El jugador cedido por el Arsenal desequilibró a la defensa rival con sus entradas por banda
Miguel del Pino [ La Voz de Almería ]
Banquillo del Almería. [ José Luis López ]
Una vez más se ha demostrado que la justicia de los resultados en el fútbol la impone el marcador. cuando el duelo entre almerienses y coruñeses parecía dirigirse de forma inexorable hacia una igualada final llegó Edgar en el descuento para inclinar la balanza a favor de los rojiblancos. Buena parte del mérito de este gran triunfo debe car sobre Francisco porque su buena lectura del partido propició el éxito final.
En el Almería había tres jugadores que no estaban teniendo su tarde. Jonathan que lo intentaba todo y nada le salía, Thomas, desubicado y Hemed, incapaz de buscar las cosquillas a los centrales rivales. El técnico almeriense se percató de esta circunstancia y los fue sustituyendo. El primero en entrar fue Wellington que se situó en la banda derecha y fue un factor desequilibrante a favor de su equipo por su velocidad, verticalidad y precisión.
Entró Soriano para recepcionar el balón cuando sus compañeros lo jugaban por delante de los centrales locales. El capitán volvió a dar otra lección de sapiencia futbolística, distribuyendo con precisión la pelota hacia sus compañeros y eligiendo la mejor opción. El tercer hombre fue Thievy para suplir a Hemed. Su velocidad y sentido del desmarque hizo perder el sitio a los dos centrales locales. Sus compañeros tuvieron más espacios y Lux tuvo que salvar un gran disparo del francés que acabó en tanto bien anulado a Azeez
Francisco acertó de pleno en los cambios
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