Carlos Miralles [ LA VOZ DE ALMERIA ]
Página de LA VOZ con Francisco. [ Archivo La Voz ]
Un partido Almería-Eibar con mucha historia. En la temporada 2005-2006, la anterior al ascenso, estuvo llena de contratiempos para Alfonso García y el equipo. El Eibar visitaba el Mediterráneo, al que todavía se adaptaban unos aficionados acostumbrados a oler a césped en el Juan Rojas, y lo hacía apenas dos semanas después de que el equipo de Paco Flores tuviera que abandonar el Estadio para competir en el Antonio Peroles. La hierba del campo quedó en muy mal estado a causa de los Juegos Mediterráneos, y la directiva tuvo que reunirse con el alcalde roquetero, Gabriel Amat, para poder jugar en el Peroles. Le trajo suerte al Almería el exilio, puesto que ganó al Sporting de Gijón por 3 a 0.
El Eibar estrenaría el nuevo césped y se llevaría un punto en el último duelo entre ambos clubes en competición liguera. Paco Flores alineó a Valerio; Manolo, Carlos García, Soria, Bermudo; Varela (Ortiz, min. 65), Galca, Soriano ; Crusat; Francisco y Michel (Luna, min. 65). Por el Eibar: Etxeberría; Manuel, Fagoaga, Markel (Alaña, min. 45), Asensio (Manel, min. 64), Iñigo, Manolo (Borrell, min. 53), César, Solabarrieta, Azkoitia y Nene. Michel abrió el marcador y empató Azkoitia.
En la campaña anterior, el Almería derrotó a los armeros, que venían como líderes al Mediterráneo, con un gol de Roberto Nanni, uno de los delanteros más eficaces que ha tenido el club en la categoría de plata, pero una lesión le dejó en el dique seco.
El césped mañana será una alfombra, contrastando con el Almería-Eibar de hace diez años, cuando era prácticamente imposible dar un pase en condiciones. Por aquel entonces Fernando Soriano ya formaban parte del club rojiblanco, siendo titular ante los vascos, y formando en la medular con Constantin Galca.
Este periódico, en su portada, tituló: “Tropezón”, con una imagen de Soriano tirado en el césped. En la crónica, un “Llegó la temida pájara”, dejaba claro que los rojiblancos quedaron atrapados en las redes de un Eibar bien plantado atrás.
El Almería-Eibar tiene historia
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