre unas cuatro victorias para amarrar el objetivo de la permanencia, cualquier punto es vital para ir acortando la diferente con los 50 necesarios. Además, enfrente tendrá a un equipo que lleva tiempo en tierra de nadie y al que si le gana, mete en un gran problema. Precisamente eso es lo que necesitan los almerienses: muchos conjuntos jugándose algo para que en los últimos encuentros no haya resultados sorpresas que hagan más cara todavía la salvación. El Numancia lo tiene todo en su bolsillo, de hecho, ganarle al Almería sería casi definitivo. Pero si los de Gorosito sorprenden, y están en disposición de ello, la clasificación iba a dar un cambio importante en estas últimas jornadas.
El choque de esta tarde es de ésos que te exige concentración total, cualquier despiste puede ser mortal, como ya comprobaron los de Carrillo por entonces en la primera vuelta. Sin hacer nada que no fuera aprovechar un despiste en el último segundo del Almería, los soriano se llevaron un punto del Mediterráneo. Aquel equipo rojiblanco poco tenía que ver con éste, entonces iba cuesta abajo y sin frenos, y ahora parece que el GPS está señalizando la posición correcta. Para sacar un resultado positivo de tierras numantinas, los de Gorosito tienen que exhibir sus mejores armas, comenzando por la seguridad defensiva.
El principal peligro local es el juego aéreo, el balón parado. Ahí andan flojos los almerienses y esta tarde deberán estar atentos y muy concentrados tanto para no conceder tantas faltas en las cercanías del área de Casto, como para no flaquear por arriba. El juego de ambos equipos no es precisamente fluido y de mucho toque, abunda el patadón largo y no complicarse la vida en posiciones peligrosas, por lo que las genialidades de Pozo se convierten cada día en más importantes. El malagueño está inspirado, algo que saben los rivales, que están empezando a someterles a duros marcajes, aunque el mediapunta siempre tiene un as bajo la manga para sacar un buen pase. Quique, que al final se ha recuperado de los problemas que ha padecido durante la semana, será también de la partida y tendrá enfrente a dos marcadores pegajosos, aunque no demasiado rápidos.
El único cambio en el once de Pipo Gorosito es el esperado en defensa, una vez que Saveljich cayera lesionado. Su puesto lo ocupará Fran Vélez, más concentrado y seguro que en sus primeros encuentros con el técnico argentino. Mucho tiempo ha pasado ya desde lo ocurrido frente al Lugo, Vélez ha dado un paso al frente y está demostrando que puede hacerse cargo de la responsabilidad de suplir al defensa argentino. Ahí estará la clave para puntuar esta tarde, la defensa marcará los compases del Almería en Los Pajaritos.
Ganar sería volar
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