Eddy Silvestre, seguido en la grada
PABLO LAYNEZ | DIARIO DE ALMERÍA
Jonathan levanta la pierna derecha a la altura de la cabeza del exrojiblanco Gunino.
Entre el viento de levante que soplaba y que las vacaciones están para viajar, no fueron muchos los aficionados que se dieron cita en la tarde de ayer en el Mediterráneo. Por suerte, la tensión de los puntos todavía no ha comenzado y eso se dejó notar en las gradas. Ayer era tarde para no sufrir y comenzar a conocer a las nuevas caras que harán bueno o menos bueno el estilo de Francisco.
A falta de una semana para que el balón eche a rodar de manera oficial, Francisco puso en liza un once sólo parecido al que todo el mundo tiene en la cabeza. Lo más llamativo fue la titularidad de un Edgar que ha convencido con su rendimiento en esta pretemporada y quién sabe si va a seguir los pasos de Aleix Vidal. Por lo pronto, Francisco quiere tratarlo tal y como hizo Lucas Alcaraz con el tarraconense hace tres campañas.
La primera ocasión, de hecho, estuvo en sus botas nada más comenzar. Jugando a pierna cambiada, desde la izquierda para recortar hacia dentro y chutar, se planto cerca de la frontal y se sacó un cañonazo que si va a puerta, nada podría haber hecho Sáizar. Pero se marchó rozando la escuadra. Si algo parece que va a tener este equipo es verticalidad. Por eso, es muy importante que el conjunto esté equilibrado en el centro del campo para evitar que se parta. De momento hay mediocentros, ¿y cuando llegue la Copa África? Veremos.
Ayer el Córdoba hizo pupa entre líneas y llegó con cierta facilidad. Tuvo bastante más claridad para trenzar jugadas. Cartabia ya estuvo a punto de plantarse solo ante Rubén y posteriormente iba a forzar el penalti que daría el empate.
Si de tres cuartos hacia arriba el equipo llega a la meta rival en tres pases, como hizo en el gol con subida de Ximo, taconazo de Hemed, centro de Edgar y remate a bocajarro del ariete israelí, defender el juego aéreo y el inicio de la jugada costaba un mundo ante un Córdoba bien asentado. Con 1-1 y falta de creatividad para que un recién ascendido diera un paso atrás, se llegó al descanso. La sensación no era del todo buena, defensivamente el Almería se veía superado.
No hubo carrusel de cambios. Francisco quiso darle importancia al primer choque ante su primer rival de Primera y dejó que su equipo, que arrancó la segunda parte viendo cómo el rival tenía el balón y lo recuperaba fácil con una presión asfixiante, se curtiera y sufriera. Para eso está la pretemporada. Tras doce minutos malos, Corona, Teerasil y Silva entraron para tratar de que no fueran los rojiblancos los que corrieran tras el esférico.
Fue llegar el minuto 65' y ya sí que los dos equipos hicieron revolución. Para entonces, poco buen juego, muchas carreras de Duba, de los mejores, para centrar y defender, y alguna llegada por banda derecha, que Edgar y Corona no remacharon en segunda instancia. Quique, el único cuya continuidad es todavía dudosa, tiró constantemente desmarques y cayó muy bien a banda. El Almería necesitaba esa movilidad para salir del aplatanamiento en el que estaba metido.
A seis días de que comience la Liga, faltan cosas por arreglar. Tiempo hay para modificar aspectos, como lo hay para rematar la plantilla. El inicio liguero es fundamental en cuanto a puntos y ahí a las fotos ya no les puede faltar luz.
Primera foto algo movida


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