jueves, 30 de abril de 2015

Se impuso la normalidad

Se impuso la normalidad
Escrito por  César Vargas / Sportalmeria / Miércoles, 29 Abril 2015

 James, en el momento de hacer el 1-0 · marca.com

Cuando las cosas se hacen bien, lo normal es que el resultado sea óptimo. Cuando se da el todo por el todo para lograr un objetivo, lo normal es que el premio llegue. Cuando un equipo infinitamente inferior al local deja una imagen más que buena en el Santiago Bernabéu, lo normal es que, aún así, el Real Madrid se lleve los tres puntos. No pudieron los de Sergi romper la normalidad en una noche en la que quizás no merecieron vencer, pero sí se ganaron un reconocimiento que les debe reforzar.

Sorprendía Sergi con un once en el que Édgar y Mané eran los extremos. El gaditano estuvo enorme a la hora de ayudar a Dubarbier, conteniendo durante casi todo el partido la banda poblada por Arbeloa y Jesé. Por la otra, el canario también fue un buen apoyo para Ximo, aunque el paso de los minutos hizo que el canterano empezase a mirar más al ataque que a las labores defensivas. Corona, Thomas y Verza fueron los elegidos por su entrenador para pluriemplearse en el centro del campo.

En el minuto 4, un cabezazo de James se marchó lamiendo el palo derecho de la portería de Rubén. La clara ocasión nada más comenzar el partido hacía presagiar una noche plácida en el Paseo de la Castellana. Ni mucho menos. El Real Madrid, con tantas rotaciones como su rival, llegó a sufrir en la primera parte a manos de un Almería valiente, sin nada que perder. Las recuperaciones andaluzas se traducían en balones al medio para que Verza o Thomas abrieran a unas bandas lanzadas al ataque. Ximo y Dubarbier no dudaron ni un segundo en incorporarse para arropar a Hemed en punta. Un Corona colosal, omnipresente en todas las ofensivas almerienses, hizo que estas subidas fuesen más fáciles.

Cristiano volvía a avisar con un disparo que repelía Rubén y un lanzamiento de falta que se marchaba fuera por poco, pero los visitantes no se amilanaban. Sergi ha prohibido los pelotazos que tanto desquiciaban a la grada unionista. Ni siquiera Mané o Dubarbier, especialistas en quitarse el balón de encima a las primeras de cambio, recurrieron a los balones en largo sin sentido. Desde atrás, los visitantes se plantaban con una facilidad sorprendente en la frontal del área blanca, aunque faltó profundidad. Apenas un lanzamiento de Mané o un par de centros peligrosos de Ximo y Dubarbier que no encontraron rematador fueron el bagaje ofensivo de los de Sergi en la primera mitad.

El gran planteamiento visitante, los sustos que de vez en cuando empezaba a llevarse Keylor Navas y la incapacidad local para crear ocasiones comenzaron a provocar que el público madridista, siempre más propenso a quejarse que a animar, silbase a los suyos. Todo hacía prever una pitada al descanso hasta que apareció James para hacer una de esas genialidades que se le presuponen a los futbolistas de su nivel. Cuando nada había que llevarse a la boca, un mal despeje de Trujillo a la frontal del área fue empalmado de volea por el colombiano, colándose por la escuadra de Rubén. El 1-0 brillaba al descanso y dejaba sin premio a un equipo, el Almería, que había maravillado durante los primeros 45 minutos.

La segunda mitad empezó como acabó la anterior, con un gol local, obra de Dos Santos en su propia portería. Édgar perdió la marca de Kroos y el alemán, totalmente solo en banda, la puso al segundo palo. Por allí aparecía un Cristiano en fuera de juego, pero que no intervino en la jugada debido a que fue el central argentino quien batió involuntariamente a Rubén. El partido acabó ahí. Cierto es que Corona continuó dando un recital de pases y coherencia en el centro del campo, que Thomas siguió mostrándose físicamente superior a Illarramendi y Kroos, o que Hemed, en soledad, seguía bajando y aguantando la mayoría de balones que recibía, pero el 2-0 era insalvable.

A falta de cinco minutos para el final llegaría el tercero gracias a un buen pase de la muerte de Chicharito que Arbeloa empujaba a puerta vacía. Nada más que hacer. Nada que reprochar. Nada que lamentar. El Almería dejó una gran sensación en un partido en el que no se podía exigir otra cosa. Un encuentro que ha servido para que Wellington y Thievy quedasen limpios de tarjetas amarillas de cara a final de temporada y para que Sergi siga reforzándose en el banquillo unionista. Jugando así el lunes, la victoria estará más cerca.

REAL MADRID: Keylos Navas, Arbeloa, Varane (Nacho 85'), Pepe, Coentrao, Illarramendi (Lucas Silva 64'), Kroos, James (Isco 64'), Jesé, Cristiano Ronaldo y Chicharito.

UD ALMERÍA: Rubén, Ximo Navarro, Trujillo, Dos Santos, Dubarbier, Thomas (Espinosa 61'), Verza (Azeez 66'), Corona, Édgar (Zongo 57'), Mané y Hemed.

ÁRBITRO: Ignacio Iglesias Villanueva (gallego). Amonestó al local Coentrao.

GOLES: 1-0 James (44'). 2-0 Dos Santos, en propia puerta (48'). 3-0 Arbeloa (85').

INCIDENCIAS: Partido correspondiente a la trigésimo cuarta jornada de la Liga BBVA disputado en el estadio Santiago Bernabéu ante 63.000 espectadores, un centenar de ellos procedentes de Almería.
Se impuso la normalidad

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