domingo, 28 de septiembre de 2014

Semana loca con puntuación de equipo grande

Semana loca con puntuación de equipo grande para el Almería

Un gol de Édgar desde la frontal en el tiempo de descuento da la victoria frente al Deportivo
Carlos Miralles     [ La Voz de Almería ]

Francisco, al final del partido.  [ Agencias ]

Riazor, el campo donde el Almería empezó a escribir su historia en Primera División, tenía guardado una grata sorpresa para el equipo rojiblanco. El descuento maldito del día del Espanyol, se tornó en alegría. Un disparo de Edgar desde la frontal del área, acabó en la red de la meta del Deportivo en el último suspiro. Y los puntos se venían para casa.



Solidez Con una defensa que cada vez concede menos ocasiones de gol, el Almería fue cimentando lo que iba a ser una victoria de seis puntos en campo del Deportivo. Verza, Thomas y Azeez recuperaban balones con frecuencia, pero no había manera de llegar con claridad a la meta de Lux. Solo Edgar y Thomas inquietaron al meta local.

La sensación de que el Almería podía marcar en cualquier momento merodeaba por la grada de Riazor. En un partido con poco ritmo y oportunidades, el empate es lo más normal, pero el fútbol no entiende de lógica y Edgar tenía guardo un as debajo de la manga en el descuento.



Alegría En el último tramo del partido, y con la entrada de Soriano, Wellington y Thievy, el Almería se lo creyó y fue a por el gol. Azeez dio el primer aviso, y Edgar sentenció más allá del noventa. Era el mejor regalo para Francisco ,que el sábado había cumplido años. El míster del Almería, que parece haber dado con la tecla en el sistema defensivo del equipo, celebró el triunfo en el campo de un rival directo.



Zona tranquila Con ocho puntos, el Almería se sitúa en la zona tranquila, situación que no vivió en todo el año pasado. En la semana loca de tres encuentros, el cuadro rojiblanco hace una puntuación que nada tiene que envidiar a los grandes. Ganar dos (y fuera de casa), y perder por la mínima ante el vigente campeón de Liga, es un balance más que positivo. Casi sin tiempo para recuperar de San Sebastián y la visita del Atlético, la plantilla logró un triunfo de oficio en La Coruña. Aguantar con la meta a cero y aprovechar alguna llegada: ese era el objetivo almeriense en la visita al Deportivo.



Justicia El Deportivo lamentaba la derrota y Riazor pitaba a los jugadores. Era un momento crítico para el equipo de Víctor Fernández. En el mismo terreno de juego, el Almería hacía piña celebrando un triunfo, en su mundo, totalmente ajeno a los silbidos. Era un momento para disfrutarlo. Si el partido no terminó en empate fue porque hubo once jugadores que pusieron más ímpetu y entrega hasta el último minuto.

Ocho puntos y en zona tranquila de la clasificación. El Almería no puede terminar mejor la semana loca de la Liga. En el campo donde en 2007 empezaba una bonita historia en Primera, Edgar quiso escribir otra página de éxito. Casi sin tiempo para festejar, toca preparar la visita del Elche. Bendito descuento para el Almería.
Semana loca con puntuación de equipo grande para el Almería

Estocada de Édgar en el descuento
En un partido plagado de imprecisiones Rubén y su defensa mantuvieron vivo al Almería
Miguel del Pino   [ La Voz de Almería ]


Édgar.  [ José Luis López ]
El Almería ha tenido que esperar a la sexta jornada para mantener, por primera vez en la campaña, su meta a cero. Al final el acierto a la hora de fender y el sacrificio de los jugadores rojiblancos en la ayudas hizo posible que el equipo que preside Alfonso García Gabarrón consiguiera en Riazor el premio gordo en forma de tres puntos de oro ante un rival directo en la lucha por la permanencia El encuentro, desde el punto de vista del espectador, ha debido ser poco vistoso en lo que a virtudes técnicas se refiere. Demasiadas pérdidas de balón por parte de uno y otro equipo, sala de máquinas en la que las imprecisiones y el empanamiento eran la tónica dominante en dos equipos que a la hora de defender no lo hacían con contundencia.
Así las cosas hubo juego poco elaborado por parte de los dos contendientes, demasiado juego directo y buenas llegadas a las áreas en las que faltó precisión y contundencia.
El partido siempre dio la sensación de estar muy igualado, de encaminarse a cero-cero a pesar de que los dos equipos llegaban con soltura a las zonas de peligro rivales y de si la balanza de inclinaba hacia uno u otro lado iba a ser por culpa de algún error puntual o de algún pequeño detalle.
En el primer cuarto el Deportivo de la Coruña asedió al Almería, al que le duraba muy poco el balón, con continuas llegas, sobre todo por el costado de Dubarbier que no contó con el apoyo efectivo de ninguno de los centrocampistas. pero juego y las ocasiones se igualaron hasta llegar al tramo final del partido.

Wellington Después de algunas intervenciones de mucho mérito por parte de Rubén, aparecen Soriano, Thievy y, sobre todo Wellington, para sembrar el pánico en el más organizado sistema defensivo local y sentenciar con un gran gol de Édgar en el minuto 92 en Riazor.
Estocada de Édgar en el descuento

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