jueves, 11 de febrero de 2016

La baja de Duba provoca un roto

Gorosito debe meditar si mantener la defensa de cinco con Goñi y Iago por Morcillo y Duba o probar con un 4-4-2 Lolo Reyes entraría por José Ángel
PACO GREGORIO | ALMERÍA  10.02.2016


Gorosito en el banquillo de El Sadar con uno de sus asistentes.

Paradojas del destino, la baja por lesión de Dubarbier, tan criticado a lo largo de la temporada por sus graves lagunas defensivas, puede provocar un roto de cara al choque ante el Lugo del próximo sábado. Y es que en el nuevo sistema con zaga de cinco efectivos implantado por Gorosito, el argentino es el único del plantel con el perfil adecuado para actuar de carrilero con largo recorrido, capaz de apurar la línea de fondo en busca del centro y a la vez ayudar en defensa.

El club firmó a Goñi con la idea de cubrir sus ausencias, pero en el escenario de una zaga de cuatro en la que la labor del lateral era más defensiva que ofensiva. El propio jugador uruguayo confesaba el día de su presentación que era un central de perfil zurdo reconvertido a lateral, por lo que parece más lógico que en caso de entrar en el once lo haga por el también lesionado Morcillo.

La disyuntiva se le plantea ahora al técnico argentino, que debe valorar al menos tres alternativas: si mantiene el 5-2-3 que tan buen resultado le dio ante Zaragoza y Osasuna a sabiendas de que no dispone de las piezas idóneas, retocar dicho dibujo reconvirtiendo la posición de algún futbolista o salirse por la tangente probando un 4-4-2.

Cambios pieza por pieza
Este es el escenario 'inmovilista' y menos atrevido. Para solventar el desaguisado de las lesiones bastaría con cambiar pieza por pieza dando entrada a Goñi por Dubarbier (a riesgo de sacrificar la capacidad ofensiva por ese flanco) y cubrir la baja de Morcillo bien con Fran Vélez o bien con Cuéllar, por fortuna ambos ya recuperados de sus dolencias. Lolo Reyes ocuparía el hueco por sanción de José Ángel en la medular junto a Fatau, con Azeez también disponible en la terna. Es de suponer que en el tridente atacante Zongo pasaría al banquillo en beneficio de Ramírez o Antonio Puertas.

Reconversión de jugadores
La lesión de otro lateral, en este caso Michel Macedo, unida a que Ximo seguía recuperándose y la labor de Antonio Marín en el carril no le convencía, motivó que Joan Carrillo reconvirtiera a Iago Díaz de extremo a lateral, con buenos resultados, al punto de que el propio Gorosito ha alineado al gallego en esa posición. La necesidad aprieta y no es descabellado imaginar a Iago jugando a banda cambiada. Con esta variante el equipo no perdería tanto potencial ofensivo, salvando la evidencia de que en lugar de apurar la línea de fondo Iago buscaría seguramente los pasillos interiores. En tal caso, Goñi sería su escudero como central zurdo.

Probar con el 4-4-2
Es la opción más atrevida en la medida que ninguno de los técnicos que hasta la fecha han pasado por el banquillo rojiblanco se han atrevido con esa disposición pese a contar con jugadores que podrían hacer bueno un dibujo clásico. En tal caso habría que sacrificar uno de los hombres del tridente atacante, quedando en el once la dupla Chuli-Quique. En las bandas podrían actuar Iago y Puertas, que tienen tanto juego exterior como interior, guarnecidos en el doble pivote por Fatau y Lolo Reyes, sin olvidar que tendrían las espaldas cubiertas con Goñi y Michel. La zaga también perdería un efectivo en favor de la media, en este caso el lesionado Morcillo, con lo que Ximo tendría que multiplicarse en las labores de cobertura (su velocidad y sentido de la anticipación se lo permiten) y habría posibilidad de testar el verdadero nivel de Saveljich sin estar tan resguardado. Gorosito decide.
La baja de Duba provoca un roto

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