El Almería impone su calidad para conseguir la victoria frente a un Leganés impreciso en defensa que nunca dio su brazo a torcer y que pudo sumar un punto
JUANJO AGUILERA | ALMERÍA 23 agosto 2015
Aunque el refranero sea contrario y hable siempre de los principios, lo cierto es que lo que se sume ahora no hará falta luego. El Almería entendió ayer la lección y demostró que el intento de ascender a Primera División debe nacer de la solvencia. El Almería la tuvo en la primera parte, pero la desidia, en la segunda parte, pudo costarle cara porque permitió al Leganés meterse en el partido.
Los rojiblancos llevaron a cabo una gran primera parte, en la que en menos de media hora dejaron sentenciado el partido, con dos goles de Iago Díaz y uno de Quique González, uno de los destacados del partido. Pese a que pudo aumentar las diferencias, el Leganés estaba vivo. Los cambios y la actitud de los rojiblancos, en la segunda parte, quitó mérito al triunfo porque Candela y Guillermo metieron el miedo en el cuerpo a los de Sergi.
Con firmeza
El Almería comenzó impreciso en el pase, en gran medida por el viento, pero también por la presión ejercida por el Leganés, siempre muy adelantado. Sin embargo, el trabajo de contención de los de Asier Garitano duró poco. En el minuto 2, un balón en largo de Morcillo parecía perdido para Chuli, pero el onubense peleó por el balón, lo robó y, pese a caer derribado por Mantovani, pudo prolongar el balón para que Iago Díaz, de fuerte disparo, inaugurara el marcador.
El gol hizo daño al conjunto pepinero, a la par que el Almería, con Fatau como destructor en el centro del campo, jugaba a esperar, pero siempre preparado para salir en velocidad. En el 6, una acción de Chuli, por banda derecha, acabó en centro que la defensa pepinera no atinó a despejar y Quique González, en la boca de gol, puso el segundo.
Con el segundo tanto, el fútbol bajó de intensidad, carente de llegadas. El Almería no lo necesitaba, ante un Leganés con superioridad en el centro del campo, pero sin capacidad de llegar al área de Casto. Lo intentó Omar Ramos, en el 20, tras una falta en la frontal del área de Fran Vélez sobre Borja Lázaro y, en el 22, en un pase en profundidad al que no llegó el propio Borja.
Sentencia...
No tuvo más ocasiones el cuadro de Asier Garitano, porque el Almería recuperó el control del partido, cedió el balón al Leganés, pero tapándose bien en defensa. En el 26, el Almería sentenció el partido. Lo hizo como consecuencia de una buena acción de Dubarbier, por banda izquierda, que profundizó, pasó a Chuli, este vio a Iago Díaz entrar por la derecha y se la puso para que el ex del Lugo, de sutil disparo que tocó en Mantovani, puso el tercero.
A raíz del gol, el Almería mandó cómo jugar. Se jugó menos, eso sí, ante un Leganés que seguía intentando meterse en el partido, aunque tarde por esos tres goles encajados por los pepineros, que no renunciaron a su forma de jugar.
El inicio de la segunda parte no fue diferente. Fue el Almería el que siguió marcando la forma de jugar. En los primeros diez minutos, tuvo dos nuevas ocasiones. En el 49, otra acción de Dubarbier por banda izquierda acabó con centro al segundo palo para que Iago Díaz la empalmara. Un bote del balón impidió que el extremo rojiblanco acertara con la portería.
El balón era rojiblanco y la velocidad aumentaba las posibilidades de ver goles. En el 53, un balón recuperado en el centro del campo por Fatau que se la puso a Quique González, este la puso al espacio para Iago Díaz, que se quedó solo ante Serantes, pero pecó de generoso porque se la puso a Quique al que le llegó el balón muy escorado.
Paso atrás
Se jugaba menos. El Almería no lo necesitaba y el Leganés, pese a buscar fórmula con la entrada de Miramón y de Guillermo, para ganar presencia arriba, de mostró carente de acierto en los metros finales. De todas formas, esa 'actitud' de los pepineros metió al Almería atrás, incapaz de volver a tener el balón. Pisó área, pero no encontró la portería. Lo cierto es que el Almería se dejó ir y el Leganés se metió en el partido. En el 88, otra vez a balón parado, Candela, que había entrado de recambio, aprovechó una falta a 25 metros de la meta de Casto que aprovechó para hacer el gol del honor.
Aún pudo hacer más, pero el propio Casto evitó, en el 88, el segundo, tras una acción de Borja Lázaro que se la puso a Miramón y el disparo de este lo despejó el meta rojiblanco. El Leganés, sin embargo, no bajó su intensidad. Empecinado en irse con algo, empujó hasta que Guillermo, en el minuto 92, puso el segundo y consiguió que los aficionados rojiblancos, que se las prometían felices, respiraran con alivio por media hora de desidia.
UD ALMERÍA
Casto; Michel Macedo, Fran Vélez, Morcillo, Dubarbier; Fatau (José Ángel, m. 74), Corona (Fernando Soriano, m. 69); Quique González (Cuéllar, m. 84), Montoro, Iago Díaz, y Chuli.
CD LEGANÉS
Serantes; Bustinza, Mantovani, Albizua, César Soriano; Alberto Martín (Candela, m. 71), Sastre; Omar Ramos (Miramón, m. 55), Ruiz de Galarreta (Guillermo, m. 58), Álex, y Borja Lázaro.
GOLES
1-0, m. 2: Iago Díaz. 2-0, m. 6: Quique González. 3-0, m. 26: Iago Díaz. 3-1, m. 81. Candela. 3-2, m. 92: Guillermo.
ÁRBITRO
Arcediano Monescillo, del colegio castellano-manchego. Amonestó a los Fatau (m. 45), Fran Vélez (m. 53) y Casto (m. 58) y a los Alberto Martín (m. 16), Omar Ramos (m. 42) y Borja Lázaro (m. 84).
INCIDENCIAS
Partido correspondiente a la primera jornada del Campeonato de Liga de Segunda División A, Liga Adelante, celebrado en el Estadio de los Juegos Mediterráneos, con 8.770 espectadores.
El Almería pudo pagar cara su desidia
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