martes, 14 de abril de 2015

La transmutación operada por Sergi

Ligeros retoques en el mismo sistema de JIM han servido para darle un patrón de juego al equipo Los papeles de Espinosa y Thomas, claves en la reacción

Paco Gregorio almería | Actualizado 14.04.2015 - 05:02


  
Sin apenas tiempo para entrenar ni conocer a sus futbolistas, Sergi Barjuán le ha dado la vuelta a este Almería como a un calcetín. El equipo es la noche y el día respecto a la etapa de Juan Ignacio Martínez y todo ello sin siquiera cambiar el sistema táctico empleado por el alicantino, sino introduciendo ligeros retoques en ese 1-4-2-3-1, mejoras que le han proporcionado solidez defensiva y clarividencia ofensiva.

El bisturí del técnico catalán ha transmutado al equipo, pasando de ofrecer unas sensaciones cadavéricas a ilusionar de nuevo a su afición con que la permanencia es posible y no un sueño quimérico. Sergi ha dotado de unas señas de identidad concretas al Almería, le ha dado un patrón de juego definido del que hasta ahora carecía y los jugadores parecen responderle sobre el campo.

Apuesta por Espinosa. Una de las decisiones más acertadas hata el momento ha sido la decidida apuesta por Javier Espinosa. El mediapunta talaverano fue infrautilizado por JIM, que apenas le concedió 70 minutos en 14 jornadas, mientras que con Sergi ha formado en el once frente al Barça y contra el Granada, con una respuesta sobresaliente a la confianza recibida. Ya en el Camp Nou dio muestras de la clase que atesora actuando como mediapunta y frente al conjunto nazarí demostró que también puede desenvolverse con solvencia en el costado izquierdo, posición en la que lo ubicaba JIM, pero para concederle los minutos de la basura sin protagonismo alguno. Un gol y lo que puede considerarse como una asistencia (el primer tanto de Thomas nace de sus botas al ver a Trujillo entre una maraña de contrarios) son sus cartas de presentación para consolidarse en el once.

Thievy antes que Hemed. JIM repitió hasta la saciedad la fórmula de los extremos y el punta estático en busca de remates a centros que nunca llegaban. En cambio, Sergi quiere otorgarle mayor protagonismo al juego por dentro y por ello tira de Espinosa y opta por Thievy antes que por Hemed, sentando al pichichi del equipo en el banquillo. En el franco-congoleño ve mayor movilidad, facilidad para caer a una y otra banda y juego asociativo, incluso se le vio esforzarse en tareas defensivas frente al cuadro granadino. De momento no ha hecho gol, pero abre huecos en la zaga contraria que son aprovechados por los demás compañeros.

Recuperción de Azeez para la causa. El nigeriano había sido reducido a la figura de un cono intrascendente en la etapa de JIM, sin embargo Sergi ha tirado del nigeriano cuando la situación lo ha requerido, en el último encuentro para darle descanso a un Espinosa al que aún le falta ritmo de juego para poder aguantar los 90 minutos. JIM se daba un tiro en el pie al prescindir del africano en una plantilla tan reducida, mientras que Sergi parece haber captado desde el primer instante que toda ayuda es poca en el objetivo común de la salvación.

El estúpido gesto de Édgar. JIM consintió ciertas actitudes en el vestuario que acabaron por pasarle factura, como hacer la vista gorda cada vez que en un entrenamiento hubo conato de pelea entre futbolistas, ya fueran Zongo y Casado, Thievy y Azeez o Trujillo y Wellington. Nunca hubo la más mínima intención de aplicar normas de régimen interno y el equipo se le fue de las manos. Sergi, que fue cocinero antes que fraile, ha cortado de raíz el primer conato de subversión interna. Sucedió en su debut en el Camp Nou, cuando ordenó la sustitución de Édgar y el canario, haciéndose un flaco favor, no quiso siquiera saludar al compañero que entraba al campo haciendo ademanes de disconformidad. Sergi no se andó por las ramas y en el siguiente encuentro que tuvo ocasión lo dejó fuera de la lista de convocados y viendo la irrupción de Espinosa el canario lo tiene crudo para retornar al once.

La posición de Thomas. En el Mallorca el ghanés era un mediocentro con llegada al área rival que fue capaz de anotar cinco goles en todo el curso. Aquí se había desaprovechado ese potencial y su enorme zancada relegándolo a labores meramente defensivas y de contención. Sergi le ha dado libertad para abarcar más campo y ha recuperado el gol, incluso Corona se ve más cómodo a su lado. Verza lo tiene crudo para volver al once al igual que Michel con Ximo, que vuelve a ofrecer su mejor versión.

La transmutación operada por Sergi

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