Miguel Ángel Corona toca de cabeza, en presencia de Gabi. / LOF
El equipo rojiblanco tiene el golaveraje a favor en dos de los tres duelos ante rivales directos que se llevan disputados hasta el momento
JUANJO AGUILERA | ALMERÍA
La UD Almería ha sumado 20 puntos de los 23 puntos que acumula frente a equipos de 'su estatus'
Desde el punto de vista de la puntuación, el encuentro disputado el pasado sábado en el Vicente Calderón debe pasar ya al olvido, aunque es cierto que hay motivos para darle vueltas a la cabeza a algunas situaciones ocurridas a la ribera del Manzanares. Porque es verdad que en el envite ante los colchoneros no solo hay que mirar a Mateu Lahoz. Lo del valenciano es causa perdida. Sin embargo no lo son la intensidad, que, como dijo Juan Ignacio Martínez el pasado viernes, debía ser la misma que impone el Atlético y no se hizo, o la concentración, que tampoco existió en los momentos en los que había algo en juego -los minutos posteriores al penalti y la consecución de los dos goles de Griezmann, más en el primero que en el segundo-.
Pero es cierto que hay que dejar todo eso a un lado y empezar a centrarse en una Liga de la que deben sacarse, al menos a día de hoy, los siete primeros de la clasificación, ante los que solo se han sumado los tres puntos de La Rosaleda. Y nada está decidido porque entre los 18 puntos del colista, el Córdoba, y los 31 del Celta, solo hay trece puntos, con el Almería en 'tierra de nadie', a 8 de la cabeza de la Liga por la permanencia y a 5 de esa última posición de la tabla clasificatoria.
Aprender a ganar
Lo que sí es cierto es que el Almería se ha caracterizado este año por aprender a ganar y sobre todo a quién ganarle. De los 23 puntos que arroja el balance de los rojiblancos, con seis victorias -cinco ante rivales directos- y cinco empates -todos con rivales de 'su' Liga-, la UD Almería ha conquistado 20 contra los que ocupan posición de entre la octava y la última plaza de la clasificación. Además, lo hace con el consuelo de que de los partidos que ha jugado ya frente a rivales de esta segunda parte de la clasificación solo pierde el golaveraje frente al Espanyol -en otro gesto casi de indolencia por imagen-, lo iguala con el Getafe -habría que ir al general que ahora favorece en cinco goles a los de Quique Sánchez Flores- y se lo gana a la Real Sociedad, que este domingo dio un pequeño estirón con el triunfo frente al Sevilla -aliado de los débiles y 'enemigo' rojiblanco porque ha dado vida a Getafe y realistas, que son rivales directos-, y al Córdoba.
Esta semana empiezan ese tipo de partidos que se consideran finales -ya se han jugado algunas-. La primera que se disputa tendrá lugar el sábado, a las ocho de la tarde, frente al Dépor, que tiene un punto más que los rojiblancos, pero que viene de perder en casa ante el Celta, en el derbi gallego. Aún así, no fue mala la imagen que dio en su primera de las dos derrotas consecutivas que acumula, la sufrida en el Santiago Bernabéu. El Almería tiene a favor el triunfo de la ida en Riazor para, si puntúa, obligar a los de Víctor Fernández a hacer siempre un punto más que la UD para superarle en la clasificación, porque el empate a puntos le condenaría a quedar siempre por debajo en la clasificación.
Otra final
Y, seguidamente, el viaje a Elche para medirse a un rival directísimo como el de Fran Escribá. El Martínez Valero, de todas formas, ofrece un balance equilibrado, si bien es cierto que las dos últimas comparecencias terminaron con derrota. El año del ascenso a Primera ganó el Elche con gol de Etxeita, pero dos goles anulados injustamente por Trujillo Suárez, y el pasado año también por la mínima con gol de Cristian Herrera y un mal partido de los rojiblancos, también de José Antonio Teixeira Vitienes, pero esto no es nuevo, porque sus actuaciones están marcadas por sus errores.
Vendrán vacas flacas, porque el siguiente visitante del Estadio de los Juegos Mediterráneos será el Villarreal, que está muy por encima del estatus de la UD Almería. Y otra final, esta en Bilbao frente al Athletic, que sigue sin dar pie con bola y que es un rival tan directo que es obligatorio hacer algo en un campo donde hasta los 'colistas' han sacado tajada. El Almería lo ha conseguido en sus dos primeras visitas al viejo San Mamés, con un empate y un 1-3.
Claro que también es verdad que eran otros tiempos, porque el cuadro rojiblanco no daba partidos por perdidos antes de saltar al césped, cosa que ya se ha visto en al menos dos ocasiones esta temporada, en el Power8 Stadium de Cornellá y el sábado en el 'Manzanares'.
Aunque es verdad que lo del sábado no debe servir para sacar muchas conclusiones, sí que hay que tener en cuenta que si se quiere estar en la pelea, excepto con los seis de arriba a los que aún queda por enfrentarse -Villarreal, Barça, Real Madrid, Málaga, Sevilla y Valencia-, habrá que hacer otras cosas distintas a las que se hicieron en el Vicente Calderón, donde apenas si se disparó a portería -con dirección o sin ella hacia los tres palos-, pero donde faltó competir cuando había que hacerlo. Esa fue la palabra clave en la intervención de Juan Ignacio Martínez en su comparecencia del jueves. Puede que de tanto oírla se dio por sabida y lo que había que hacer era aplicarla.
Los partidos de la otra Liga
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